Band on the Run es fácil de distinguir porque en la portada aparece Paul McCartney, Linda y Denny Laine, al lado de otra seis celebridades con apariencia de convictos y tomados por sorpresa por un foco de vigilancia de una supuesta prisión.
Es el quinto disco de Paul McCartney como solista, iniciado más o menos por estas fechas, hace cincuenta años.
En palabras del exBeatle, el álbum está conformado por una serie de canciones que hacen referencia al escape de una prisión, “el protagonista está dentro de cuatro paredes y se fuga”.
La historia de Band on the Run está plagada de dificultades, que a continuación vamos a recordar.
Después de la gira promocional del álbum Red Rose Speedway, Paul McCartney se encontraba sumamente inseguro de sus capacidades creativas, pero lo ocultaba detrás de la eterna sonrisa que todos le conocemos. En aquellos días solía levantarse sintiendo un enorme peso sobre los hombros, debido a que Wings, el grupo que había creado al terminar con The Beatles, aún no alcanzaba el nivel de calidad musical ni el reconocimiento crítico que él deseaba.
No le interesaba el éxito de “Live and Let Die”, el tema de la película de James Bond, ni que Red Rose Speedway hubiera llegado al número uno en Estados Unidos, ni que “My Love”, una bella canción dedicada a Linda, hubiera sido celebrada como un clásico instantáneo. En ese momento odiaba todo lo que había creado hasta el momento.
Para colmo, el grupo tenía el compromiso ineludible de hacer un nuevo álbum, por lo que Paul decidió agarrar el toro por los cuernos y empezar las grabaciones de Band on the Run. Para lograrlo, pidió a la casa discográfica una lista de sus instalaciones en el mundo, descubriendo que EMI tenía un estudio en Lagos, Nigeria.
De acuerdo con lo que se sabe, Paul y el grupo ya tenían ensayadas varias canciones y la banda, según el baterista Denny Seiwell, “sonaba de verdad potente”. Sin embargo, los problemas comenzaron a surgir.
Primero fueron las tensiones entre McCartney y el guitarrista solista, Henry McCullough, quien tenía problemas con el alcohol y drogas, lo que había ocasionado bochornosas escenas en público, una de ellas durante un programa de televisión de la BBC.
El problema residía en que McCullough no estaba de acuerdo en ser exclusivo del grupo de Paul, “Los miembros de Wings solo tocan con Wings”, le había dicho McCartney. De igual modo, el guitarrista estaba en desacuerdo con las setenta libras semanales que le pagaban. Además, como era blusero, tocaba mejor cuando improvisaba, lo que estaba en contra de la idea de Paul de no apartarse del guion en la interpretación de las canciones.
La gota que derramó el vaso se produjo dos semanas antes de que la banda volara a Nigeria. Durante un ensayo Paul insistió en que Henry tocara de determinada manera y éste se opuso, lo que generó un fuerte intercambio de palabras que terminó con Paul saliendo furioso para irse a su casa. Al darse cuenta de que aquel episodio era el equivalente a que lo dejaran solo con un revólver cargado, McCullough subió a su coche y nunca más regresó.
Denny Seiwell también estaba descontento por el pago que recibía en Wings. Como uno de los más cotizados bateristas de sesión de Nueva York, estaba acostumbrado a ganar muchos más de lo que recibía, y así lo explicó: “La gira europea (del álbum Red Rose Speedway) había agotado las entradas cada noche, pero Paul decía que de todas maneras había perdido dinero. Las cosas se me habían puesto tan mal en términos financieros que, para pagar la deuda de mi tarjeta American Express, habría tenido que volver a Nueva York y hacer algunas cuantas sesiones rápidas”.
Seiwell se sentía desalentado por la repentina salida de McCullough, ya que consideraba que la calidad musical de la banda se veía fuertemente afectada, además consideraba que Denny Laine, el otro guitarra, era un músico nada extraordinario y que iba a resultar muy difícil encontrar a alguien que supiera ocultar los errores en los que a menudo incurría Linda. Así las cosas, una noche antes de la salida a Nigeria, tomó el teléfono y dijo a Paul que renunciaba. Wings se quedaba de esta forma sin guitarrista y baterista.
