El día en que los relojes se pararon tú dormías a mi lado profundamente
La ciudad debajo de ti peleaba discutía
Ambulancias y patrullas iban y venían
La noche era angustiante
Había ruido
Ladridos y aullidos de perros entorpeciendo la noche de luna menguante
Regresé a la sala a seguir con un insomnio heredado
La Torre Latinoamericana daba la hora precisa en que tú descansabas
Las avenidas atestadas fluían lento
Mis perros dormían en mi cama y yo lejos
Mi sueño se interrumpió por el señor Gordon y la señora Donna quienes discutían aterradoramente.
La locura del señor Gordon avanzaba y yo con ella, sus voces silenciosas
me llevaron a un punto de disociación
El viento de esa noche hacía un remolino estridente entre el baño
y la recámara en dónde te encontrabas
El insomnio llegó para quedarse
Estrés postraumático
Locura adyacente
La muerte del señor Gordon
El hastío de la señora Donna
La melancolía adquirida en el vientre materno
Todo pasó de noche mientras tú dormías
Ángeles caninos llegaron a mi alma
Dvorâk invadía mi soledad
Ruido nocturno llenaba la casa
Mis pies desnudos escudriñaban el piso invadiendo tu espacio
Malabares de pensamientos provocaron un texto que no va para ninguna parte
Preguntas hechas al azar eran echadas a la mesa donde tomaba café
Al día siguiente los relojes habían sido detenidos por tu forma de vivir
en esta época en la que te encuentras en la línea divisoria fotográficamente
tan distante
Debajo de tu piel desnuda la noche llega se queda y te pertenece
Debajo de tus párpados cerrados mi insomnio se queda a tu lado
Debajo de tu cuerpo el cielo anuncia una tormenta
Debajo de tu cabello durmiente las estrellas se esconden y miles de flores crecen en bosques y jardines preparados para tu sonrisa inmaculada
Detrás de tu llanto hay mil historias
Detrás de tu risa hay lágrimas escondidas
Detrás de tu no pasa nada ocurre todo
Detrás de tu tranquilidad nocturna se encuentra una ciudad llena de fiesta
Debajo amor mío de tu abrazo nocturno está mi temblor lleno de deseo
Debajo de esa calma en tus sueños está mi ansiedad de vivir cada día
Como quisiera tener la palabra precisa para opacar tu dolor
Detrás de esta mirada que traspasa tu pupila está mi palabra de aliento
y mi abrazo eterno
No comprendes mi silencio absurdo ni mi insomnio tan incómodo
Frente de ti estoy con un beso de por medio
Debajo de tu respiración que ilumina tu casa está el mundo esperándote
Detrás de tu tristeza está un mañana que tal vez sea mejor visto de otra manera
Debajo de ese cansancio tan cansado está alguien esperando tu mirada
esa que alegra y da vida al suicida
Debajo de tus ojos luna está mi palabra silencio que te habla en verso
que te canta en medio de tu cuarto callado
Debajo de tu cuerpo lleno de hartazgo hay ambulancias toda la noche pero tú no te percatas de ello y le agradezco a Dios por eso
——————————-
Directora de la editorial Strombus, Tallerista en Casa de Cultura San Rafael y Club de Periodistas