En nuestro espacio de recomendaciones quincenales le ha llegado el turno a uno de los libros más controversiales de los últimos años. ¿Es justa la controversia, o simplemente un síntoma de los tiempos delicados que nos tocó vivir?
Bora Chung es una escritora que ya lleva algunos años publicando novelas y cuentos pero, igual que el grueso de la literatura de Corea, por no existir traducciones a otros idiomas su obra había permanecido oculta al gran público. En efecto, no fue sino hasta la aparición de su colección CURSED BUNNY traducida al inglés en 2021 (más de cuatro años después de su publicación original en Corea) que el resto del mundo se enteró siquiera de su existencia. Fue tal el éxito de este libro, nominado de hecho a varios premios literarios, que no tardó en llegarnos la versión en español, en esta ocasión de la mano de la Editorial Alpha Decay, que se especializan en autores contemporáneos.
Con la fama, por desgracia llegan otros inconvenientes. Es difícil etiquetar a CONEJO MALDITO, algo que inquieta a editoriales y librerías por igual, que parecen no saber cómo venderlo. Inclasificable, hasta la etiqueta de “literatura Weird” (creada casi exclusivamente cuando no sabes cómo describir tu propio producto) le acaba quedando corta. La lectura de tan solo un par de sus cuentos nos demuestra por qué:
Una muchacha sentada en su inodoro descubre una cabeza sin cuerpo flotando adentro, una cabeza que abre los ojos y le llama “mamá”. Una cabeza que se ha creado de sus heces y sus orines y pelos y hasta del papel de baño con que se limpia. La mujer por supuesto le jala al baño y ve cómo la cabeza se va. Pero a partir de ese momento, cada vez que va al baño se la vuelve a encontrar ahí flotando en el retrete. Esto continúa hasta el punto que la pobre ya no quiere ir al baño. Empieza ir al sanitario de su oficina, pero ahí también se la vuelve a encontrar. Le da estreñimiento, le da cistitis. Y luego… algo peor. ¡Historia digna del mangaka Junji Ito! Es el tipo de historia grotesca que personalmente me gustan mucho, pero que a muchas personas les parecerá desagradable, quizá hasta de mal gusto.
En otro de los cuentos, una joven no puede dejar de menstruar; por alguna razón sigue sangrando durante dos semanas, tres semanas, hasta que de plano va con un ginecólogo y este doctor le receta unas pastillas anticonceptivas… que solo la embarazan. El ginecólogo además le explica que “necesitas conseguirte un hombre” para que sea el padre de este niño o el feto no se va a desarrollar correctamente. El relato acaba con el final más espantoso que he leído en mucho tiempo.
En resumen, hablamos de ese tipo de body horror, de horror corporal *visceral* de aquellas primeras películas de Cronenberg, o esas historias de Clive Barker de los 80s. Entiendo que no son para todo mundo. Hay gente que simplemente las va a considerar asquerosas y no quieren saber nada de ellas. Y está bien, pues. En gustos colores. A cada quien le gusta lo que le gusta y punto. Pero si quieren intentar algo diferente a lo que ya han leído mil veces pues en serio en serio les recomiendo este librito. Y la literatura coreana en general.
Así como las películas de horror japonesas se pusieron de moda hace como 25 años, dígase RINGU o LA MALDICIÓN, etc, ahora el mundo ha empezado a descubrir recientemente el cine coreano (muchos abrieron los ojos cuando PARASITE ganó el Oscar hace un par de años, pero en realidad llevan décadas produciendo material alucinante), o todas esas series de horror coreanas que pueden descubrir en Netflix hoy por hoy como SWEET HOME, ALL OF US ARE DEAD, STRANGERS FROM HELL, HELLBOUND, o inclusive la ya tan famosa THE SQUID GAME. Series y películas y libros creadas por una sensibilidad muy distinta a la anglosajona a la que nos tiene acostumbrados Hollywood. Estamos ante un nuevo mundo, y es hora de aprovecharlo.