FRUTAR
1. SON DEL TACTO
Me toca el hueso la memoria
y vuelvo a ser deseo que se aviva
en la vulva episódica, sin coro
ni orlar el borde, al grado de la falta
en esta sociedad colmada por el crimen,
mil dientes de león sobre láminas negras.
He vuelto, lupa, ínfimo universo,
a la fragilidad con el dolor mezclado
al acopio del cuerpo con resaca
en la tensa corriente de llevar por la curva
cesura y soledad, un calor delgadísimo
de soplo irrepetible y fuga íntima.
Sedantes consistencias las del tacto
que a la razón impela con tormentas
internas, de una fuerza destructora,
vaporosa, de orquídeas, menstruos,
la belleza en palabras escuchando la noche
es rima que trasgrede hasta la moira.
2. LUISA
Luisa de fruto seco y flores blancas,
en tus semillas negras, fruticosa
dentro de una familia verbenácea,
luz panoja de hojas lanceoladas.
Eres la hermafrodita fluorescencia
en la carpa panóptica del tiempo
y la oclusión esdrújula, curtida
de crepúsculo y alba, silenciosa.
Tus verticilos triples, tus elipsis
en el lumbo del viento los majanos
que los vimos nacer en esta esquina.
En la guitarra un ramo, otro en la voz,
el majzén se perfuma de limones,
azul en tu interior es la mañana.
3. VERANAZO
Eres mi porvenir, lenta premura,
mi frutar en tu higo con los dedos,
de pulpa y calor líquido, frecuencia y
rozadero maduro de semillas.
Octaviana pecante, repizcar
quebrantamiento implume, de listeza
al sesgo de ideológica omisión,
bolaño sin objeto, tal bocana
bajo el gozne imantado y formicante.
Kirsch bebido despacio, labradero
en órbita sin paja, sexo débil
de fuerza emancipada, trapecista;
para yacer contigo y existir
escuchando un xilófono expuesto
en un museo erótico –con público.
Josué Ramírez nació en la ciudad de México en 1963. Algunos de sus libros son Multiverso, Deniz, Trivio, Ulises trivial, Los párpados narcóticos, Hoyos negros. Su obra ha sido incluida en varias antologías, de las que resaltan tres: 359 Delicados (con filtro), de Pedro Serrano y Carlos López Beltrán; Reversible Monuments: Contemporary Mexican Poetry, de Mónica de la Torre y Michael Wiegers; El turno y la transición, de Julio Ortega. Desde 1984 ha colaborado con poemas, reseñas, entrevistas y ensayos en diferentes revistas y suplementos literarios. En 1991 y 1996 tuvo la beca del Programa Jóvenes Creadores En 1997 obtuvo la beca de la Fundación Rockefeller y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. En 2000-2003, 2003-2006, y 2016-2019 tuvo la beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte.