[especulación existencial de la mano de david bowie]
bailar alocadamente arriba del sofá sin tirar nuestra vida del vaso
***
[lamento a la partida de anna mae bullocka la que los sellos discográficos denominarontinta turner]
subida
sobre pequeños escenarios
pequeñas salas
anna mae bullock de tennessee
coqueteaba con la idea de ser enfermera
mientras su padre un saxofonista
huía a mississippi dejándola a merced
de ike turner quien
la llevaría a un burdel en su noche de bodas
anna mae bullock de tennessee diría
“¿qué hay en un nombre? todo
con esas dos palabras
me convertí en su propiedad”
ike le pegaba hasta la sangre
aún embarazada la tenía de gira artística
a dos días de dar a luz
ya estaba cantando y bailando
sobre alguna pista
mientras una camarera le gritaba
“eres una perra negra”
y ella le respondía “pero soy una perra negra bonita”
una noche de mil novecientos sesenta y ocho
anna mae bullock de tennessee
tomó cincuenta píldoras para dormir
y despertó en el hospital
con las dulces palabras de ike
“deberías morir hija de puta”
ike le arrojaba café ardiente en la cara
le tomaba la nariz como saco de box
le teñía vestidos y garganta con su propia sangre
hasta que a sus casi cuarenta
anna mae bullock de tennessee
tuvo su nuevo despertar:
a pesar de las demandas por no acudir a presentaciones
poco dinero amenazas de muerte
atentados a balazos en el coche de rhonda
(incluso una noche durmió en el armario de su habitación
por temor a ser baleada por la ventana)
y todas esas cosas que los hombres
y el capitalismo hacen para no ver a una mujer triunfar
(sobre todo cuando no pueden sacar ventaja de ello)
anna mae bullock de tennessee
a pesar del rechazo de su madre
(que siempre estuvo del lado de ike)
tuvo su nuevo despertar:
el día en que un david bowie rechazaría
la invitación a cenar de los ejecutivos de emi
para ir a ver “a su cantante favorita”
en club ritz del east village de nueva york
esa noche después del concierto en el hotel plaza
keith richards ron wood & él mismo en el piano
interpretarían junto a anna mae bullock de tennessee
“I keep forgetting you don’t love me no more”
bryan adams spielberg mad max mel gibson
pasarían tantas cosas cine y nombres para ella que:
“salía en zapatos de tacón y con vestido corto
riendo y divirtiéndose,
sin hacerles sentir a las mujeres del público
que estaba intentando conquistar a sus hombres”.
mick jagger le atribuiría a su madre
su particular forma de bailar con los rolling
pero anna mae bullock de tennessee
y él siempre sabrán quién fue su verdadera maestra
oprah en sus ya años de gloria
siempre le hacía la misma pregunta:
“¿recuerdas la primera vez que ike te golpeó?”
al acabar el programa oprah se acercaba a ella:
“sabes por qué sigo preguntándotelo”
en julio del dos mil dieciocho
craige la llamaría por teléfono para decirle
“solo quiero escuchar tu voz y esa risa tuya”
antes de suicidarse
era su hijo mayor
anna mae bullock de tennessee diría al times
“estoy cansada de cantar
y hacer feliz a todo el mundo”
el cinco de mayo del dos mil nueve
justo el día en que los tacones
de la incombustible tina nos dijeran que
sí estaba casada
y que sí hizo feliz a todo el mundo
***
euphoria VI o consagración séptima
a Macedonio González
aspiración denodada
la del cocainómano
que hunde su rostro
en aguas minerales
—busco asfixiarme, salir
ileso o mal herido, salir,
irreconocible sin careta—
buscar escondite imágenes
bajo la lengua:
equívoco de droga
¿por qué no optar por vapor
lisérgico alado vaticinio
que esboza la matemática
de las hojas caídas en diluvio
su paso de hojarasca otoñal?
ido al más allá estando inmerso
adentrado hasta el cuello:
—he visto rodar la moviola,
tirar recio de las cintas:
su luz,
develar la proyección—
asida la píldora al nervio enredado
corroe descalcificando la poca dureza
el calado: hueso en la médula
—devorador absoluto De Quincey, tengo
un altar velado por cigarras,
cirios aromáticos sostenidos por nenúfares—
¿qué es lo individual del goce:
visiones de opio otrora cielos
apenas panacea aterciopelada
canto lúdico para rimar
coyunturas afincadas en los bordes
entretener a los niños con el tacto
o acaso el museo es un invernadero fatuo,
alucinaciones que si vivas ya muertas?
—no tengo idea del cuarzo que refleja las horas—
medir los días por la aurora de su astro
el sueño agrícola de sus estrellas
¿un reloj de luz solar
se esfuma más lento
que la arena entre los dedos?
tantas preguntas sobre el arte marcial
de engullir el universo en partículas
tanto lo profano como lo ascético del hongo
y me habla la memoria del músculo,
su hermandad con la historia del gen,
su prosodia correcta para evocar
la animadversión a los químicos
el coqueteo entre venas
lo magnético del flujo sanguíneo
—tiemblo al tiempo que inhalo,
que bebo, que me inyecto, que trago, tiemblo
como el eco de una palabra
que se repite y se reconoce así misma
anagrama irreparable frente al espejo—.
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meditación al poodle perdido
a Rodrigo Odriozola
¿Entonces en dónde,
en que uso de palabra,
borrosa para el canto,
cabe la gracia de un pequeño poodle
que pasea sus algodones
por entre las pantorrillas de los comensales?
No sabría encajar el momento preciso,
sonrojadas las mejillas, del abismo que antes de,
nos separaba: a los livianos de los fríos, a los
consecuentes, que pecho contra pecho,
inflamamos el tórax en señal de poderío amoroso.
¿En qué palabra he de sumergir esta aspereza,
este brío apenas ineficaz,
esta contingencia del querer
que se sabe frente a un gran diluvio pernoctado?
Si ha de llevarnos el cielo a su morada,
con los ojos llorosos, expuestos, arrastrados
y amortajados como palomas atrapadas en la corriente
de un río ¿qué ternuras cargaremos, será
ligero el trance a defensa nuestra? Nos hundiremos
a medio camino, sin saber siquiera, qué significado
nos resume, a síntesis cierta, la claridad que nos revele
lo fatal de no saber en palabra alguna, expresar todo
y recordar tan solo, el eco de un ladrido.
sobre la facilidad de la estética de bajo impacto
a Calixto Ramírez
blanco sobre blanco
es el artificio que
ahora
“sorprende”
a los estetas del color
blanco sobre blanco
como una página
sin escritura
—a saber de Rilke—
blanco sobre blanco
como la migración
de alguien
sin memoria
blanco sobre blanco
como un conejo
encima de otro
en un comercial
de tv en primavera
que no se le puede
explicar a un niño
blanco sobre blanco
como la falta de ideas
en donde nunca
ha existido una.
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Juan Manuel Zermeño Posadas (Monterrey, 1991) es escritor, editor y curador de arte. Fue ganador del Certamen de Literatura Joven de la UANL en 2013. Su obra poética aparece publicada en diversas antologías nacionales e internacionales. Fue becario del Centro de Escritores de Nuevo León en la generación 2021. Es colaborador reseñista de la revista Publisher Weekly en Español.. Actualmente es Consejero Vocal de literatura en el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León I CONARTE.