INMACULADA
Esta carta es para mi madre
que siempre creyó en mí
y nunca creyó en la poesía
Ella me sostuvo la mano
mientras gemía el dolor,
aquel que encarnó en mis cuadernos
El lápiz era yo
la hoja, al igual que su piel
ya estaban marcadas
A ella, que nunca ha entendido
cómo es que puedo mirar la luna
y soñar con el sol
Madre, perdona estas letras dolorosas,
te has confundido
la poesía no es la culpable,
ella es la heroína
tal vez yo, la villana
Tú, eres bella, amorosa,
frágil y transparente
siempre tan fuerte
como primigenia danza
Tú, eres poesía
pero no te confundas
no eres la culpable
Soy una flor nocturna
que vive hasta que la tinta se seca
Soy la maldición de febrero
tu canto de esperanza
convertido en grito
Esta eterna melancolía
es tan tuya como mía
y sin embargo, tan distinta
Tú, suspiras como niña olvidada,
siempre ansiosa por llenar el mundo
con el amor que le hizo falta
Yo, suspiro porque me muero
Ese amor que crees me falta
en realidad me acompaña,
me arroja al sueño por el que vivo
Madre, la poesía salva
Tú, crees que me roba la vida
Ella es danza,
salvaje y sabía
Deja que ella te muestre
el color del abismo,
la pasión,
la tinta encarnada
CENIZAS
Mi casa está en ruinas, le han prendido fuego
Sigo aquí,
En algún rincón de mi piel
Resisto
Aunque mi hogar esté en ruinas
Y las sombras asechen a toda hora
Ellos toman todo
Capturan el momento para después
Ya no hay nada
Ya no hay nadie
Sola… Soy
Mi hogar , mi cuerpa
Cenizas
traspasando las cicatrices
Derribo los muros,
No más fantasmas
ni dragones ni príncipes
Me salvo, me nombro
me reconozco
Salgo de esta piel agrietada,
grito tanto tan fuerte
para saberme viva
Me estoy derrumbando…
La sangre ni la sal se borran
Pero el final, ese …es mío
Mi hogar, mi historia, mi cuerpa,
Yo, toda, soy mía
No soy una habitación vacía
Déjame tranquila
INSTRUCTIVO PARA DORMIR
-No cierres la puerta
-Arroja los zapatos
-Quita las almohadas
-Destiende la cama
-Sacude los recuerdos, sueños y pesadillas
-Sacude las lágrimas de la almohada
-Llama a tu compañía (gato, perro, juguete de la infancia)
-Fuma el último cigarro. Con el humo aullentarás pensamientos necios y fantasmas
-Toma un poco de agua
-Deja el vaso al lado de la cama
-Metéte en ella
-Cúbrete con las cobijas
-Deja un pie fuera de las cobijas
-Apaga la luz
-Toma tu posición predilecta (o todas) -Da vueltas en la cama hasta que tu forma se desdibuje de la cama y de la noche
-Apaga las luces de tu mente
-Intenta otra vez apagarlas
-Cierra los ojos , los oídos, los pensamientos
-Acaricia tu compañía
-Dejate ir hasta que estés dormida
REVERSO
Los pavorreales bailan
Los cristales se rompen
Y mi éxito en la vida es uno de sus más pequeños fragmentos:
Pude decirle que si a mi reflejo ante el espejo por la mañana,
atarme los zapatos y salir de casa
Una noche más sin preguntarme por el aire que se escapa
Pude decirle a mi madre que la amo
y a mi padre, que si, me hace falta
Mirar un cuchillo sin pensar en lo que traspasa,
coserme las heridas y amarme sin rasgarlas
Hoy sigo aquí, con cada átomo luchando por mantener unida la vida que se desbarata
Así tan ella, mágica
Mi éxito es pequeño
Sigo viva y con eso basta
LLORAR ES POSIBLE
Hace no demasiado,
escribía sobre el dolor
Letra a letra
reescribir sobre los renglones
A sangre y lágrima
La coma y los puntos suspensivos ya no abarcan la pausa, vida
¿Cuál vida?
¿La que te montaste? ¿La que me narraba en futuro nunca presente?
Mi muro de las lamentaciones fue la hoja en blanco
Ese vacío abarrotado
Se llenaba de tinta y de un absurdo sentido
¿De qué escriben los felices?
¿Ellos escriben?
Me decía, «está bien no estar feliz»
Llorar es posible
Aunque sea tinta
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Paulina Navarro. Escritora, artista plástica, psicóloga. Ha publicado dos poemarios: Vivir Mata (2017) y Huesos (2918). Además del cuento de misterio Vainilla 29 (2019). Puedes encontrar más de su trabajo en la página de Facebook Paulina Navarro–Lesborev