En respuesta a una pregunta, de obstinada pretensión intelectualoide, acerca de la tarea del escritor como cartógrafo de la realidad y no simplemente calcador de la misma, el prolífico escritor Alberto Garrandés respondía, con tono socrático, que la labor del escritor es la de añadir realidad a lo real, en el sentido de que los buenos escritores logran, mediante la palabra escrita, interactuar de una manera misteriosa con el lector, formando un vínculo estrecho en el cual el lector se lleva una parte sustancial del pensamiento del escritor, en la medida en que sea capaz de transformar la forma de pensar, ser, actuar, o simplemente transportarlo a otras realidades. En resumen, todo buen escritor debe tener la capacidad de no dejar indiferentes a sus lectores.
Entre todos los géneros literarios de la contemporaneidad la poesía se destaca por su poder de horadar en la psiquis humana, ya que devela aquellas partes del inconsciente que, esta expresión deleitaría a Freud, esconden los monstruos que avivan, incitan, o, por el contrario, amortiguan los deseos, sentimientos y conducta de todo ser humano. Una de las características representativas de la poesía cubana actual es la intención de formar, a través del poema, un puente entre el escritor y el lector, unida a un lenguaje coloquial que se vale de la cotidianidad para levantar una voz de protesta, queja existencial o reflexión con lo cual nuestra poesía queda dotada de elementos que, en la mayoría de las ocasiones, no dejarán insensible a sus lectores.
En este ambiente se desarrolla la poética de Abelardo Leyva Cordero (Holguín, 1981), poeta, narrador y cronista. Con un lenguaje claro, sintético y conversacional nos habla directamente. Su poesía es la crónica de la vida en la ciudad de Holguín, en la isla, a través de las ventanas de cristal de la librería donde se desempeña como librero. Nos habla de su relación con Dios, de las luchas sociales que surgen y mueren a su alrededor, de la rutina. Denuncia los males de la sociedad cubana, a este respecto, su poesía canta “el dolor de los dolores”, “el dolor patrio”, «como una mordida de perro en la yugular”. El poema nos muerde el cuello, en la “yugular proletaria”. Poemas en versos libres, emplea recursos literarios de repetición, no solo como contenido estético, sino para dar énfasis a las ideas, fuerza a la voz y dislocar el sentido de la frase para abrirnos a nuevos significados, como en su poema “Duele”, donde la repetición de las acciones verbales nos transmite la sensación de dolor, de un miembro cercenado “a sangre fría». No olvidemos que la poesía es un arma que tiene doble filo, y que una pluma es suficiente para hacer una revolución. La poesía, como el verso amigo de Martí, debe ser libre. En la medida en que nuestra sociedad sea capaz de tomar conciencia de su papel como actor de su propia libertad, dependerá menos de aquellos que quieran fundamentar lo absurdo. Abelardo Leyva apuesta por la reconciliación del hombre con Dios y con su patria, por la libertad en el vivir y en el pensar, solo así el mar no será una vía de escape, sino un medio para trazar puentes de entendimiento.
(PARIR EL HÍBRIDO es el título de la novela, de la autoría de Abelardo Leyva Cordero, publicada recientemente por Iliada ediciones. Según palabras de su editor Amir Valle se trata de una de las novelas más originales escritas en la actualidad en Cuba. La novela está disponible en Amazon).
denuncia
X cuartillas de ácido.
Pido Perdón
por mi atrevimiento
por mi inmundicia;
yo también soy hombre.
Ahora hablemos de poesía liberadora
testimonial
desgarradora
nacional
contemporánea;
poesía cubana que denuncia el dolor patrio;
dolor de dolores por decir algo;
como una mordida de perro en la yugular;
en la yugular del hombre proletario;
asco
asco
asco.
duele
Llegamos a 80…
a 80 cabezas cortadas
que ruedan
que ruedan
por el piso.
Por el piso
80 cabezas cortadas;
a sangre fría…
Doctrina y principio
Las revoluciones se hacen con un fusil.
Las revoluciones se hacen con una pluma.
Las revoluciones se hacen con Sonia.
Las revoluciones se hacen.
materia de poesía
Palabra que duele.
Palabra que corta.
Palabra que hiere.
Palabra.
Palabra.
Palabra.
naturaleza del ser
Fundamentar lo que no tiene fundamento
es la tarea que impone el nivel más alto
para cumplir lo que no tiene explicación de ser
en un momento de coyuntura nacional
donde se puede esperar una vuelta de tuerca
que Nadie Nadie Nadie espera por lógica o ambición
del hombre que fecunda la historia más
absurda que nadie puede fundamentar…
Pronto
vamos al mar
donde el agua nos conecta con la naturaleza.
