Debussy debió verme llegar
en esa hermosa carrosa de ladridos
-Perros feroces, escurren saliva
(Saliva atómica de parque inmenso)
Debussy expectó mi caída justo en el momento al sonar la campanilla
-Un silencio en la explanada, sola la bandera se agitaba
Caí
Era una masa negra
-Parecida al Play-Doh
(Plasta de cemento o densidad molecular)
No podía caminar, pero sí gritar: un grito bajo eran pasos lentos,
uno fuerte, pasos rápidos
-Querías correr pero temías irrumpir en la sinfonía
Entendía la situación…
-Otra vez estás en lejanía
pero no me escuchaba…
A mí
A mí misma
No me escuchaba
Mi voz, su voz; ya no era mía.
Lágrimas mientras…
-Los perros semidormidos la vigilaban
Lágrimas de nuevo, ya no en el medio urbano, ahora aquí: en Lejanía.
Una masa negra que efervescía en un tótem y…
Debussy dedicando sus mejores armonías
Caí
-Ellos la veían, escurrían
Estuve
Estoy
-Años de mes
(Meses de segundo)
Estoy-estuve-sigo detenida
-Un psiquiatra y el miedo a cerrar los ojos
¿Qué hay detrás de la córnea? Se pregunta
Un monstruo-un tótem de masa negra-la muerte, se contesta
El serrucho suena ¿Dónde está?
-Ahí se escondían
(Nadie lo sabía)
Una pestaña se cayó
-Lágrimas y la armonía
No era más ese espacio urbano, ahora todo negro y disonancias como telarañas en mi cabello
Gritaba ¿qué grité? Algo dije para que me escucharas
Alguien, quién fuera en Lejanía
Solo un pitido al aire
Un susurro, monosílabo, o suspiro
Pero nadie contestó
-Ellos la veían
(Caía)
No había caído nunca así
-La madre: figura biológica, soporte o algo parecido
(Animal-hembra-crías: ella estaba ahí)
Tú me veías
-Su madre la miró con el terror de quién ve a un moribundo
Mi mamá me cuchicheo: aquí estoy
-Acaricio su cabello, la observo fijamente
(y tarareaba a Debussy)
Sostenía mi cara para que no cerrara los ojos
-Ellos escurrían y el tótem dirigía la sinfonía
Pulso acelerado y el temor a la muerte
(Oscuridad)
-Tomaba su mano y revivía sus 5 años: el temor y el amor de una madre
Los perros me hablan, se levantan, dejan el descanso
-¡Nos vamos!, decían mientras escurrían
Te pido, no me dejes cerrar los ojos.
-La cama, tu madre y las caricias se disuelven
(Escenario: un cementerio y el desasosiego)
¿Mamá?
(Todo negro, entras al tótem, extrañas el Play Doh y la diamantina)
-La masa negra, los perros, la carrosa:
más lágrimas en Lejanía.
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Mariana Hernández Rossier (1994). Egresada de la carrera de Literatura Dramática y Teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Ganadora del concurso Coloquio Internacional de Teatro y Fútbol 2020.
Diplomado de Formación de proyectos de impacto social impartido por Foro Shakespeare, El 77 Centro Cultural Autogestivo, Compañía de Teatro Penitenciario, y otorgado por Secretaría de Gobernación, Secretaría de Desarrollo social y Procuraduría General de la República.
Actualmente realiza taller de Biodrama en reclusorios y espacios para públicos en situación de calle o población vulnerable.