Quiero ser pájaro
De vez en cuando
arrojo palabras al viento
para romper el presagio
que instala su nido en el pecho.
No quiero ataduras,
ni trazos en el alma.
Quiero ser pájaro;
cantar a la hora en que las flores florecen,
cantarle a las estrellas una balada solemne.
Posarme en un árbol, y cantar a la hora del sortilegio.
No quiero ser caos.
ni sentir este anhelo de lágrima inmersa
ni una voz perdida en el horizonte.
Habitar mi destino.
Habitar las nubes más allá de los cielos,
habitar los ríos, las selvas, y las olas.
Quiero sentarme
en la arena, escuchar la elocuencia del mar.
Gran sabio, sana mi alma con el bálsamo de tu regazo y cantemos juntos esta noche
Quiero ser pájaro
para cantar con mis ancestros después de la muerte.
Umbral
Hay un rumor de espera en el alba
la espera de los días
amontonados
en las gotas de rocío,
veo pasar el tiempo
como el suspiro de las estrellas
y los pájaros vuelan sin distancia.
Hay un rumor de espera en mi adentro
la espera de la ausencia
que atraviesan los días vacíos
en el umbral del horizonte
Hay un deseo inmaterial en mi adentro
deseo de llegar a ti
donde siembras luceros
y cosechas alas abiertas.
Primavera anticipada
Sucede que el viento susurra
en mi espalda,
susurra recuerdos
y arrastra lejos,
algunos
que se desprenden de la memoria.
El viento arrastra
las flores marchitas
y alzan la vista
hacia las aves.
Sucede que el viento
carga
en su espalda
una primavera anticipada
de cuerpos danzantes.
Sucede que danza conmigo
me abraza la conciencia,
me viste de otoño, invierno, y primavera.
Sucede que se posa en mi sombra desnuda
y trae consigo
pájaros
que anidan en mi memoria.
Liturgia
Y en los días a medio hacer
con el pecho vacío
con el olor del olvido en los segundos
arrastrado tinieblas
la muerte silba en mis entrañas
una tonada que danza en mis pupilas.
Un féretro y una tumba
permanecen al costado de mi último camino.
Pero soy inmarcesible…
Profano el segundo que yace al pie de mi tumba
y entre gritos perdidos
un colibrí eleva mis plegarias;
de palabras quebradas
de palabras olvidadas
de palabras a medio nacer
en el augurio que trae el ocaso.
Y de nuevo renazco…
Una pájaro proclama; ¡está vivo!
Camino entre senderos…
entre el murmullo del viento.
Contemplo las flores:
margaritas, amapolas
dalias, tulipanes, lirios
narcisos.
El rocío de las mañanas
es una liturgia de pájaros
Mi música es el canto sonoro del mar,
ahora un ruiseñor guía mis pasos
atrás quedan los días a medio hacer
y un rostro que sonríe
es mi estandarte.
—————————————–
Byron Villatoro (Honduras) es pasante de la carrera de letras con orientación en lingüística en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, gestor cultural y poeta. Comprometido con la difusión del arte y la cultura, especialmente en la ciudad de Danlí, El paraíso, Honduras, buscando espacios físicos y digitales con el fin de apoyar a los artistas Danlideses a exponer/exhibir su trabajo.