Lucien Carr, Jack Kerouac y William Burroughs, pilares de la Generación Beat, se vieron involucrados en un asesinato el 14 de agosto de 1944.
En ese entonces, el primero apenas tenía 19 años, es decir, era todavía menor de edad para las leyes estadounidenses; el autor de En el Camino había cumplido 22 años; mientras que el creador de El almuerzo desnudo era un poco mayor y ya rondaba los 30 años.
Carr fue compañero de cuarto de Allen Ginsberg (1926-1997) en la Universidad de Columbia y había conocido a principios de la década de 1940 a Kerouac, a través de la novia de Jack, quien les presentó a ambos a Burroughs.
La historia comenzó, de acuerdo con las declaraciones de Carr ante un juez, cuando David Kammerer, un boy scouts homosexual, se encaprichó con él y lo acosó durante varios meses, incluso, consta en los registro del juicio, que David dejó su natal Saint Louis para estar cerca de Carr.
El crimen lo cometió con un cuchillo de boy scouts una madrugada luego de que salieron de un bar, fueron a la orilla del río Hudson, que atraviesa Nueva York, y se sentaron en un banco de Riverside Park. Carr aseguró que Kammerer se le acercó demasiado y despuñes coenzó una discusión.
Una vez que vio el cuerpo en el suelo, con los ojos congelados y bañado en sangre, decidió echarle piedras en los bolsillos para hundirlo en el Hudson.
Tras asegurarse que el cadáver se perdiera en las aguas del río, se fajó el cuchillo y fue a pedirles un consejo a Kerouac y Burroughs, situación que los involucraría indirectamente en el homicidio.
William, que 7 años después asesinaría con una escopeta por un supuesto error a su esposa en la Ciudad de México, le dijo a Carr que lo mejor era entregarse, con lo cual pasaría menos años en prisión. Los dos autores, que todavía no eran famosos, le ayudaron a deshacerse del arma blanca arrojándola a una alcantarilla.
El asesino se marchó a su casa, sin confesar nada a las autoridades, y al día siguiente como si nada hubiera sucedido, pasó con Kerouac varias horas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Lucien Carr cumplió dos años de condena por el asesinato de Kammerer, y sus dos encubridores, fueron obligados a pagar fianza para salir de la cárcel.
A Burroughs, se la pagó su padre (igual que sucedería con el asesinato de su esposa en México) , y aunque William le pidió que sacara a Kerouac, no lo hizo.
El padre de Kerouac lo dejó tras las rejas, avergonzado por el hecho criminal, y Jack tuvo que casarse con su novia, Edie Parker, quien tenía unos fondos de los que podría disponer sólo hasta que contrajera matrimonio. Se casaron en la cárcel y así fue como el escritor beat recuperó su libertad.
Lucien Carr, antes del asesinato, era un brillante estudiante de la Universidad de Columbia de una destacada familia del Medio Oeste. En su defensa, dijo que Kammerer, que al momento del crimen tenía 33 años, mientras que Car 19, lo había seguido de ciudad en ciudad.
La prensa de Nueva York, describió el asesinato como un ¨asesinato por honor¨, y se trató de uno de los primeros casos famosos en Estados Unidos, en el que se utilizó la llamada defensa del pánico gay, en el que una persona afirma que su acto violento fue una respuesta emocional repentina a una insinuación no deseada de una persona del mismo sexo. Aunque en ese tiempo el delito del acusado podía reducirse, como en el caso de Carr, de asesinato a homicidio involuntario o de intento de asesinato a asalto para evitar la responsabilidad por completo, en los últimos años los jueces han desechado esa defensa y hoy ya no existen tantos casos.
Cuando salió de la cárcel, en 1946, fue contratado por la agencia de noticias United Press International, justo recién cumplidos los 21 años, y así fue como inició su carrera en el periodismo.
Algunos datos periodísticos señalan que en 1956 fue nombrado editor de la sección “noticias nocturnas” y tiempo después llegó a ser editor general de la agencia hasta su retiro en 1993. Falleció en enero de 2005.
Uno de sus hijos, Caleb Carr (Manhattan, 1955), se dedicó a la escritura y alcanzó el reconocimiento internacional con una novela fundamental para entender y desmontar la maldad: El Alienista, obra que fue llevada como serie en Netflix.
Kerouac y Burroughs, pensaron que la historia podía formar parte de una novela escrita entre los dos, y así lo hicieron. El crimen inspiró And the hippos were boiled in their tanks (Y los hipopótamos hirvieron en sus tanques), publicado en 2008, muchos años después de aquella trágica noche.