Un viejo irlandés afincado en México se presentó en la puerta de mi casa la mañana de un domingo santo para reclamarme en calzones por qué no accedí a la última voluntad de mi madre ––una tal Molly Bloom–– en su lecho de muerte rezando con ella en su lecho de muerte se puso a reclamarme en calzones un viejo irlandés afincado en México la mañana de un domingo santo mientras yo me fumaba un porro y atendía una llamada telefónica con mi agente literario y le contaba de los chismes más relevantes del medio literario después de que nos decidiéramos unos amigos y yo a presentarnos en una reunión de Alcohólicos Anónimos y ejercitarnos en el arte de la improvisación, la locura y la interpretación dramática, y yo le decía al viejo irlandés que Molly Bloom no era mi madre mi madre es la música y el viejo irlandés nos invitó entonces a una reunión de Alcohólicos Anónimos en el centro histórico de cualquier ciudad del mundo mientras nos contaba su experiencia de vida un viejo irlandés afincado en México la mañana de un domingo santo que en realidad era de muy mal gusto andar paseándonos en calzones por Colima la madrugada de un domingo santo con el fin de reivindicarme ante el mundo por no haber atendido la última petición de Molly Bloom luego de que ella todos los días se esforzara por alcanzar el Do de pecho cuando Leopold Bloom estaba con Stephen Dedalus en la zona de tolerancia de cualquier ciudad del mundo en calzones con un viejo irlandés afincado en México mientras nos paseábamos fumando un porro que le di sin saber que él era abstemio y él fumó sin saber que era un porro porque el bato más tronado ya no podía estar y seguía reclamándome por qué se le olvidó lo que estaba diciéndome cuando al llegar al centro de rehabilitación les detallaba cómo es que había dado con ese viejo irlandés la mañana de un domingo santo en calzones y el encargado del albergue me preguntó:
––¿Qué es lo que más amas, hombre enigmático? Dime: ¿a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?(1)
––No tengo padre, ni madre, ni hermana, ni hermano (2) ––respondí.
––¿Y tus amigos? (3) ––preguntó el tipo.
––Os servís de palabras que hasta hoy me han sido desconocidas (4)––respondí al tipo.
(¿Qué es la misa, sino un asado que se arma todos los domingos?
Pensé, sin venir a cuento).
––¿Tu patria?(5) ––derrepente me encontraba testificando ante un tribunal de guerra.
––Ignoro en qué latitud esté situada. (6)
––¿La belleza?(7)
––La amaría de buen grado, deidad inmortal.(8)
––¿El oro?(9)
––Lo odio tanto como vos odiáis a Dios. (10)
––Entonces, ¿qué es lo que amas, extraordinario extranjero? (11)
––Amo las nubes… las nubes que pasan… allá lejos… allá lejos… ¡Las maravillosas nubes!(12)
Y entonces decidieron, un jueves 15 de junio de Irlanda en Dublín, que yo era también, como él en su momento lo fue, un buen candidato para la candidatura por la diputación de mi distrito como candidato independiente, luego de terminar un programa de rehabilitación y entregar mi voluntad a un poder supremo, y le pregunté cuánto costaba eso y en qué consistía todo ese rollo, y dijo no pues vas a estar así y asá y asándote, y yo por zafarme de ese pendejo firmé y le dije que sí.
Lo demás, es literatura.
NOTAS
Cosa por lo demás baladí es el tiempo, y es por ello que hago aquí una pausa para decir: (¿qué?) señalado en itálica encontrará el lector atento con un tipo distinto de letra: la cursiva. Desde el comienzo pensé en utilizar otro tipo de letra, y por lo que se refiere a este aspecto del presente documento, advierto lo siguiente: las preguntas y respuestas desdoblándose en cursivas obedecen al primero de los poemas en prosa de “El Spleen de París”, de Charles Baudelaire en traducción de Margarita Michelena, y cuyo nombre en realidad es “El extranjero”.
Sea cerca junio, y en Monterrey se llevará a cabo la tentativa del hombre infinito de celebrar el 16 de junio el Bloomsday, y se le rendirá tributo al espíritu de James Joyce de la mejor manera que sabemos hacerlo: celebrando ese momento de tránsito e incertidumbre que sin saberlo que se lo ha convenido se lo ha convenido en llamar (o denominar que para el caso es lo mismo) en el idioma español traducido al castellano y viceversa) VIDA.
Bibliografía:
Baudelaire, Charles. El Spleen de París. México: Fondo de Cultura Económica, 2018.
(1) Charles Baudelaire, El Spleen de París. (Fondo de Cultura Económica: México 2018), 17
(2) Ibid, 17.
(3) Ibid, 17.
(4) Ibid, 17.
(5) Ibid, 17.
(6) Ibid, 17.
(7) Ibid, 17.
(8) Ibid, 17.
(9) Ibid, 17.
(10) Ibid, 17
(11) Ibid, 17.
(12) Ibid, 17.