


Señuelos en los cruces del camino, nada aprehensible

Fuego sobre todas las arenas y extraviar en él los nombres de las cosas

Brujas con sus voces y ecos. Nuevo designio

Maquinarias, humo, la acción sostenida de esta escritura

Para no enmudecer en las calles. Mis piernas, mis ojos, como una señal


Un agobio rosado en el pozo en el que caerías. La inasible permanencia

A la suprema hora y en el horizonte vertical. ¿De qué se acuerdan?

Una línea sin rumbo. La música inaudible. Alteraciones de la luz

Nadie custodia el caos ni los secretos. Nos dedicamos a remontar el Universo

Sucumbir muchas veces. Sin remordimiento. Lejos de la boca

Poesía amadísima, llameante, gracia concedida


Y todo el barro, y el mar infinito y la actitud del caracol

Perplejidades, creencias, fracturas. La trama sigue creciendo

Cánticos fecundos y al viento. Insospechado es el viaje de los poetas

Orar, perdurar, abismar. A tarascones. Hambrientos de eternidad

Narrar los fragmentos de lo que nos circunda. Crear un pequeño pueblo con palabras

Lo malhabido, el ojo hacia ahí, donde nadie sabe o conoce
