La humanidad nunca ha sido otra cosa sino un sangriento campo de batalla
Demasiadas miradas en la cuerda floja
Es solo que está crucificado
Tu ausencia es un cúmulo de nubes negras fruncidas en la frente
La pintura fugaz del amor que reverdece
Morderás con cuidado nuestras manos
Siempre en amaneceres disparejos
Un pinchazo que veo a lo lejos desde el televisor
¿Habrá luces que dejen ciego como su sonrisa?
Planeamos una orgía, pero nadie llegó
Mujer de espaldas
Somos lo único que esperan los sueños
Cómo explicar la poesía a un lebrato muerto
Las personas educadas son capaces de odiarse sin nada que lo demuestre
Dos sonetos para la burla y el reconocimiento
Los peces remo y sus mensajes de catástrofe
Lo primero que hicimos fue colgar nuestro helecho

