Gerson Gómez es escritor, editor, periodista y un singular personaje del ambiente literario mexicano. Licenciado en Comunicación con especialidad en Periodismo por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y Doctor en Artes y Humanidades por el Instituto de Comunicación, Artes y Humanidades de Monterrey (ICAHM). Reside en Monterrey, Nuevo León desde 1976.
La entrevista fue vía telefónica y esta fue la conversación:
Como editor, ¿qué tanto crees que está obligado el Estado a ayudarles a subsistir a las revistas independientes?
Es una buena pregunta. Yo particularmente doy clases en una maestría que se llama Desarrollo Cultural y Social, y llegamos al conocimiento de que dependemos muchísimo de la voluntad política de quienes están en el poder. En un estado democrático, se supone que debería ser autogestionario, sin la ayuda de ninguna institución cultural, sino que las mismas empresas… porque todas las empresas, llámese tortillería, lavandería, hasta un periódico, tiene la política de encontrar un punto en el cual no tengan los números rojos, sino que sean negros, el punto de equilibrio es necesario para cualquier empresa, y un proyecto cultural siempre necesita estar solvente, y en esta situación no se alcanza este punto de equilibrio. Cualquier empresa cultural es a fondo perdido en un país de tercer mundo donde todas las empresas culturales, menos Vuelta y menos Nexos y menos, este…
¿Y por qué ellos no?
Porque ellos son amigos de todos, tienen estos contactos de lo que estaba mencionando al principio, de la buena voluntad política, tienen mecenas, y tienen capital político que los surte y que no los deja en indefensión. Alguien que comienza un proyecto autogestionario está apuntando a fondo perdido. La única satisfacción que tendrá su espíritu es la de un patriotismo ultranacionalista por la República de las Letras, nada más.
¿Sería tu caso?
Sí, sí, sí, de cualquiera, salvo los que conocen bien de muchos de los trabajos que se pueden hacer en el Congreso de la Unión, en la Presidencia, de la cuestión cultural, con Sergio Mayer o Santiago González, que son el presidente y el secretario en funciones que conocen las atribuciones y los presupuestos y saben bien como pueden aplicarse. Nosotros necesitamos de gestores y de promotores porque muchas veces no estamos enterados de la mecánica que el Estado tiene para apoyar al creador, no sólo el Sistema Nacional de Creadores, los concursos para poder admitir nuevos proyectos de gestoría; no es fácil, no es nada fácil.
¿Y por qué no se acercan a las grandes empresas, a sus programas sociales…?
Existe esta ley de mecenazgo con la que los empresarios pueden apoyar con un porcentaje alto, de un 2 por cierto del impuesto sobre la nómina, pero tienes que ser alguien muy ducho o alguien muy cercano a alguien que maneje la contabilidad de una empresa grande para que puedan ser proyectos viables. Aquí en Nuevo León hay personas que ya los encontraron como un modus operandi, pero son personajes que hacen proyectos bien insignificantes, que conocen a los encargados y esos apoyos… te estoy hablando de 400, 500 mil pesos para un proyecto de un año, prefieren estas empresas deducir el impuesto sobre la nómina y estar apoyando. Tienen una causa, son una empresa socialmente responsable. Sería magnífico tener esos contactos. Hay jurados que te dicen si son viables y hay negativas también, porque realmente algunos proyectos son burlas, y los obtienen porque tienen un conocido y se lo clavan bien y bonito.
Fue editor de la Revista Mensual de Cultural Oficio; coordinador del taller de Periodismo Cultural en el Municipio de Santa Catarina, Nuevo León; jefe de la oficina de Concertación y Difusión, impulsor y diseñador de las políticas de promoción del trabajo del instituto, así como responsable del programa radiofónico estatal Nuestras Palabras.
¿Cómo ves el trabajo de la 4T en cuanto a cultura?
