El poeta mexicano José Landa Rosas escribió un libro dedicado a un lugar en el campo, donde transcurrieron sus primeros años de vida, una obra que va desde lo imaginario hasta lo espiritual. En Los territorios del verano el autor propuso con voz coherente y sostenida, un mundo singular que se expresa con su propia musicalidad interior y ésas características fueron valoradas por el jurado del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Alcalá para otorgarle su máximo reconocimiento.
Este galardón literario se entrega cada 9 de octubre desde hace 50 años, en Alcalá de Henares, emblema de España y de la literatura en español. La fecha está enlazada con el aniversario del bautismo de Miguel de Cervantes, aunque este 2020 se aplazó a causa del rebrote de Covid-19 en la Comunidad de Madrid.
Los Premios de Ciudad de Alcalá han sido transparentes, de los más pulcros que se entregan en el ámbito hispano y se trata de la primera vez que lo recibe un escritor mexicano.
“Los territorios del verano es un libro de corte relativamente bucólico, dedicado a un pedacito del sur, a un lugar particular en el campo, donde pasé mis primeros años de vida, estábamos rodeados de selva, “represas” pequeñas que se hacían para almacenar agua al no haber pozo, vacas, becerros, caballos, plantíos, con historias y anécdotas muy nuestras porque surgían entre nosotros mitos propios”, relata en entrevista con Poetripiados.
Landa ha publicado 15 libros en México, Guatemala, Canadá, Brasil y España, y ha obtenido numerosos reconocimientos en los ámbitos de las artes plásticas, la literatura y el periodismo, tanto a nivel nacional como en Latinoamérica y España.
El libro, dice, es un fragmento de su historia familiar, y contiene momentos luminosos de su vida, ricos en creencias, en contemplaciones, en material para reflexiones que me permitieron entrecruzar los recuerdos con reinvenciones.
“Su escritura me permitió dejar fluir mi veta como artista plástico, entonces es también un poemario donde se combina lo visual, lo imaginario, con lo existencial y en algunos momentos lo espiritual”, agrega el escritor nacido en Campeche en 1976.
Al contrario de otros galardones entregados en el ámbito literario internacional, éste es muy distinto, sobre todo por su transparencia.
“Yo estoy muy agradecido y muy contento porque es uno de los premios de Iberoamérica más notables por su calidad, su pulcritud, su honestidad, libre de las manos negras de ciertas mafias culturales que han enturbiado muchísimos premios, pero el “Ciudad de Alcalá” se mantiene intacto. Me alegra haber tenido un jurado íntegramente español porque me hace pensar que mi trabajo puede leerse y apreciarse independientemente de subcódigos en nuestra lengua, o de las naturales diferencias culturales. Lo mismo me ha sucedido cuando eligen mi trabajo en Centro o Sudamérica”, explica.
El autor mexicano, considerado por algunos críticos como uno de los poetas mexicanos actuales con más fuerza, asegura que la poesía, pese a las coincidencias idiomáticas, no es igual en México que en España o en Guatemala o Colombia, o en el sur hispano de Estados Unidos, por ejemplo.
“Las tendencias estéticas que hoy son muy diversas, es más probable que tengan concordancias dentro de un mismo país que de una a otra frontera o continente, generando incluso las veleidosas modas. Pese a posibles y porcentuales coincidencias, la poesía que se escribe en cada territorio hispanoparlante es diferente entre sí. Que pese a ello me palomeen, o palomeen alguna que otra obra mía, eso me encanta, lo agradezco y lo celebro”, expresa el poeta.
José Antonio lleva una carrera bastante avanzada. Su primer libro, Tronco abierto (Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Campeche), lo publicó en 1992, y ha sido muy prolífico.
“Escribo mucho pero últimamente he publicado poco. Desde mi Tribus de polvo nómada (Editorial Renacimiento, Sevilla, 2011) pasaron casi nueve años para que publicara Aunque murmure el frío (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2019). Entre esos años hubo varias antologías y algunas publicaciones en coautoría pero ninguno individual”.
Pero luego llegó el Covid-19 y todo cambió. A principios de este año Landa planeaba comenzar con la promoción de su libro más reciente.
“Cayó la pandemia justo cuando estaba en planes de comenzar a promover mi libro más reciente y ya no pasó nada, también se truncó otra edición que habría salido a mediados de este año pues se pospuso ´para después de la crisis económica por Covid19´”.
Landa no suele hacer muchas presentaciones ni participar en muchos eventos literarios. Evita la fiesta habitual por la que transcurre el medio literario y prefiere la intimidad de la lectura y la escritura, “el placer de vivirme, vivir a mi mujer y mis hijos, a mis parientes, a mis amigos”.
José Landa ha obtenido otros premios en España anteriormente, donde también han dado a conocer su obra editoriales de Madrid y Sevilla.
Ha sido ganador del Premio Internacional “Luys Santamarina” (Cieza, Murcia, 2019) por el libro “Aunque murmure el frío”, publicado por el sello madrileño Ediciones Vitruvio. Asimismo, el accésit del Premio de Poesía de Peñaranda (Salamanca, 2019) y el Premio Internacional “Ciudad de Lepe”, en 2009. También es autor de “Tribus de polvo nómada”, publicado por Editorial Renacimiento en 2011, y del poemario “Ciego murmullo de ciudades portuarias”, a cargo de Editorial Cultura y el Ministerio de Cultura de Guatemala, donde obtuvo el Premio Mesoamericano de Poesía Luis Cardoza y Aragón en 2010, con la participación del Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En suma, José Landa ha publicado 16 libros y participado en más de una veintena de antologías dentro y fuera de su país. Ha obtenido reconocimientos por su obra en México, España, Guatemala, Colombia, Estados Unidos e Italia, traduciéndosele al francés, portugués, alemán y valenciano.
Entre sus otros reconocimientos podemos citar el Premio Latinoamericano de Poesía Ciro Mendía (Colombia, 2018), Premio Hispanoamericano de Poesía Quetzaltenango (Guatemala, 2007 y 2017), Premio Nacional de Poesía Ignacio Altamirano (México, 2018), Premio de Poesía José Gorostiza (Tabasco, México, 1994). También ha sido finalista en los premios españoles: Tardor (Castellón, 2010), Paul Beckett (Almería, 2010), Leonor (Soria, 2011 y 2018), Premios Fray Luis de León de Creación Literaria 2017. Ha sido becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) como poeta, y del Programa Edmundo Valadés, de la misma institución, como editor.
De las antologías que incluyen su obra literaria se cuentan: Palabras en la niebla –cuentos– (Editorial Verbum, Madrid, 2016), Alquimia de la sal (Amargord Ediciones, Madrid, 2015), Antología general de la poesía mexicana II (Océano, México, 2014), La alquimia del agua (Universidad de Huelva, España, 2012), Un orbe más ancho (UNAM, México 2005), Anuario de poesía (Fondo de Cultura Económica, México 2005), El manantial latente (Conaculta, México, 2002).
(Imagen tomada por Bercy Domínguez, en España)