Familiares y amigos de la poeta juarense Arminé Arjona invitaron a la comunidad a una función de teatro para ayudar a la artista a sufragar los gastos médicos, debido a que se encuentra internada en el Hospital General. El próximo 17 de diciembre, el teatro experimental Octavio Trías del Centro Cultural Paso del Norte se vestirá de solidaridad a partir de las 7:00 de la tarde con la presentación de La Lagartija, una obra cuyo fin es recaudar fondos para apoyar a la poeta, narradora y ensayista.
La función, organizada por la compañía Última Butaca bajo la dirección de Jissel Arroyo, refleja el impacto social y artístico de Arjona, quien con su obra no solo ha conquistado el mundo literario, sino también el espacio público, ese territorio ambiguo donde las palabras se transforman en intervenciones visuales y murales llenos de denuncia.
La escritura de Arminé es un testimonio de la frontera, no solo geográfica sino social, cultural y humana. En sus libros, como Juárez, tan lleno de sol y desolado (2003) y Delincuentos: Historias del narcotráfico (2004 y 2009), se devela la violencia, la soledad y la belleza de un Juárez marcado por el sol y la desolación. A través de versos mordaces y llenos de ironía, Arjona ha logrado lo que pocos artistas: incomodar. Su obra no busca consuelo, sino conciencia.
“Juaritos, yo te quiero a pesar del matadero” o “Juárez tan lleno de sol y de soldados” son frases que, en su momento, brillaron en las paredes de la ciudad durante los años de la guerra contra el narcotráfico, cuando la violencia se apoderó de cada rincón de la frontera. Estos versos, escritos como grafitis de protesta, eran una respuesta, aunque pequeña, a la deshumanización que se vivía, al temor que ahogaba y a la angustia que acechaba a los habitantes de esta ciudad fronteriza.
La poeta, que ha trabajado temas tan dolorosos como la violencia de género y el feminicidio, fue también testigo y activista en la memoria colectiva de Juárez tras el asesinato de su amiga, la poeta y activista Susana Chávez, a quien se le atribuye la famosa frase “Ni una muerta más”. Con grafitis y versos, Arjona contribuyó al movimiento que exige justicia por las mujeres asesinadas en la región, desafiando la impunidad reinante.
La figura de Arminé Arjona ha trascendido la literatura: su obra se ha convertido en un referente cultural que conecta la escritura con la acción social. A lo largo de su carrera, ha participado en talleres literarios con importantes figuras de las letras mexicanas, como Rosario Sanmiguel, Élmer Mendoza y Ethel Krauze, pero su verdadera maestría radica en cómo sus textos se traducen en vida, en participación activa en la transformación de su entorno.
Es por eso que la comunidad artística y activista de Ciudad Juárez, junto con figuras cercanas a Arjona, han decidido organizar esta función de teatro con causa. A través de la presentación de La Lagartija, se busca recaudar fondos para una de las voces más importantes de la literatura fronteriza. Los fondos, que serán completamente destinados para apoyar a Arminé, se recabarán en un evento que promete ser tanto una muestra de solidaridad como una celebración de la fortaleza de la escritora.