{Percutir {[(en)]/el} silencio}
–Todos buscábamos algo […]
(sagrado canto de cisne)
berrido distante de arterias
–Se anuncia la madrugada
destilado(s) licor(es) templado(s)
*aullido(s) de cisne.
[…] todos alguna vez escuchamos
Sagrado canto / [berrido(s)]
De caballero(s) templario(s)
[dispuesto(s)]
[…] sosiego(s) /
–De piedras y granizo…
…[(de) laboratorio(s)]
Clandestin@(s) / caterva@(s)
…[(de) civil(es)] / […]
[guerrillero(s)]
/ guerrilla(s)
{(De) farmacia / – : (/)
/&$[…]%!(Ç¡∃€⎞τ<Ψ>?∍ς}
–De cuatro parroquianos(–) / Ç¡∃
{Páramo
(de) C(Z)i(k)ca–
trices}
7.
¿Pero a quién le hago caso? ¿A los libros? ¿A los números y a las leyes de las operaciones
básicas? Que la acumulación de segundos en la periferia de una música silente es la causa
de las dos décadas que llevo a cuestas. Que la experiencia no sirve de nada si me pierdo en
la concavidad de una botella.
13.
Con 54 gramos desamparado sobre la pelvis de una cajera exprés, te escribo.
Esperó con aretes de pluma, blusa blanca y pantalón azul.
Cabellera castaña sobre la frente.
Pecas.
Ojos de caramelo y cristal templado.
Yo: guayabera crema, tres pies y cuatro bolsillos descalzos.
Caireles.
Mirada de canela molida.
–Ah… –dijo ella– ¿qué es un cigarro sino la consumación de un recuerdo?
–¿Qué es un cigarro sino una memoria consumida?–, respondí.
Sonrió, y jugó con el tabaco entre sus dedos.
–23 años vencidos en colillas y baberos. 23 años malagradecidos.
Apagando la colilla en los orines de un gallo se levanta el cielo, y las máquinas respiran:
polvo, excremento y vales de despensa.
De la luna al sol hace su camino, sudando risas y llantos.
Pero no sé por qué duele tanto, ni permanece más la memoria si me olvido.
Con 54 gramos desamparado sobre la pelvis de una cajera exprés, te escribo.
Puedo cantar, pero no lo hago.
- (Autorretrato)
Sobre el agudo borde metálico
que determina
–De rostro corrido
sumario de excesos y afecciones.
Una costra (o un eco)
ahí
donde el esfuerzo sintetiza
la materia de un instante.
24.
En la humedad de los cafetales, escucho la oración silenciosa
del primitivo orgullo.
–¡y el anonimato atravesó la puerta!–, dijo alguien al entrar.
De las libertades de la razón,
el silencio
no es
sino visión borrosa de incertidumbre
y conjunción dipsómana.
–¿Alcohol?
No son el azar, ni los malos tiempos que me brinda
esta necrópolis cíclica, de mediocre basamento raído por recuerdo(s)
Cicatrices
Vesanía de cristianos obcecados.
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Luis Alberto Mendoza Araiza (1993) es originario de Manzanillo, Colima. Autor de textos diversos que han sido publicados en distintos medios tanto físicos como digitales. Artista Visual: Mención de Honor por la serie de fotografías “Donde la humedad se esconde”, en la categoría “Hölderlin” del Primer Concurso Internacional “HOMMAGE À TROIS” de la fundación AIDA. Músico compositor, y actualmente líder del proyecto “Vértigo IV – The Aftermath”. Su novela “Pájaro Madrugador” ha sido recientemente publicada en México.