Una oreja libre para que puedas escuchar tu locura
El espinazo de un dragón emplumado de vidrio
Es ésta la alucinación que me burla
En el poema Gabriel Zaid posa como maldito
Basta con mirar su ingeniería maléfica
Siento que mi carrera de poeta indie anda en malos pasos
La desmemoria de la brevedad
Buscar un baldío desierto
La cara de mi abuelo apareció junto a una balada de fondo
Oculto en los murmullos de la noche me observas
De allí, que mi boca fuera sorda ante otras bocas
Soy el caifán de cada esquina
Qué racha de pájaros negros se posó sobre tu boca
La niebla es una ola de pájaros nevados
Como viajeros entre la niebla
Una coreografía de la inocencia
Confusión en los tonos tostados de la identidad

