México celebra como ningún otro país del mundo el Día de Muertos, una tradición celebrada el 1 y 2 de noviembre en la que se honra a los difuntos. La fiesta, porque no se le puede llamar de ninguna otra forma, se originó como un sincretismo entre las celebraciones católicas (especialmente el Día de los Fieles Difuntos y de Todos los Santos), así como las diversas costumbres de los indígenas.
Pero hoy en Poetripiados, más que la celebración, nos reúne un gran cortometraje animado que hace alusión a la muerte en forma graciosa. El trabajo se llama Hasta los Huesos y se difundió en 2002.
La historia realizada por el cineasta René Castillo, trata sobre la muerte de un hombre, en voz de Bruno Bichir, quien desciende al mundo de los muertos, en donde es recibido con una fiesta bohemia por un gusano, calacas sonrientes y la mismísima Catrina, quien le canta sensualmente.
La voz de canción es nada menos y nada más que Eugenia León. Sobre este material hay algunos números sobre los que es posible conversar ampliamente. Entre ellos, su producción duró más de 3 años y la sola filmación se hizo durante un año. Se necesitaron alrededor de 15 mil movimientos de los más de 70 personajes que componen este cortometraje de 11 minutos; en la música destaca la participación de la banda meicana Café Tacuba.
El cortometraje es el más caro de la historia de la animación en México con un costo de alrededor de 3 millones de pesos.