En 1997 yo vivía en la calle Madrid en Coyoacán, a escasas siete cuadras al Oeste de la Casa Azul de Frida Kahlo y a no más de un kilómetro al Norte de la calle Francisco Sosa no. 383, la casa donde aún vivía Octavio Paz.
Sin embargo, nunca se me ocurrió la exótica idea de tratar, ya no de conocerlo, sino al menos de divisarlo. En absoluta reclusión y postrado en reposo por el dolor en los huesos y en la carne, Paz no recibía visitas y ya sólo aparecía en sus textos. El aura de secretismo que lo envolvió toda su vida y de la que se quejó amargamente Elena Garro, se endureció y sólo nos quedó esperar el humo blanco proveniente de la Casa de Alvarado.
No me cae bien Octavio Paz. Las razones son puramente viscerales como lo son los “likes”, el voto electoral y la infatuación. Me repele su displicencia y machismo, y creo que por eso nunca se me ocurrió la feliz idea de improvisar un espiadero para al menos avistarlo casualmente envuelto en una bata borgoña de brocados.
¿Me cae bien Elena Garro por ser mujer y presunta instigadora del Movimiento del 68? Ciertamente, me cae bien por valiente, subversiva y porque se le enfrentó a Paz. Sin embargo, en mi balanza pesa más la fineza de la estructura, el manejo del lenguaje y la problematización de la guerra cristera en Los Recuerdos del Porvenir.
¿Qué tiene que ver la persona con la obra? ¿Se admite o no se admite la briografía para iluminar una lectura o censurarla? ¿Qué tiene que ver Piedra de Sol con que Paz fuera un machista, colérico y saboteador de la carrera literaria de Garro? ¿Cuál es la relación entre la disección más lúcida que se ha hecho del imaginario colectivo de la mexicanidad con el monotono de la voz literal del autor de El Laberinto de la Soledad?
¿Cómo pones en valor la eficacia sonora de los versos en español de Gérard de Nerval y Paul Éluard con el hecho de que su traductor haya sido absorbido por el oficialismo?
¿Cuánto “hate” o cuánto “love” despertaría Paz si pudiera constatarse que fue un misógino quien ejerció violencia, emocional, sicológica y financiera contra Elena Garro a la manera que Pablo Picasso la ejerció contra Françoise Gilot? ¿Habría más “haters” que “lovers” de Libertad bajo palabra? ¿Realmente lo leerían o seguirían diciendo que lo leyeron sin leerlo?
¿Por qué en su edición 96, el Óscar a mejor película se lo llevó Oppenheimer y no Barbie? ¿Por qué estuvo siquiera nominada Barbie a mejor película? ¿Por qué ganó Emma Stone el Óscar a la mejor actriz por Poor Things y no Lily Gladstone por Killers of The Flower Moon? ¿Por qué Scorsese sólo se ha ganado un Óscar como mejor director a pesar que ha estado dieciséis veces nominado?
¿Cómo leer la obra de Octavio Paz en el presente? Ni Carlos Fuentes ni Jorge Luis Borges ganaron el Nobel de literatura. Yo les hubiera dado like.
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Ana Márquez es poeta, ensayista, crítica e investigadora comparatista en arte, literatura y cultura. Es licenciada en Letras Españolas por el Tecnológico de Monterrey y Maestra en Literatura Comparada por la Universidad Nacional Autónoma de México. Posee certificaciones en historia y crítica del arte, mercado de arte y arte contemporáno otorgadas por Sotheby’s Institute of Art.