Este 31 de marzo de 2024 se cumplieron 110 años del nacimiento del Nobel de Literatura Octavio Paz. Para conmemorar la fecha, el equipo de Poetripiados invitó a varios de sus colaboradores a escribir un texto sobre el autor mexicano.
Paz, figura cimera de las letras mexicanas y mundialmente reconocido como uno de los grandes exponentes de la literatura del siglo XX, dejó un legado que trasciende fronteras y atraviesa las barreras del tiempo. Su obra, vasta y multifacética, no solo ha enriquecido el panorama literario de México, sino que ha dejado una huella imborrable en la literatura mundial.
La importancia de Octavio Paz radica, en primer lugar, en su capacidad para explorar y plasmar en sus escritos las complejidades del ser humano y del mundo que lo rodea. A través de su poesía, ensayos y reflexiones, Paz nos invita a adentrarnos en los laberintos del alma humana o en las corrientes alternas, para cuestionar nuestras creencias y enfrentarnos a la realidad con una mirada crítica y lúcida, como de otra realidad.
En el océano de la poesía internacional, es reconocido por su originalidad, su profundidad y su exquisitez estilística. Sus versos, cargados de simbolismo y sensualidad, nos transportan a universos emocionales y nos lleva a reflexionar sobre la condición humana, el tiempo, el amor y la muerte. Su poesía trasciende lo individual para convertirse en un reflejo del espíritu mexicano y el universal, en una voz que resuena en el misterio de las letras al que acceden los lectores.
Sin embargo, algunas situaciones ajenas a su obra, como su participación indirecta en la política y sus relaciones matrimoniales o incluso su liga con la empresa Televisa, han colocado un velo alrededor de su figura literaria, para abordarlo desde otra perspectiva, en el plano de lo personal, ante lo cual la mayoría de los lectores mexicanos no pueden colocarse en un punto medio, sino en cada uno de sus extremos.
De esos temas y otros, escribieron Lizzie Castro, Ana Márquez, Alfredo Espinosa, Leonardo Meza Jara, Julio César Aguilar, Luis Mendoza, Jesús Vázquez-Mendoza, José Eugenio Sánchez y Josué Ramírez.
A continuación, presentamos las nueve colaboraciones que publicamos entre el 25 y 31 de marzo, entre las que se encuentran ensayos, opiniones y dos poemas.
¿La Paz llegará a Octavio?
Por Lizzie Castro
La figura de Octavio Paz como personaje ha permeado a las generaciones nacidas en los últimos veinte años, pero pocos, realmente pocos son los que se han permitido leer su obra. Desde los ojos de la adolescente que fui, escribo:
Paz para mí, en aquellos ayeres, era un símbolo, un ser sacado de otro mundo, un poeta con una vasta obra, obviamente para cuando recién yo lo descubría Octavio era ya un poeta consagrado.
Love & Hate
Por Ana Márquez
En 1997 yo vivía en la calle Madrid en Coyoacán, a escasas siete cuadras al Oeste de la Casa Azul de Frida Kahlo y a no más de un kilómetro al Norte de la calle Francisco Sosa no. 383, la casa donde aún vivía Octavio Paz.
Sin embargo, nunca se me ocurrió la exótica idea de tratar, ya no de conocerlo, sino al menos de divisarlo. En absoluta reclusión y postrado en reposo por el dolor en los huesos y en la carne, Paz no recibía visitas y ya sólo aparecía en sus textos.
Octavio Paz y yo
Por Alfredo Espinosa
Todavía recuerdo aquella mañana en la que vi a Octavio Paz, de la mano de Marie Jo, comprando zapatos.
Sucedió en la Calle Madero de la CdMx. Él vestía un traje azul. Era alto y esbelto, de cabello abundante y en su sitio.
