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Tú que ganas fronteras desde el cielo

Tres poemas de Luis Armenta Malpica para viajar en el tiempo

Por Luis Armenta Malpica | 24 noviembre, 2020

Kinjiki: el color prohibido

La danza

hacia la oscuridad

comienza:

                 con el cuerpo completamente

                                       blanco

debajo

de esa piel

                       la rosa

de Hiroshima.

                                  Se abre paso:

es una espada nuestra sinceridad

un crisantemo el cuerpo

que nace de la guerra

y sangra

y debilita

mientras va envejeciendo. Aire

quemado en oro

en el recio sudor de los soldados. Bailan

la primera obra buts

son el Ns y el kabuki

la pluma y la katana

frente a frente

:: tú y yo.

Confesiones de una máscara

Tú que duermes en mí

con tu belleza aparte

y entre los dos persigues

con amor y crueldad tu curvatura

de hombre, el edén y el sepulcro (largo puente)

que no alcanzan a darnos residencia conjunta ni pactada.

Tú que aprietas el paso cabalgante con las arboladuras del deseo

como aguja, y cruzas por el ojo del mundo enceguecido: lo desnudas

lo rasgas y revelas su luz en un relámpago. Tú que lejos

de la culpa y su muérdago te disuelves en este mundo real

y abandonas cualquier remordimiento en un vaso con agua, por pura

diversión, por vivir el instante.

Tú, máscara en mi rostro, que lancé de mis manos como si fuera avión y en sus papeles encontrara su vuelo. Y en los mares, debajo de sus alas, la forma de su sed y su beberse lento, despreocupado y solo, conociendo otros cuerpos tendidos en la nieve, en las amplias praderas de un verde pupiloso y es su mirar de lejos lo que acerca el amor a los motores. Tú que sobrevolaste, sin planearlo, los trenes de la ausencia y su holocausto, los hornos y los campos que sin concentración hacen de ti un marino distinto, disidente. Tú, rostro sin mi propia sonrisa, cuerpo también a veces, tan mío por ocasiones y tanque del contrario. Tú que ganas fronteras desde el cielo y arrojas las cenizas del cigarro en el río y en el mar, en un vaso sin dueño mientras esté vacío de toda entonación de himno y promesa. Joven y atragantado de pasión y egoísmo, extiéndete por toda mi memoria y trae de nuevo a casa el oleaje que pueda levantarse de mí, para enterrar tus ojos en este corazón que apenas flota. Esta infelicidad (ya sin belleza) será mi nuevo rostro (sin pasado). Y no podrá dolerme más

que a ti, a quien cedo la espada que cortará mi cuello y dejará caer la máscara que separa el bosque del infierno, tu cuerpo de mi rostro, mi muerte de tu vida. Alcanzaré la gloria… ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Seppuku de Mishima

Yo quisiera vivir un espacio habitable

más allá del deseo

tan blanco como aquella infección

que en tu garganta avisa

del duelo y los adioses.

O conformarme con el pobre lugar

al que me asignan el humor, la juventud

o la barba profusa: esas cosas sensatas

que hacen resplandecer tus ojos

cuando yo no los miro.

Una mirada basta

para contaminar la transparencia.

Qué alguien apague la agonía de la carne celosa

en su constante celo.

Porque después del beso nos quedará un gruñido

largo, hondo, estomacal

mitad dolor y aliento. Esa presencia frágil

que no raye ni curve mi reclamo.

Con la camisa abierta (plena jaula de mí + ya sin semillas)

siembro esta flor de sangre que en el silencio es luz

contra mi voluntad y tu homenaje

porque no me entendieron.

Y espero que tu nombre

como un ángel distinto

abandone mi boca

(anginas inflamables)

y haga su propio amor

donde tenga más

cielo.

Los tres poemas pertenecen al libro Enola Gay (Vaso Roto, España, 2019)

Luis Armenta Malpica es poeta, ensayista, presidente de la Casa Cultural de las Américas (sede en Houston) y director de Mantis Editores. Premio Jalisco en Letras, Premio Nacional de Poesía José Emilio Pacheco, Premio de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz, Diplôme d’Excellence Librex en Iași, Rumanía, y Premio Jaime Sabines-Gatien Lapointe, Canadá-México. Cavaler al Poeziei Capitalei Marii Uniri Iași, y finalista del Premio Letterario Internazionale Camaiore (Italia), entre muchos otros reconocimientos.Autor de veinticinco poemarios, siendo los más recientes Götterdämmerung (Quebec, 2015), Greetings to the Family (España, 2016), Voința luminii (Rumania, 2017), Chiamatemi Ismaele (Italia, 2019) y Enola Gay (España, 2019). Libros y poemas de su autoría han sido traducidos al alemán, árabe, catalán, francés, gallego, inglés, italiano, maya, neerlandés, portugués, rumano y ruso.

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