Músico, compositor y productor, Jorge Fratta es uno de los personajes más trascendentales en el escenario musical de México, quien hoy nos concedió una entrevista exclusiva para Poetripiados donde nos cuenta sus inicios y trayectoria.
Poetripiados (P): Fratta, debido a tu trayectoria (con una mezcla de jazz, pop, funk, electrónica) eres considerado uno de los músicos de culto en la escena musical mexicana, dime ¿cómo fueron tus inicios en la música?
Fratta (F): Muchas gracias. Yo inicié estudiando piano, pero no teníamos uno en casa, entonces era medio frustrante. Cambié a guitarra clásica y contemporánea por lo práctico del instrumento y ahí comencé a volar, ya que podía tocar a toda hora y en cualquier parte.
Más adelante en el Colegio Madrid, semillero de músicos, se dio la oportunidad de armar una banda para abrir el concierto de un grupo llamado Cáscara, cuyo cantante se regresaba a la Argentina, dicho grupo a la postre, sería Bon y los Enemigos del silencio. Mi banda en esos años se llamaba Arttefacto, tristemente se desintegró en nuestra etapa universitaria y así fue como comencé a tocar sólo incorporando elementos electrónicos, lo que derivó en el Romántico Desliz diez años después. Lo demás es historia.
(P): ¿De todos tus discos como solista cuál ha sido el que más te ha gustado?
(F): A todos les tengo un especial cariño, pero Motel es el que más contento me tiene en cuanto a lo que quería hacer y lo que quedó grabado. El proceso de producción y grabación fue una buena época en la vida.
(P): Angelitos negros ha sido una de las canciones más emblemáticas ¿en qué te inspiraste para esta canción?
(F): La situación del mundo en esos momentos era caótica, la Guerra de Golfo reflejaba la historia del mundo; los intereses económicos ligados al poder religioso, como siempre. La canción trata de hablar globalmente, pero a la vez como en nuestros pequeños espacios, casa, se reflejan muchas veces los mismos asuntos de poder, control moral e intereses individuales. Es una crítica al poder bélico y el control religioso que todos de alguna manera padecemos.
(P): Pero antes de todo esto, hubo un inicio. ¿Cómo fue tu primer contacto con la música en la niñez?
(F): En mi casa siempre había música, clásica y folklórica sobre todo, la televisión se veía muy poco. Mi madre, buscándome actividades extra me metió a clases de órgano, que la verdad no me gustaban mucho, pero el maestro le sugirió a mi madre que me metiera a piano porque tenía facilidad para la música y buen oído. Lo demás es historia…
(P): ¿Cuál fue el primer músico en el mundo que llamó más tu atención?
(F): Un día me llevaron a un Festival de Blues en el viejo Auditorio Nacional (70´s); Muddy Waters me voló la cabeza al verlo tocar y su manera de gozar la música. En una etapa más adolescente y consciente, cuando escuché la primera vez a Pink Floyd con atención y audífonos ya no volví jamás.
(P): Has colaborado con varios músicos, como Aleks syntek, Julieta Venegas, Sasha Sokol, Benny Ibarra, Eli Guerra, ¿qué te ha dejado eso?
(F): Un gran aprendizaje, además de que soy muy feliz cuando toco para alguien más y no soy yo el centro vocal. Disfruto mucho ser parte de un equipo en función de alguien más e introducirme en otra música. Mis años con Benny fueron de mucho aprendizaje en las grandes ligas del espectáculo, me gusta mucho ser instrumentista y dedicarme al cien a mi instrumento.
(P): Aparte de ser músico, has producido algunos artistas, platícame ¿cómo ha sido esa parte de tu vida profesional?
(F): Propiamente no he producido completamente a otro artista, he sido coproductor con el Sr. González en alguno de sus discos; como productor he trabajado casi únicamente en mi proyecto.
(P): ¿Cómo ves la música en general en México en estos momentos de pandemia?
(F): Me parece que todos estamos buscando formas nuevas para la música. La parte creativa sigue ahí, pero el problema es cómo llegar a la gente. Posiblemente no tengamos conciertos en un rato, presenciales, pero hemos buscado la forma de llegar a la gente, ya sea desde streamings caseros, hasta conciertos en foros que se transmiten, sin público presente. La semana pasada me presenté en el Foro del Tejedor, vía streaming, y fue una experiencia muy particular. Ahora sí que adecuándonos a la “nueva normalidad”.
(P): ¿Cuál es el papel de la música en el rescate del tejido social para un país como México?
(F): La música siempre ha sido esencial y necesaria para la sociedad. México es un país muy complejo y altamente musical, así que toda música que acompañe cualquier proceso es esencial. Por lo pronto y en pandemia, me parece que la música en general ha sido el bálsamo para mucha gente en esta cuarentena.
(P): ¿Qué representa para ti Ciudad Juárez para nuestro país?
(F): Mucho, mi hermana mayor vive ahí desde los 80, además de ser tristemente el foco histórico de los feminicidios. He participado en teatro documental que toca el tema y con organizaciones sociales que luchan por los derechos de las mujeres y migrantes en Chihuahua.
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