Resistencia al cálculo
Un silencio fecundo de rugidos
acompaña la tarde litoral y nubosa.
Es una playa ilesa del Pacífico.
Manzanillos de agua, heliconias gigantes
meciéndose en la brisa embriagada de nubes.
De repente, el milagro:
dos papagayos rojos
rebasan el umbral de lo posible.
Justo en ese momento
yo soy un marinero de la Santa María
mirando Guanahani desde el mástil.
Yo soy Keats descubriendo
el Homero de Chapman.
Gagarin comprendiendo
la soledad helada del espacio.
Tenochtitlán, Numancia,
Troya llorando a Héctor,
un órdago de Dios,
Edmund Dantès al viento.
Soy el roce de dos ramas resecas
que encendieron un fuego primitivo.
Es fácil de entender si sales de tu nombre.
En la Tierra el misterio.
Yo he venido
a ser ola a la vez que miro el mar.
La loca más cuerda
¿Quién es el ser humano más libre de la Tierra?
¿Quién es capaz de nacer más de una vez?
¿Quién habla con los árboles? ¿Quién llueve?
¿Quién viaja hasta el umbral de otra galaxia?
¿Quién comparte las aguas con las ninfas?
¿Quién ambiciona un tiempo sin subordinación?
¿Quién traspasa un espejo? ¿Quién es el espejo?
¿Quién brinda con Ulises en el puerto de Ítaca?
¿Quién sobrevive ileso a una tormenta dentro del corazón?
¿Quién desposa al destino? ¿Quién corteja a la muerte?
¿Quién emprende una gesta aun a sabiendas de una derrota cierta?
¿Quién para con su mano los relámpagos de un dios?
¿Quién sueña con androides que soñaron con ovejas eléctricas?
¿Quién ha visto su alma? ¿Quién vence a los molinos?
¿Quién tiene largos trenes recorriendo la estepa de sus venas?
¿Con quién es comparable la belleza del fuego?
¿A quién le pertenece lo que no es de nadie?
¿Por quién siguen doblando las campanas?
¿Quién puede competir con la imaginación?
A las órdenes del viento
Para todos los que sienten que no están al mando
Me habría gustado ser discípula de Ícaro.
Hubiera sido hermoso festejar
las bodas de Calixto y Melibea.
Me habría gustado ser
un hitita ante la reina Nefertari
el joven Werther en Río de Janeiro
la deslumbrante dama sevillana
por la que Don José rechazó a Carmen.
Yo quisiera haber sido el huerto del poeta
con su verde árbol y su pozo blanco
el inspector fiscal
con el que conversara Maiakovski.
Me habría gustado amarte. Te lo juro.
Sólo que muchas veces la voluntad no basta.
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Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973)
Poeta, traductora, antóloga y profesora de Universidad. Su último libro de poesía,
Matria, ha obtenido en 2019 en España el Premio Nacional de la Crítica y el Premio
Andalucía de la Crítica. Además, ha publicado en España Leyendas del Promontorio,
Diario de un destello, Los ojos de la niebla, Croniria y Las pequeñas espinas son
pequeñas. Asimismo, ha publicado once libros de poesía en Francia, Estados Unidos,
Colombia, Argentina, Italia, México, Portugal, Marruecos, Perú y Puerto Rico. Su obra
poética hasta 2016 fue reunida íntegramente en el volumen Esta momentánea eternidad.
Poesía (2005-2016). En el campo de la literatura infantil y juvenil, es la autora de
Himbu, el pequeño pintor, álbum ilustrado publicado por Edelvives en 2019. Como
traductora, destacan sus versiones de Edgar Allan Poe, Lewis Carroll, Louis Aragon y
Sylvia Plath. Ha sido también galardonada con el Premio Unicaja de Poesía, un Accésit
del Premio Adonáis, el Premio de Poesía del Tren, el Premio Antonio Machado en
Baeza y el Premio de Poesía Jaén. Doctora en Didáctica de la Lengua y la Literatura,
Máster en Comunicación Social y Licenciada en Filología Inglesa, es autora asimismo
de publicaciones académicas y de investigación en el ámbito de la poesía, la traducción,
los estudios de género, la creación poética y la transversalidad del conocimiento. Su
obra ha sido traducida a diversas lenguas e incluida en numerosas antologías y
publicaciones literarias de todo el mundo.