TODAS LAS RUTAS DEL VIENTO
Todas las rutas del viento
cruzan y se enmarañan
en la festiva tempestad de los columpios.
Descendimos inermes del vaivén de esa armadura
todavía con el óxido manchándonos la infancia,
y ahí empezó el desastre.
Inútilmente copamos su estafeta:
no hallamos rumbo ni lazarillo
ante el mareo de la vida.
Ni rastro de estaciones;
sólo un rumor de domingo frío.
Mientras tanto el alisio alborotaba tus cabellos
y un soplo septentrional te colgó de bufanda
mi helado tacto de anfibio.
Privados, por castigo, del céfiro de los poetas,
apenas nos legaron el mundano viento,
a secas.
Un polvoriento siroco intoxicó todas las sábanas;
ciclones devastaron las techumbres de lo místico.
A nosotros,
que sólo aprendimos el dialecto de la brisa;
cierzos y monzones vinieron a injuriarnos
y no los comprendimos.
No sabíamos que el viento es un pífano burlesco
que levanta las faldas más holgadas,
arrastra periódicos añejos,
y así fuimos dos locos
que se paraban desafiantes
creyendo atraparlo dentro de una botella.
Quedamos a merced de la intemperie,
volaron de las manos nuestras cartas astrales.
Truncado para siempre lo truncado,
vivido a medias tintas lo vivido
mientras el viento se escabulle
planeando ligero,
ante una comitiva de pájaros y papalotes
que aprovechados le piden
un aventón hacia los cielos.
COMALA
Llamé ciudad a aquel baldío
que por toda población guardaba ausencias
y entre sus fantasmas me llamaron loco:
el ausente era yo
ante sus ojos de luciérnagas.
ACTO DE CONTRICIÓN
Otra hoja que se mancha.
Un yugo de menos en el alma.
Palabras que son bloques de un muro incongruente
tiemblan todavía bajo la sombra del bolígrafo
como abuelas enfermas ante el presagio de la lluvia.
Todo lo que en el papel haya sido liberado
pertenece en adelante a los alegatos del olvido.
Por ahora, esta mano
suelta la hoz que sangró tinta.
Un acto brutal de contrición: la poesía.
TEMPORADA EN EL VACÍO
Los lugares que nunca visité
no son más remotos
que ciertos rincones de la casa.
Las cábalas untadas sobre un pan marchito
prolongan esta agrura
bajo el pulso desacelerado de los días.
Sin embargo,
redescubro el color de los ojos de mis hijos.
Un todo se revela en el vacío.
Nada hay que no pueda ser aislado de su centro.
Galopo sin prisa hacia mi otoño.
La vacuidad es la medida
de todo lo concreto.
LUCIDEZ
El poeta es un parásito sagrado.
MICHEL HOUELLEBECQ
Si llegas a enfermar de lucidez;
procura destruir toda evidencia de tu arte.
Enciende una fogata con tus manuscritos,
sálvate del frío
y la orfandad de la derrota.
Si llegas a inmolar al animal del silencio
no demores la caída en busca
de un fractal que defina la substancia del hastío.
Sólo siéntate y escucha el lamento del cuyeo
deja que te extravíe su sermón de cataclismos.
Percibe cada arruga atrincherándose en tu frente
como una comitiva de arlequines demacrados.
Disfruta esa inercia en la punta de los dedos,
ve el polvo amontonarse sobre el lomo de tus obras
antes de emprender el viaje perentorio de tus átomos.
Si entra en ti el parásito cordial de la mesura,
deja que te devaste,
regocíjate en su exterminio.
No mendigues epitafios,
entrégate mientras sientes
toda la geometría de la muerte
resolviendo
tu cadáver exquisito.
Si llegas a enfermar de lucidez,
sabrás que no valieron tantas condecoraciones,
y la estela sagrada que atribuías a tus versos
es sólo una hedentina para el hambre de los buitres.
William Velásquez Vásquez, nació en Turrialba, Costa Rica en 1977. Estudió Diseño Publicitario en la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA). Ha escrito artículos de opinión, reseñas, poemas y narraciones en las Revistas Lectores, Turrialba Desarrollo y Cartago Mío. Fue miembro del Taller de Poesía Nuevo Paradigma. Forma parte del equipo de gestión cultural de Turrialba Literaria. Cuentos y poemas de su autoría aparecen en las antologías Crónicas de lo oculto (Editorial Club de Libros, Costa Rica, 2016), Voces del café (Nueva York Poetry Press, 2018), Entra-Mar II (Sakura Ediciones, Colombia, 2018) y Le Parole Grondanti – Antologia della Nuova Poesia Centroamericana – Vol.II (Fermenti Editrice, Italia, 2021), así como en las páginas literarias Norte/Sur y Ablucionistas (México), Buenos Aires Poetry (Argentina), Literariedad (Colombia), Casa Bukowski y Altazor (Chile), Nueva York Poetry Review (EE.UU) y Tiberíades (España). Colaboró como redactor en la Revista Digital Glass Onion (Argentina). Ha publicado los poemarios Los dictados del mar (2018), Tocadiscos (2020) y Un animal, el viento (2022) bajo el sello editorial Nueva York Poetry Press.