Octavio Paz y el arte de surfear las coyunturas de la historia
Por Leonardo Meza Jara
I.- A lo largo de su trayectoria como escritor, Octavio Paz aprendió a surfear entre las coyunturas de la historia, que por momentos fueron convulsivas. En septiembre de 1936, el escritor mexicano publicó “¡No pasarán!” Este es un poema comprometido, cuyo filo político e ideológico es muy notorio. La publicación de “No pasarán” le abrió la puerta a Paz, para ser invitado al Segundo Congreso de Escritores e Intelectuales Antifascistas realizado en España, en julio de 1937. Entre los biógrafos y críticos de Paz, se coincide al afirmar que la publicación de este poema resultó clave para que el mexicano asistiera al congreso antifascista, donde se reunieron los intelectuales que militaron y/o simpatizaron con el estalinismo y la causa antifranquista en España.
El espejo reconstruido: Octavio Paz en Lezama Lima
Por Julio César Aguilar
I
Pocas veces he podido sentir que la palabra está dotada de energía creadora como cuando me acerco a la poesía de Octavio Paz. Quizás muy pocos en Cuba sean conscientes de que, en su país de origen, el Nobel de literatura es amado y odiado a partes iguales por disímiles y no siempre justas razones. A los cubanos, que todo influjo, poético o no, lo recibimos bañado por el agua del mar Caribe, lo cual quizá implique que nos llegue un poco deslavado y, en ocasiones, límpido, la figura de Octavio resplandece sin que ninguna mácula le reste calidad a su obra.
De la luz ya abierta
Por Luis Mendoza
I
Después de volver la mirada sobre aquellos libros, figuras, y personajes que terminarían revelándose —como si de fotografía se tratara— y rebelándose —como si de un guerrillero se tratara— vuelven a mi memoria dos autores por cierta irrupción inconsciente que según dicen suele presentarse al volver la mirada sobre esos años que terminarían decidiendo el porvenir de aquel adolescente peregrino, irreverente y desbocado que disfrutó tanto de los placeres clandestinos de una cultura urbana y discreta —el bajo mundo es un cáncer— como de los privilegios de una formación itinerante, azarosa, burguesa y elitista —el bajo mundo no sabe de clases— y que lo mismo vivió en el centro como en la periferia de los proscritos anacoretas que el espíritu de nuestro tiempo precisa ubicar dentro de los márgenes de lo incognoscible través de tropiezos y cicatrices como elemento único de todo cuanto podamos interpretar como testimonio y reconocimiento de una cultura libre e intempestiva que se desdobla entre el arrabal y la academia: José Ortega y Gasset (1883-1995), y Octavio Paz (1914-1998).
Octavio Paz o las trampas de los dimes y diretes
Por Jesús Vázquez-Mendoza
Es una suerte muy poco apreciada el no llegar a conocer personalmente a ciertos escritores, a ciertos artistas. Comprender, analizar o simplemente disfrutar de una obra, poco tienen que ver con el viejo e insustancial entretenimiento que se la pasa barajando aversiones y simpatías. Algo similar podría decirse de la actitud de quien cree necesario hurgar en la vida privada de un autor para encontrar en ella las claves que expliquen una novela, un poema, una escultura o un filme.
y se encontraron desnudos en la vía como un par
de ferrocarriles a punto de descarrilarse
Por José Eugenio Sánchez
desperté temprano para ir a prithviraj 13: la dirección de la casa donde octavio fue embajador en india de 1962 al 68: la mansión está en la zona british de diplomáticos con bentley aston martin land rover jaguar donde los únicos que caminan son los jardineros: hay una evidente presencia policíaca y del ejército: pero sobresalen muchos policías con gafas oscuras vestidos de civil que usan ropa idéntica a los policías sin uniforme de cualquier parte del mundo:
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Octavio Paz inmóvil en la luz
Por Josué Ramírez
No creo poder abarcar de un solo vistazo todo lo que sé sobre la obra y la vida de Octavio Paz, rica en facetas y transformaciones. Desde su nacimiento hasta su fallecimiento, estuvo rodeado de literatura, arte y vida pública, dedicado por completo a las palabras. No profundizaré en el privilegio que significaba crecer en una familia donde la lectura era importante, con bibliotecas desde el abuelo hasta el padre, y una devoción materna.