Hay decenas de casos de estafadores famosos en todo el mundo. Algunos cobraron notoriedad al realizar negocios ilegales dignos de alguna película hollywoodense, como Victor Lustig que se atrevió a vender la Torre Eiffel de París en dos ocasiones, sin embargo, pocos conocen la historia de un pintor que se se hizo rico engañando a los temibles nazis.
Se trata del neerlandés Hans Van Meegeren, quien vivió entre 1898 y 1947. El diario español ABC lo recordó en octubre de 2017 en su edición digital al tratar el fiasco que involucró nada más y nada menos que al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recientemente perdedor en su intento de relección, quien llevaba algunos años pensando que tenía un cuadro original de Renoir, en la Torre Trump.
Este europeo fue “un pintor con una técnica tan depurada y unas habilidades tan extraordinarias que logró engañar a los mismísimos nazis durante la Segunda Guerra Mundial”, expuso ABC.
Basado en un libro del historiador Jesús Hernández titulado Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial, el neerlandés empezó a “cultivar el estilo de pintura de los grandes maestros clásicos holandeses”.
La primera estafa sucedió al ser invadida Holada por los nazis. Un banquero amigo suyo lo puso en contacto con Hermann Goering, el as de la aviación germana y líder militar hitleriano.
Van Meegeren vendió uno de sus cuadros al alemán haciéndole creer que era una obra original de Vermeer (uno de los pintores neerlandeses más reconocidos del arte Barroco que vivió de 1632 y 1675).
Fue un negociazo. Lo vendió en medio millón de marcos, de acuerdo con ABC, esa suma representaría ahora alrededor de los 6 millones de euros.
“Su particular negocio continuó hasta el 29 de mayo de 1945 cuando, tras la caída del Tercer Reich, fue detenido. Como cabía esperar, fue acusado de traición por enriquecerse gracias a los nazis (y no era para menos, pues había logrado atesorar una fortuna de casi dos millones de marcos gracias a sus falsificaciones)”, agrega el diario español.
La historia fue narrada por ABC en julio de 1945 así:
“Hans Van Meegeren se ha confesado autor de la falsificación de una serie de cuadros maestros del siglo XVII. […] Se dice que ha recibido más de cuatro millones de dólares por siete “imitaciones””.
El 12 de octubre de 1947 fue condenado a dos años de prisión por fraude.