La 4T se vandalizó muchísimo al incluir personajes que venían de la derecha más conservadora, entonces los ves en primerísimos lugares y se vendieron muy bonito con la señora esposa del presidente de la nación y le publicaron libros de poemas que son malísimos, muy malos, muy malos, y si le añades que ha querido cantar, que ha querido hacer todo tipo de arte… Me hizo recordar a doña Carmen Romano de López Portillo, ella generaba muchas de las propuestas culturales nacionales y tenía un placer enfermizo, porque en el avión presidencial y en todos lugares donde ella estuviera, debía existir un piano de cola para que en cualquier momento se pudiera utilizar. Y pues, acuérdate que estamos en la provincia, y provincia significa vencidos (risas)… entonces aquí la magnanimidad de un gobernador que solo lee El Libro Vaquero nos permea y nos ha vuelto…si de por sí en todo el norte del país éramos bárbaros, ahora no somos solamente bárbaros, sino también bárbaros incluyentes. Es un status muy lindo (risas). Nosotros como norestenses somos bien chingones; claro, tenemos al Viejo Paulino, teníamos a Celso Piña, a Los Cadetes de Linares; teníamos las Glorias de Linares, comida muy típica, el cabrito, la carne asada, somos muy chingones…
Y somos altos y blancos y guapos (risas)…
Sí, pero yo mido 1.65; mi papá mide 1.85…
Yo mido 1.50 (risas)… Bueno, somos güeros y chaparritos, pero carismáticos… (risas)…
Qué bueno que lo dijiste, esa es mi mejor definición del norestense: el norteño es carismático, bien emprendedor, luchista y no se deja vencer ante las dificultades de la orografía. Ahorita estoy viendo en la tele que detuvieron una célula de migrantes, los cuidaba un cubano y tenían su culto. Encontraron artículos de santería, una gallina decapitada, y jabón Zote, no sé para que querían jabón Zote (risas)…
Pues es pura grasa, quién sabe…
Descubrí que hay varias clases de jabón Zote, hay azul, blanco y rosa, no sabía. (Risas)…
Y también hay líquido, creo, ¿eh?
Y también sacaron el jabón Rosa Venus líquido, lo encontré en presentación familiar y en ese instante mis ojos brillaron (risas)… ¿Te imaginas todos los hoteles de paso?, ¿cómo deben de estar ahorita? ¡Qué maravilla! Esa es otra de las dudas, ¿los van a abrir? (risas)…
Sólo con tu pareja.
¿Qué pasó?, ¿qué pasó?, usted se va por atavismos, somos gente limpia… (risas)
Pobre de la gente que tenía amantes, ¿no?
Pues sí, algunos tenían casa chica.
Tuvieron que elegir entre la grande y la chica.
No, ya no hay forma de sostener una casa chica, más bien tienes un fuckboy o una fuckgirl, ya con eso te puedes conectar.
¿Quiénes para ti son los poetas vivos más importantes o escritores en general?
Ahora le han dado mucha trascendencia a Samuel Noyola porque Octavio Paz dijo que era una mente brillante, y le hizo mucho daño al pobre hombre. Yo tuve la sinrazón de tratarlo, conocerlo, y evitarlo; a mis amigos les tenía prohibidísimo que lo llevaran a mi casa y aun así lo llevaban. Hay aproximaciones a los gustos personalísimos, me resultan atractivos todos aquellos que pueden romper la solemnidad. En una editorial pequeña que se llama librosampleados, leí un texto, cuentos de un chavo que me gustaron muchísimo, Adolfo Vergara Trujillo. Se lo mandé a Nahum, ahora tiene otra editorial con su chica…
Ediciones Periféricas.
Sí, yo estoy en las dos, en Ampliados y en Periféricas, y este… me gustó mucho ese chavo, su desparpajo, creatividad, y la forma del lenguaje, cada uno de sus cuentos me resultaron imposible de soltar. La poesía, ahora hemos visto que muchas señoritas y jóvenes se vuelven ganadores, pero no entiendo; leo un libro de poesía experimental, y es una mamada.
