La sustancia y la forma
La poesía y el poema son cosas bien distintas que pueden existir una sin la otra. La poesía es sustancia y el poema forma. Estos dos fenómenos a veces han coincidido felizmente en algún texto de Whitman o en algún soneto de Shakespeare. Podríamos arriesgar un concepto de poesía: un fenómeno estético polisémico. Es decir, un fenómeno que tiene un rico abanico de significados. Sé que este es un concepto muy parco, y es eso, un concepto no una definición, porque –por suerte– la poesía no puede definirse, ya que definirla es limitarla.
Por otro lado el poema es como un envase de palabras donde la poesía se vierte. De hecho la poesía puede verterse en un envase de colores (pintura); en uno de sonidos (música); en uno de mármol (escultura), es decir la poesía no es una característica exclusiva del poema. Por lo tanto, puede existir poema sin poesía y poesía sin poema. Aquí, en Poetripiados, te damos tres tips para identificar si ese poema que tanto te gusta contiene o no poesía. No sea que te multe la PROFECO por engañar a tus lectores con un artefacto retórico hecho de palabras, pero sin poesía.
Un queso Philadelphia literario
Las emociones no son poesía. Por mucho que un poema (tuyo o de otro autor) te conmueva hasta las lágrimas, esto no quiere decir que dicho poema contenga poesía (sí, justo como el queso philadelphia, que puede gustarte mucho, pero no contiene queso).
Las emociones nos producen empatía, por ejemplo; un poema sobre una ruptura amorosa puede emocionarnos, ya que evoca un recuerdo de un hecho similar que vivimos. Pero esa emoción puede no haber sido producida por los efectos estéticos de la poesía, sino sencillamente por la empatía que sentimos al haber padecido un caso similar, y por lo tanto, nos gusta.
Lo mismo sucede en el caso de la llamada poesía comprometida, que en muchos casos, son textos panfletarios cargados de emociones, pero con poco o nada de poesía. Por supuesto, hay textos bien logrados que aluden al amor o al compromiso social de un poeta (Neruda, Roque Dalton, Miguel Hernández), pero regularmente quienes siguen esta línea de escritura imitan la forma y el tema, pero no la sustancia (la sustancia no se puede imitar). Es decir: tiran la nuez y se quedan con la cáscara.
Para rematar, piensen que existe poesía que prescinde de las emociones, como la poesía abstracta, la llamada poesía pura, o cierta poesía vanguardista como la dadaísta, la cual más bien intenta provocarnos un deleite estético. Y si lo logra, es porque la poesía no necesita de las emociones para existir. Así que si un poema (tuyo o de alguien más) te emociona, toma en cuenta que podrías estar ante un queso Philadelphia literario.
Las palabras bonitas no son poesía. Existen poemas (cargados de poesía) que están hechos con palabras consideradas feas (léase Bokowski, Baudelaire, Papasquiaro). Las palabras consideradas bonitas no son esenciales para dotar de poesía a nuestro poema. Tener la necesidad de incluir palabras “bonitas” en un poema para que éste parezca contener poesía es una reminiscencia del Romanticismo y quizá del Parnasianismo y Modernismo (ese Romanticismo snob). Entonces, cuando leas un poema cargado de palabras bonitas, piensa que puede estar vacío de poesía.
La forma no es poesía. Si ves un texto escrito en pequeños párrafos dispuestos hacia abajo, eso no significa que ese texto contenga poesía. Ya los vanguardistas, Marinetti con sus Palabras en libertad; o los caligramas de Apolinaire, habían derrocado ese imperio de la forma en la poesía, dándonos libertad plena para escribir poesía a nuestro antojo, sin tener que adscribirnos a la forma tradicional del poema. Por otro lado, pensemos que existe la prosa poética, la cual en su forma es como un texto en prosa, pero en su sustancia es poesía. Así pues, si ves un texto escrito en pequeños párrafos hacia abajo, es un poema, pero quizá no contenga poesía.
Después de leer este artículo, ya puedes ponerte ante ese poema cargado de emociones, versos escalonados y palabras bonitas, y soltar esta duda razonable: ¿este poema contiene poesía o es un queso Philadelphia literario?