Desde la irrupción de las computadoras en la vida cotidiana, el espectro de las nuevas tecnologías invita a la reflexión especulativa, estimula la imaginación y desata prejuicios. Los dispositivos electrónicos se han integrado a nuestras vidas de tal manera que resulta difícil imaginar una existencia sin su constante presencia en nuestras manos. Algunos los consideran obsoletos, mientras que otros sostienen que, en caso de un colapso en los sistemas, valoraríamos a lo que perdimos al crear máquinas que almacenan información, ya sea verificada o falsa. En este contexto, un libro es concebido como una luminaria, el lenguaje ilumina, las estadísticas arrojan luz, y el conocimiento adquiere realidad gracias a la experiencia acumulada, entre otros elementos.
El año pasado, diversos artículos alertaron sobre el peligro de la inteligencia artificial (IA) y su capacidad para reemplazar al ser humano. Desde la primera revolución industrial hasta la actualidad, las máquinas –del arado a la computadora– han sido una extensión del ser humano, primero mecánica y ahora inteligente. ¿Cuántas personas llevan un dispositivo inteligente en sus manos de cada cien que vemos en la calle?
Hace un año, surgió la idea de regular la IA, planteando el riesgo de censura y, a su vez, la oportunidad de autorregulación. Algunos artículos y comentarios sugirieron que la literatura estaba en peligro, pronosticando una avalancha de producciones deshonestas creadas por máquinas, procesadores de palabras.
Recientemente, Jorge Carrión, Taller Estampa, y GPT-2 y 3 publicaron Los campos electromagnéticos, el primer libro escrito de forma colaborativa entre personas y la IA. Compuesto por ensayos, el libro es una reflexión sobre las nuevas perspectivas de la literatura en la era actual, a veces denominada antropoceno. La escritura enfrenta su ser orgánico a un espejo negro, donde la ansiedad de la pantalla vacía reemplaza al terror de la página en blanco.
La escritura es artificiosa y la IA es una multiplicidad de esa artificialidad. No hay más que fascinación por las herramientas que concretan nuestros propósitos. Aunque una máquina puede escribir, carecerá de sensibilidad creativa, intuición imaginativa y aliento humano en las palabras.
El experimento de Carrión, Taller Estampa y GPT-2 y 3 demuestra la posibilidad de creación colaborativa. El libro es lúdico y lúcido, ofreciendo nuevas posibilidades formales. Aunque una máquina y una persona pueden entenderse, los estímulos electromagnéticos que alimentan a la máquina son determinantes. Esta nueva era plantea más preguntas que respuestas, aunque para Carreón la ciencia ficción refleja realidades como la guerra, el desempleo y la corrupción, que se proyectan en las pantallas encendidas de los dispositivos electrónicos como una oportunidad que desafía a la imaginación en todos los terrenos de la creación, sin excluir a la poesía.
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Jorge Carrión / Taller Estampa / GPT-2 y3, Los campos electromagnéticos, teorías y prácticas de la escritura artificial. Editorial Caja Negra, Buenos Aires, Argentina, 2023.