Mateo tenía prisa. Aceleró a toda velocidad en su Mustang negro por el Malecón, hasta llegar al cruce donde se erige el monumento a Zapata. Allí estaba su objetivo, inmóvil bajo la sombra de la esquina. Con manos firmes y corazón de hielo, sacó la Colt que dormía debajo del asiento del copiloto. Apuntó con la frialdad que el oficio le había dado, como quien conoce de antemano el destino de cada bala. Dos, tres, cuatro disparos, y la víctima cayó sobre el pavimento caliente. La sangre comenzaría a serpentear entre el asfalto poroso, buscando caminos invisibles. Pero esta vez, no se quedaría a contemplar el recorrido de aquel río rojo que anunciaba la muerte. Se alejó de la escena, regresó a su auto y enfiló de nuevo al poniente. Se detuvo en el primer Oxxo que encontró. Entró y un aire gélido, como un aliento de tierra fría, lo recibió. Caminó hasta el último anaquel, donde la leche en polvo para bebés esperaba en silencio. Tomó el último bote de color rosa, salió de la tienda y, con prisa, volvió al Malecón, que parecía un hervidero de patrullas. Su bebé tenía hambre.
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Antonio F. Schroeder nació en Ciudad Juárez en 1976. Es periodista desde hace 26 años y editor de revistas literarias. Actualmente trabaja como editor en Norte Digital y Juárez Digital. Es el Director General de Poetripiados. Autor de la novela Oriana (Conaculta, Pacmyc, 2011) y Personajes de una ciudad sitiada (Universidad de Nuevo México en Las Cruces, EU, 2013). Parte de sus relatos y poemas han sido publicados en antologías mexicanas, revistas estadounidenses, en España y Francia. Formó parte del equipo fundador del movimiento internacional Escritores por Ciudad Juárez.