Carlos Humberto López Barrios, nació en Pajapita, San Marcos, Guatemala, un 25 febrero de 1954. Obtuvo los títulos de maestro de educación primaria urbana en el Instituto Normal Mixto “Rafael Aqueche”, de licenciado en lengua y literaturas hispánicas y en estudios latinoamericanos, y el grado de maestro en letras en la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió las licenciaturas de derecho y de ciencia política en la Universidad de San Carlos de Guatemala e historia en la unam.
En 1981, fundó Editorial Praxis —que desde entonces dirige—, donde lleva editados alrededor de mil títulos. Ha cuidado la edición de más de 6 mil libros, tesis, revistas, folletos y asesoró tesis de licenciatura, maestría y doctorado. En México, patrocinó la exposición pictórica de cien artistas de diversas partes del mundo y ha participado en 700 presentaciones de libros.
En una entrevista con Poetripiados, el escritor rechaza definir la poesía, comparándola con el escurridizo Tao Te King: se siente, se vive, pero no se atrapa fácilmente. Sobre el futuro editorial, cree que la era digital solo es una vía más de difusión y que mientras existan creadores, habrá editores. Reconoce que Praxis ha sobrevivido 44 años gracias a la amistad y el esfuerzo colectivo. Considera imposible enseñar poesía y recomienda leer todo tipo de literatura y la naturaleza.
Además lamenta que muchos escriban por fama o subsidios, y critica a Amazon como un depósito de textos sin valor. Denuncia el cuatachismo en la crítica literaria mexicana y recuerda cómo se exilió en Cuernavaca tras un despojo inmobiliario en la Ciudad de México.
A continuación te presentamos la entrevista completa:
-La pregunta obligada a todos los poetas, ¿qué es la poesía?
No sé. La definición de poesía es escurridiza como el Tao Te King. Tengo algunos años buscando al valiente que diga qué es la poesía y no lo hallo o lo dice mal, incompleto. Lo que dice la Real Academia Española sobre la poesía es jocoso. La poesía se siente, se ve en todos lados; lo difícil es atraparla; pero basta con vivirla.
¿Cuál es el futuro de la industria editorial frente a la era digital?
Seguirá igual que hasta hoy. Desde que el hombre, después de miles de años, empezó a fabricar, ha estado renovando las formas de explotar la materia. Hoy estamos en la embrutecedora etapa digital y los libros sólo encontraron otra vía para difundirse. Los seres vivos son tan proteicos como las piedras que cubrirán a las cucarachas cuando se acabe todo. Mientras haya creadores habrá editores y la creación se acabará con el último ser humano. Visto de manera amplia, el trabajo editorial se ha aprovechado de la tecnología digital y ésta echa mano de lo que hasta ahora se ha editado.
¿Cómo has logrado sostener Praxis hasta ahora, siendo una editorial independiente?
Con trabajo. Hemos sobrevivido 44 años gracias a la amistad, a la generosidad de mucha gente. Cuando empezamos en 1981 no existían más que era, Joaquín Mortiz, Editores Mexicanos Unidos, Diana, y otras empresas dedicadas a la elaboración de materiales escolares, como Trillas, y editoriales universitarias y del estado. Carlos Salinas de Gortari apoyó la creación de cientos de editoriales autodenominadas independientes.
¿Qué te preocupa? ¿Cuál es tu mayor miedo en la vida?
Todo me preocupa. No sé a qué le tengo miedo. No me había hecho estas preguntas.
¿Es posible enseñar a escribir poesía?
No, pese a que abundan charlatanes y escuelas que ofrecen enseñarla. La mejor forma de aprender poesía es leyendo todos los días, no sólo poemas sino cuentos, novelas, ensayos, teatro; hay que leer la naturaleza; se aprende más leyendo el mundo de lo que se aprende en la escuela.
Para ti, ¿quiénes son los escritores vivos más importantes actualmente?
Los muertos que viven en sus libros, que nunca morirán. Yo siento más vivos que nunca, por ejemplo, a Luciano de Samósata, a Borges, a Pessoa.
¿Por qué vale la pena seguir escribiendo, más allá de la necesidad personal?
No debería ser una necesidad, sino un placer, para disminuir el número de escritores y aumentar la cantidad de lectores. Algunos escriben porque tienen que publicar una determinada cantidad de cuartillas por el estipendio económico que reciben del gobierno; otros, la mayoría, porque andan en busca de fama, de reconocimiento. Amazon se convirtió en la recibidora de cascajo más grande del mundo. Muchos escriben para publicar ahí y recibir millones de vistas, aunque nadie compre algo de lo que ve anunciado como lo mejor del mundo.
¿Qué me puedes platicar sobre la crítica literaria en México?
¿Cuál? En México existen el cuatachismo, las mafias, el interés. Ve lo que publican los medios; algunos de manera descarada son voceros de editoriales con mucho poder económico. Los medios universitarios también están cooptados por fascistas.
¿Cómo y por qué fue tu cambio de la Ciudad de México a Cuernavaca?
Es una historia muy larga. Cuando el cártel inmobiliario sionista —en contubernio con el gobierno del entonces Distrito Federal y la delegación Cuauhtémoc y sus instancias burocráticas y policiacas— me robó hace 10 años todo en Vértiz 185, no encontré otro lugar para irme. La cercanía de Cuernavaca con México también determinó que eligiera esta ciudad.
¿Qué te mantiene ocupado actualmente? ¿Qué estás escribiendo?
Lo de siempre: leer. Casi no escribo.