Ante el resquebrajamiento de la banda, lo más recomendable era posponer el viaje a Nigeria. Paul, sin embargo, decidió seguir adelante, como una forma de demostrar a los desertores que no eran tan importantes como creían. Sus palabras serían “que se jodan, haré un álbum en el que desearían haber participado”.
Otra sorpresa que se encontró McCartney al llegar a Lagos, Nigeria, fue que el estudio de grabación estaba muy lejos de ser lo que él había imaginado. Las instalaciones, a pesar de pertenecer a EMI, tenían una serie de carencias técnicas que hacían complicada la labor.
Afortunadamente para Paul, Geoff Emerick, el ingeniero de sonido de Abbey Road, que había trabajado con los Beatles durante casi toda su carrera discográfica, y a quien Paul había contratado para resolver cualquier posible problema técnico, supo sortear los obstáculos y se convirtió en pieza fundamental para que el álbum pudiera realizarse.
El disminuido grupo empezó a grabar los temas que tenían ensayados con Denny Laine a la guitarra, Linda a los teclados, y Paul… todo lo demás.
Estando en Nigeria también ocurrió algo que puso en riesgo la vida del exBeatle. Cierta noche en que él y Linda regresaban caminando del lugar en que se alojaban, Denny Laine y Geoff Emerick fueron interceptados por un vehículo del cual bajaron cinco sujetos, uno de ellos con un cuchillo, para robarles sus pertenencias. Linda se interpuso entre los asaltantes y Paul entregó la bolsa que llevaba, con lo cual la banda criminal les permitió seguir su camino. Tuvieron suerte, les dijeron más tarde, ya que en Nigeria el robo está castigado con pena de muerte, de manera que era frecuente que los ladrones mataran a sus víctimas para que no pudieran identificarlos.
Otra de las problemáticas que enfrentaron durante su estancia en tierras africanas, fue las acusación de ciertos activistas de estar en Nigeria con la finalidad de plagiar su música y cultura, lo que obligó a Paul a invitarlos a su estudio para que escucharan lo que hasta el momento habían grabado y de esta forma se convencieran de que no existía ningún robo.
El álbum fue terminado en los estudios AIR de George Martin, con los arreglos orquestales de Tony Visconti.
A pesar de los problemas y limitaciones técnicas, McCartney terminó contento con el álbum, incluso puede decirse que en áfrica Wings encontró un estilo nuevo, imponente y luminoso.
De lo mejor del álbum está, por supuesto, Band on the Run: “Atrapado en estas cuatro paredes/atrapado para siempre/nunca he vuelto a ver a nadie/ tan linda de nuevo como tú .
Jet: ”Casi puedo recordar sus caras graciosas/ese momento en que me dijiste que se iban a casar pronto/ y sí…pensé que el único lugar solitario en la luna”
Mrs Vanderbilt: “Cuando tu luz está parpadeando/Nunca piensas en preocuparte/Cuando tu autobús deje la parada/será mejor no ir de prisa/¿De qué sirve preocuparse?/¿De qué sirve ir de prisa?/¿De qué sirve cualquier cosa?”.
Let me roll it: “Me diste algo/eso lo entiendo/me diste cariño en la palma de mi mano/Yo no puedo decirte cómo lo siento/ mi corazón es como una rueda/déjame rodarlo/déjame rodarlo hacia tí”.
Picasso`s Last Words (drink to me), escrita a petición de Dustin Hoffman, a propósito del fallecimiento del pintor Pablo Picasso: “El gran pintor murió anoche / sus pinturas están en la pared / antes de irse nos dijo que nos iría bien / nos dijo buenas noches a todos / beban por mí, beban a mi salud / saben que no puedo beber mas / beban por mí, beban a mi salud”.
No obstante todos los obstáculos que enfrentó, Band on the Run alcanzó el primer puesto en la lista Billboard 200 en tres ocasiones y fue certificado como triple disco de platino. En Reino Unido pasó siete semanas en lo alto de las listas. Para muchos es el mejor trabajo de McCartney en su etapa solista, y no es aventurado indicar que le devolvió la confianza en sí mismo, todo esto a pesar de las condiciones diversas en que se creó, hace ya cincuenta años.
Con información de Paul McCartney:La Biografía, de Philip Norman.