Sí, hay cosas terribles también, pero hay cosas muy buenas.
Creo que las cosas buenas, las últimas cosas buenas las leí en una antología de Luis Aguilar, de poesía juvenil brasileña… había varios de ellos muy buenos, me gustó su atrevimiento. Me gusta mucho Daniel Espartaco, porque es muy limpio para escribir, me gusta el diálogo, la forma, transmite todas las emociones de una forma lineal. Daniel sigue siendo de mis favoritos, es una promesa cumplida, y creo que no lo han valorado bien, me parece que es mucho mejor que David Miklos o que Luis Panini, o que Emiliano Monge. Me gusta mucho Miguel Ángel Díaz de León. Enrique Serna está muy cabrón. Sin duda es el mejor escritor mexicano, y no se anda con mamadas. Creo que la República de las Letras tiene que recuperar a Luis Humberto Crosthwaite y olvidar a Villoro…
Voy a entrevistar a Luis Humberto, de hecho, él está escribiendo su propia entrevista (risas)…
Qué chingón. Bueno, creo que le daría una segunda oportunidad a JM Servín; a veces se porta como una señora que está pasando por la temporada de modificación hormonal…
Voy a poner todo lo que me estás diciendo ¿eh?
Sí. Yo le daría una segunda oportunidad a JM para que las editoriales confiaran más en su trabajo y en toda la fábrica de monstruos que él maneja. Tendríamos que obviar a muchos que están en editoriales que ya se anquilosaron y que están en una zona de confort, que se llama Sistema Nacional de Creadores del Arte (risas)… Tenemos que pedirles que recapaciten, que se pongan otra vez las baterías y comiencen a ser filosos, como lo fueron en sus épocas de necesidad. Viven en una zona de confort, parecen técnicos de la selección mexicana, venden espejitos, “ahora vamos a jugar el quinto partido, vamos a calificar…”
“Vamos a soñar cosas chingonas”.
Esa es una ventisca en medio del desierto, esa planta que le llaman ustedes chamizo, sigue corriendo y ya nadie se las cree. Es horrible que piensen que el arte se hace como una forma de trásfuga, escribiendo sus estados de ánimo en Twitter o en recibos que les da un cajero automático. No. La autobiografía que ahorita están sembrando en Netflix de algunos personajes que tienen que ver con nuestra literatura, son horribles, tienen demasiados vacíos.
¿Cómo ves el ambiente literario en el norte?
Ah, qué bueno que me preguntas, esa es otra buena pregunta. La voy a responder como un estadista, casi como Churchill; voy a tener que decir que se hizo un Encuentro de Escritores que era muy conocido en Monterrey, se hizo todo por Zoom, pero te pedían que te registraras y fueras a la tienda de Conarte, aunque costara cero, y comenzaras a disfrutar de las… creo que Rocío Cerón abrió, no sé quién más iba a estar. Creo que se fijan mucho en los indicadores y los indicadores no han servido para nada, para muy poco. Hay una nueva ola emergente que parece que los mal copiaron, me preocupa porque no son legítimos, son una copia deficiente, y te remites a sus lecturas y son bárbaras… Ya estoy hablando como Donald Trump, le gusta mucho decir wonderful, fantastic…
Fabulous…
Sí, y él ya está en Waterloo, y no se ha dado cuenta de que sus caballos están ahogados en la sangre y está congelada su artillería y él sigue, ¡adelante!, ¡sigamos! Y ya todos desertaron, todos se bajaron del autobusito… (risas). Me gusta su frase: “Nadie que haya apostado contra mí, ha ganado”, ¡qué bruto! Así parece la República del Norte. Lamentablemente, estos jóvenes creen que toda la literatura se ha hecho en los Vips, es horrible leerlos y releerlos, y lo digo con suficiencia, a riesgo de verme engreído. Consigo sus libros, no se los pido, los consigo y sufro para terminarlos, pero eso también me pasa con David Huerta, ¡ah, qué bruto! (risas)… Digo, es un buen tipo, yo fui su alumno, pero este hombre… ¿por qué no hace las cosas más simples?, ya sabemos que sabe (risas)…
