Escribir es devolver al mundo a su estado original,
expulsarlo hacia el territorio de lo que aún no ha sido nombrado.
Jorge Esquinca
La poesía alquimista es la pretensión, el delirio de alcanzar lo absoluto, es la amalgama de lo alotrópico, la objetividad, la subjetividad en su afán de coincidir, de estar en armonía, en esa peculiaridad inherente a este tipo de poesía, ir hacia lo incierto, pasar por firmamentos iluminados o lóbregos, a través de un viaje yendo del blanco al blanco, partiendo desde lo vacuo hasta el ingenio, siguiendo la promesa de una creatividad permanente, hacia el total mutismo de una realidad donde no hay un lenguaje para soportarla, ni tampoco se puede revelar en su totalidad.
Es probar, mezclar, hacer mixturas inimaginables con los recursos existentes en el entorno, encontrando las más inesperadas expresiones, los materiales humanos, transitando desde lo sublime hasta lo más repugnante.
Haciendo alusión a la poesía alquimista, es imposible soslayar el trabajo de Ameht Rivera en Cantos de una ceiba esdrújula, es una contribución al arte de la alquimia poética, versos irreverentes, trasgresores a los cánones fidedignos, como lo es –cuál debe ser– la poesía marcando una travesía con sesgos revolucionarios atreviéndose a cimbrar tanto la gramática como la lógica sobre un mar de posmodernidad.
El poeta diseña mecanismos de formación léxica, rediseña la locución adverbial, la posiciona vibrante haciendo uso del romanticismo con referentes, analogías de todos los periodos de la literatura con una acertada heterodoxia:
Ameht es un poeta extraño, descomunalmente acertado aportando una irracionalidad necesaria a las dimensiones lingüistas con una deliberada intención creadora, es esa actitud filosófica incrustada en sus versos constituyendo una liberación del pensamiento logrando en cada poema un acto libertario en sí mismo a través de los caminos de la filosofía.
Ahora bien, el arte proyecta la historia de la humanidad o, mejor dicho, de acontecimientos delineando la continuidad artística de los pueblos porque la poesía se encuentra relacionada con imágenes humanas, nunca envejecen. Este fragmento es representativo, prueba suficientemente de lo planteado:
…, Ay, amor, ¡por qué no te nombraron golondrina adúltera!
O ubérrima cocodrila en el manglar de
mi sueño cúbico
¿Por qué no te quedaste a relamer mis
versos anquilosados de algoritmos?
Llegó tu desnudez de lámpara a ordeñar
de luz romántica mis ojos:
mis ojos de planetas epicúreos
mis ojos de párvulo electrón
mis ojos de picaflor funámbulo.
Encendí una tea inapagable con la luz
núbil de tu desnudez
por eso ando buscándole tres pies al
gato hidráulico
con un trío de zopilotes cantándome
Paloma Negra
Los poemas de Cantos de una ceiba esdrújula poseen una realidad subjetiva, constituyendo una acertada deformación de los parámetros fundamentales de la poesía, empero, concretando la vanguardia, envolviendo al poeta de todos los tiempos.
Rivera considera la poesía un lenguaje para exponer su autonomía estética: la intención de sumergirse en lo exaltable, de inspirar al lector e invitarlo a sumergirse en las páginas de Cantos de una ceiba esdrújula, donde el poeta mismo logra eximirse de todo prejuicio literario. El secreto –su secreto– radica en la compleja lógica de lograr ser auténtico: Ameht lo sabe, lo vive en sus versos.
José Francisco Palacios Esquer nació en Empalme, Sonora, el 01 de febrero 1964. Considera que la cultura, la educación, la ética, la literatura y las bellas artes generan principios para cambios sociales, culturales, económicos y políticos más acertados y certeros. Como ciudadano siente responsabilidad de aportar de forma operante para la generación de estos cambios, es por eso, que trabaja activamente en la gestión cultural en su ciudad natal y en el estado de Sonora, labor que ha tenido impacto a nivel internacional. Curso las maestrías de Administración en Recursos Humanos por el Instituto Tecnológico de Sonora y en Gestión Educativa por el CRESON Centro Regional de Formación Profesional Docente de Sonora. Ha ejercido como académico, escritor, corrector de estilo, como político se ha desempeñado como Secretario del Ayuntamiento de Empalme, Sonora y actualmente como contralor. Colabora con revistas y periódicos con artículos de análisis cultural, social y político. Prologó la novela histórica Camaroneros del Dr. Luis Núñez Noriega, publicada por el ISC, el libro de poesía alquimista Cantos de una ceiba esdrújula del poeta y gestor cultural chiapaneco Ameth Rivera. Ha sido panelista en mesas de análisis de distintas temáticas. Coordinó y participó en las conferencias taller Mujer y poder, Pedagogía de la palabra y Herramientas del debate.