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Junto a mis iniciales talladas en un árbol solitario

El aire triste se posa en la celda
abrazando los fríos barrotes. Afuera…

Por John Jairo Quitián Murcia | 10 marzo, 2022

Al sur de la ciudad*

10: 45 p.m.
El aire triste se posa en la celda
abrazando los fríos barrotes.
Afuera,
la soledad se hace ausencia
con cada grito amordazado por las fieras.

12:32 a.m.
Un zancudo
no entiende de rencores,
solo grita su sed
a una muerte sin memoria.

6:30 a.m.
La sangre se hizo humo
y el humo soledad y llanto.
El olvido escapa impune
boca abajo entre las balas
metidas en los cuerpos.

*El 21 de marzo del 2020 en la cárcel La Modelo de Bogotá se llevó a cabo una masacre por parte de las fuerzas del Estado, que dejo 24 internos fallecidos y más de 80 heridos.

INICIACIÓN

Frente a una gran multitud
en una gran ciudad,
un hombre construye
su parroquia
sobre pólvora mojada.

Predica letanías
a los decepcionados
recordando el establo de los padres,
sus caballos
y la tierra que hay entre nosotros
y los antepasados.

Sobre humores fabriles,
un hombre construye
su parroquia
en compañía de un perro
y un vaso vacío.

Promesa de violencia

Se alejó del mundo
e hizo explotar sus manos
y luego se arrancó las ampollas
con olor a pólvora
solo por ver
una pálida sonrisa.

Para darle forma
a su letanía,
sumergió su piel
en humores
repletos de gasolina
y arena de provincia.

Se rompió los tímpanos
con el estruendo de pequeñas violencias,
y redujo su cuerpo a pequeñas partes
para poder escuchar
a los aristócratas descabezados.

El nuevo evangelio,
junto a esa pálida sonrisa,
desmoronan el cristal
de los linajes
y los monólogos
de la gula.

Breve resumen

Podría tejer la verdad y el llanto
el sonido de los rostros, el espasmo de la casa
y la quietud del cielo

pero me embarga el espanto
del perro y sus fauces mordiendo
el cuerpo desnudo
junto a mis iniciales
talladas en un árbol solitario

Todo se ha ido en la memoria
de los desprevenidos

Tal vez mañana retorne a las aguas
y me encuentre allí
parte por parte.

Libertad

Sabiendo de buena fuente
que estoy muerto
-o en perpetua quietud-
me arrojo al rio
para cubrirme la cara
y morderme los ojos
que solo saben de letras
servidas en un plato
de segunda mesa.

Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá y Magister en Psicoanálisis por la Universidad Nacional de Colombia.

Finalista del primer concurso nacional de poesía Pablo Neruda de la Universidad del Rosario (Colombia) y la fundación Pablo Neruda de Chile. Algunos de sus poemas han sido publicados en la revista Cazamoscas (Colombia) y Espora (México).

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