Qué cabrón eres… (risas)…
David Huerta es un genio, pero hay que pensar que en esta república mexicana no todos tenemos esa capacidad, tal vez la tenga David Miklos, Daniel Hererra, Julián Herbert; Carlos Velázquez no, él no, él va por otro lado…(risas)…
Carlos es un patán, en su literatura…
Claro y siempre lo hemos gozado. No hemos llegado a la necesidad de exiliarlo, porque él se exilia solo, qué maravilla tener un amigo que se exilia solo (risas). Eso es lo más maravilloso que puede tener mi amistad con Carlos, sus exilios y su silencio, está con madres, yo disfruto del exilio de Carlos (risas)… Acabo de leer sus nuevas crónicas que publicó, rockeras, aparezco en sus crónicas de una vez que nos pusimos bien pedos, y nos perdimos en el hell and heaven…
¿Y se besaron? (risas)…
No, él terminó tirado, botado. Y lo bueno fue que no perdí mi vuelo (risas)…
¿Cómo ves el trabajo periodístico en México?
Tenemos un libro que sacamos JM Servín y un servidor que se llama Génesis del lunes, que es un trabajo que se hizo sobre los mejores textos nocturnos de José Alvarado. Hay varios portales que hacen su trabajo con dignidad. El problema es cuando el periodismo se convierte en oficina de relaciones públicas o de propaganda, entonces muchos de los medios ordinarios que conocemos, llámese Reforma, el Universal, Excélsior ni se diga, Milenio…
Proceso.
Proceso, ¡qué bruto!, cuando publicó el libro… yo lo presenté en Monterrey, el de Luna Bella; dije: “Esto es una mamada”; lo hubiera pensado de Planeta o de Grijalvo, podrían hacer algo sobre la chica sexoservidora más conocida de Monterrey, bueno, tenemos varias…
Tenemos… (risas)…
Sí, tenemos varias, está Elena Dalaé; realmente producimos pornografía de calidad (risas)… y sexoservidoras también.
Hablando de algo más personal, ¿cómo es tu proceso creativo?, ¿a qué hora escribes?
Escribo a todas horas, pero regularmente por las mañanas…
¿Te levantas y te pones a escribir? ¿Cómo es un día ordinario en tu vida?
Si no estoy crudo, si no me excedí… Bueno, ahora en pandemia es muy difícil, anteriormente sí me levantaba a las 6 de la mañana, leía el periódico y empezaba a hacer mis pendientes; luego despachaba al niño, su escuela estaba muy cerca de casa, entonces…Un día común empieza temprano y termina muy noche, pero siempre tomo un receso en las tardes, una siesta, y vuelvo a encender la computadora. Veo muchas películas, por lo menos veo una o dos películas por día, eso es de siempre, siempre veo cine y estoy leyendo, tengo un par de libros aquí en la mesa que les quiero entrar. Toco en un grupo, en un conjunto, en dos, más bien, en uno hago playback y en otro sí toco. Esta semana toqué en un streaming, y la semana que viene tengo ensayo…
¿Y te pagan, puedes vivir de eso?
¡Nooo!, nos estamos divirtiendo, todavía no… Es como cuando me preguntan: “¿Te hiciste rico de escribir libros?”, los únicos que vivían de eso eran Carlos Fuentes, Monsiváis y Octavio Paz; bueno, Cesar Lozano sí venden mucho, cobra más de 100 mil pesos por presentación, ya es un rockstar. Tomé el curso con él… (risas)…
¿Neta?
