a Enya Danae
II
¿Quién ha de saber los caminos
que están abiertos a la espalda del mundo,
daga de cristal escondida en el peto,
prefecta de las distancias
que se cosen al rostro del mar,
abadía de la voz quebrada,
y que se termina de hundir
en los orificios de la luna?,
¿quién se ha de aburrir entre canciones
que desvelan a los grillos
conforme la llama titila sobre el agua;
ese otro pleonasmo al final del día?
Vivir como quien nunca se equivoca
para que la herida le maraville,
llena la brida de migajas
y la copa tibia aunque vacía,
sorprende a las curiosas con historias de amor
que nunca concluyen,
y por la noche la saeta de marfil
tallada con profundas oraciones;
solo los borrachos y los muertos
duermen en tanta paz.
Quién ha de merodear por las avenidas
con la certeza de los perros viejos
que han perdonado la locura de sus amos,
esa traición violenta de recorrer el polvo
para cerrar los ojos,
quien escarmienta los vicios del holgazán
y no se apresura advertir el rastro
para prevenir a los insectos.
Si algo me sobra es el escoger
por no saber lo que se tiene que decir
en los momentos adecuados,
desmoronar entre los dientes naciones completas
para abrevar de la sabiduría.
Se camina entre veredas
porque no hay forma de conocer
lo que vendrá adelante.
VIII (hambre)
Nada hay tan cierto como la desnudez del estómago,
corona de hueso que llena la voz
para arrojar en los charcos resecos,
ahí habrá un orfebre sin gemas
para relumbrar en las llamas,
entre las muecas del ocaso
se acurrucan las damas del oeste
para trenzar en su cabellera
la trémula yerbabuena que duerme
en el manto de los ocelotes,
mira al placer de las hojas altas
que revuelve la curiosidad,
asiente sobre las piedras cada palacio
porque los futuros viajeros se ocultan;
errante profeta,
sostén la lámpara antes de dar los pasos atrás
para que los mercaderes no sospechen,
de las heridas en el rostro de la espalda,
la luz apenas sostiene el rostro
y el letargo me asombra,
escucho el rumiar tras el salto de los grillos,
metáfora de la acción
que escurre como miel de la cuna;
por ahora se han de deshilvanar en los dedos
las ilusorias cadenas talladas.
Es necesario saber que las batallas han concluido
antes de abandonar el hogar,
el oráculo quizá nos espera en la peña
y que ningún testigo responderá ya
por las promesas del afecto,
arrogante conocedor de las calles
que rebate en las pozas de soles
que rebosan el granito,
alguien respirará el polvo de los caballos
mientras el tiempo se arruga
en sus crines oscuras,
la noche nos caerá sin aviso
sin que las hojas centelleen la fuerza
en las redondas hostilidades del vientre.
XIX (aprender a ser)
No puedes evitar el dolor,
tienes que saberlo,
porque la rosa se descompondrá en tus manos
y a cada noche helada
le sucederá la muerte en la montaña,
porque el sedimento bajo la lengua
también quema,
y en tus manos caerán falsas dagas
con las que también podrás lastimar
a tus iguales,
el dolor es un astro que circunda
nuestras cabezas como aquella espada,
es una espiga amarga que se cuela en la cosecha,
el dolor será entonces un reino
donde colocarás tu miedo.
Pero también descubrirás el sol
iluminando el agua sobre de los valles
y sentirás el amable botón de la rosa
cuando emerja,
y cada noche se prenderá la llama
que hace temblar a las estrellas,
y serán tus manos el martillo
con que construirás tu casa
para que todos quepan.
El dolor está allí para sostenernos el vientre,
es una forja inagotable
donde sostener la brida y la pólvora.
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Zepeda Villarreal, Ernesto Adair. (Texcoco, México, 1986). M.C., Economista. Director de Ediciones Ave Azul (aveazul.com.mx). Editor del Colectivo Entrópico. Certamen Literario José Arrese 2023, 1er lugar en poesía y tercero en cuento. Premio Nacional de cuento ‘Gabriel Borunda’ 2021; XVI Premio Nacional de poesía Tintanueva 2014; 1er lugar III certamen Buscando la Muerte, del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, 2014. Finalista en el Concurso Internacional de cuento Libre 2023 del Festival Rulfiano de las artes. Publicaciones recientes: Los pasillos de la muerte (Tintanueva, 2022), Los ojos del gato (Ave Azul-Alja, 2021), Glosa del reproche (Letras de barro, 2020), Ofrenda de palabras (Versoterapia, 2020), Reminiscencias (Tintanueva, 2014; Ave Azul, 2019), y Raíces bajo las rocas (Alja Ediciones, 2016). Columnista en Opinión de Yucatán. Disponibles en Amazon y SmashWords.
aveazul.com.mx – Fb: Ediciones Ave Azul – adairzv@gmail.com – IG: Adarkir – Twitter: @adairzv