¡Claro que lo tomé! Pero para reírme, dije: “Vamos a ver la forma de trabajo que tiene Lozano”, entonces hubo una coyuntura…
¿Y por qué te ríes de alguien que gana el triple que tú? (risas)…
Porque soy un tonto, he perdido todo mi tiempo, debería de hacer libros de superación personal (risas)… ya encontré la fórmula; ya no debo perder el tiempo con la literatura y el periodismo, lo de hoy es el coaching. Voy a hacer coaching.
¿Qué tan importante es que los escritores tengamos un sostén económico y emocional detrás nuestro para poder crear?
Básico. Creo que el mejor sustento que pude tener un escritor, periodista, fotógrafo, músico, no es el reconocimiento, sino también que exista la protección del Estado. Es terrible que se tengan que hacer colectas para poder pagar, no Oceánica, la disyuntiva de salud. Cuando tienes un personaje que está tratando de sobrevivir, diabetes o cáncer avanzado y que no pueden…
Como le pasó a Luis Zapata, que en paz descanse.
Sí, por supuesto. Necesitamos entender que el principal eje rector para la protección, no son las obras, son los artistas, necesitamos hacer una modificación en la Constitución en la cual se recapitalice el término “artista”, gestor de arte y crear esa figura para dotarlos de un sustento, una pensión y servicios médicos de calidad, tiene que ser integral. No somos futbolistas, el futbolista y el boxeador ganan millones y despilfarran millones, y de cierta manera parece que los adoramos más que a un proceso creativo de años. Un novelista no escribe cinco o seis novelas por año, a algunos les toma cuatro o cinco años escribir una, ¿y qué haces mientras tanto? A menos que tengas un mecenas muy alto, o que tu mujer o tu pareja varón, hembra, no lineal, aporten. Y tiene el estado que proponerse proteger al creador, no solamente como el SNC, en general. También a los artesanos, a todos esos que no ganan el mínimo, y me incluyo. Necesitamos ayuda.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Hay dos libros más de crónicas y estoy tratando de reagruparme porque mucho de mi trabajo es la interpretación de una comunidad tan convulsa como lo es la regiomontana, y no hallo hilo conductor, estoy como semidestruido en el interior. Me volví un discapacitado social, no por permanecer en casa, discapacitado para interpretar cual va a ser el futuro inmediato de nuestra convivencia, de nuestros valores y deficiencias. Estoy de parto, pero de parto ideológico. El mundo está muy raro. Esta es una sociedad que se está muriendo…
¿Y tendrá un renacimiento?
No puedo documentar un optimismo, más bien racionalizo a un alto grado de decepción social, me siento decepcionado, estoy decepcionado, y esta decepción se tiene que traducir en crónicas, en textos, participaciones…
En creatividad, tienes que crear a partir de lo que sientes.
Y a partir de lo que leo. ¿Puedes creer que me suscribí para poder leer todas las notificaciones de Donald Trump y Paty Navidad?, ¡es increíble!, estoy siguiendo a Paty Navidad porque ella sí cree que nos va a cargar el payado a todos si no queda Trump, ella es el ángel ejecutor… (risas).
¿Paty Navidad es el ángel ejecutor? (risas)…
Creo que podría escribir una novela sobre Paty Navidad, ella me sacó del marasmo de mi suicidio intelectual.
¿Te está oyendo Claudia? (Risas)…
Sí, claro.
¿Y sabe que estás en el marasmo con Paty Navidad?
(Risas)… Marasmo es un adelgazamiento repentino, no es lo mismo que orgasmo. Preferiría tener un orgasmo con Maribel Guardia, quisiera saber cómo es por dentro; a la mejor te desinfla o se desinfla ella. Maribel Guardia es la onda.
Y con esa frase extranísima terminamos la entrevista con Gerson Gómez (autor de una decena de libros y becario del Centro de Escritores de Nuevo León 2002), no sin antes ponernos al tanto de nuestras vidas y hablar largamente de cervezas y alcoholes.