Son 21 los condenados a muerte. Entre ellos hay escritores, profesores y políticos que se atrevieron a desafiar al Zar con sus letras y sueños de libertad. Uno de los sentenciados es Fiódor Dostoyevski, quien fue llevado a la Fortaleza de San Pedro y de San Pablo, y castigado con la pena de acabar su vida fusilado, como muchas víctimas más de esos años.
La historia sucedió así: el 16 de noviembre de 1849 el autor de Los Hermanos Karamazov fue condenado a muerte por fusilamiento junto a 20 compañeros del Círculo, una asociación ilegal fundada en San Petersburgo por el jurista Petrashevski entre 1844 y 1849, dedicada a debatir y propagar las ideas de los socialistas utópicos.
Durante los siguientes días, los arrestados se fueron resignando uno a uno, debido a que era imposible que les perdonaran sus actividades políticas subversivas. El 22 de diciembre fueron trasladados a la plaza Semionov para que no quedaran dudas de que Nicolás I estaba empeñado en eliminar cualquier ínfula antizarista.
Fueron llevados en fila y en silencio. La historia nos recuerda cómo antes de vendarles los ojos, los prisioneros observaron a los militares que bajaban de un carruaje los ataúdes donde serían sepultados. Una versión de esos hechos señala que Dostoyevski murmuró: “No puedo creer que me vayan a fusilar”. Algo que más bien parece un adorno de un momento romantizado.
Les vendaron los ojos y fueron acomodados de tres en tres.
Aunque la oscuridad privaba en sus ojos, sus oídos dibujaban la escena. Soldados cargando sus armas, caminando por la plaza, en medio del bullicio de los curiosos que esperan el momento de los disparos del pelotón.
Todos escucharon la llegada de un jinete que entregó una carta del zar que los indultaba y les perdonaba la pena capital. A cambio, serían enviados a la cárcel de Siberia por cinco años, donde realizaron trabajos forzados.
El hecho, que algunos estudiosos del tema consideran que fue parte de una especie de tortura psicológica, fue tan brutal, que Dostoyevski tuvo un ataque de epilepsia, un mal con el que lidiaba desde años atrás.
La historia de terror fue narrada por el escritor ruso en una carta que envió a su hermano que explica lo siguiente:
“¡Hermano, querido amigo! ¡Ya está todo decidido! Me han sentenciado a cuatro años de trabajos forzados en la fortaleza (creo que la de Orenburgo) y después tendré que hacer de soldado raso. Hoy, 22 de diciembre, nos han llevado al campo de tiro de Semionov. Una vez allí nos han leído a todos la sentencia de muerte, nos han dicho que besáramos la cruz, nos han partido las espadas en la cabeza y nos han permitido lavarnos por última vez (camisas blancas). Luego han atado a un poste a tres de los nuestros para ejecutarlos. Yo era el sexto. Nos iban a llamar de tres en tres, en consecuencia, yo iba en el segundo turno y no me quedaba más que un minuto de vida. Me he acordado de ti, hermano, y de los tuyos: durante el último minuto, en mi mente estabas tú y nadie más que tú y sólo entonces me he percatado de cuánto te quiero, amado hermano mío. (…) Pero al fin han tocado retirada, los que estaban atados han vuelto con nosotros y se nos ha anunciado que su Majestad Imperial nos perdonaba la vida”.
En Siberia, Fiódor estuvo atado por pesadas cadenas de hierro y sólo tuvo un libro para leer, el Antiguo Testamento, que le fue entregado por la noble Natalja Fonvisina y su hija, quienes ocultaron entre las páginas unos pocos rublos (moneda oficial de la Antigua Rusia). Según su biografía, el día de su entierro, entre sus manos, se encontraba aquel libro. Luego de aquella experiencia en la cárcel, escribiría las grandes obras que lo inmortalizarían, como Crimen y castigo, El jugador y Los hermanos Karamazov.
A continuación te presentamos cinco puntos importantes de su vida:
1.- Marcado por sus padres
Fiódor Mijailovich Dostoyevski, nacido el 11 de noviembre de 1821 en la ciudad de Moscú, tuvo una infancia difícil. Primero perdió a su madre por una tuberculosis, y más adelante sucedería lo mismo con su padre, un hombre déspota y violento, casi le hizo perder la razón. El character duro de su papá lo plasmó en algunas personajes de sus novelas.
2.- Una vida marcada por la muerte
Su primera esposa murió, así como su hermano y su primera hija con Ana Grigorievna, la mujer con la que compartió el resto de sus vida
3.-El silencio y la luz
El autor ruso comenzaba a ser famoso a mediados del siglo XIX, gracias a la novela ‘Pobres gentes’, muy aplaudida tanto por los lectores como por otros escritores de su época. Su fama se interrumpió con el arresto y posterior envío a la cárcel de Siberia. Al salir de la prisión volvió a cobrar notoriedad con ‘Recuerdos de la casa de los muertos’. Tras esa novela, se mantuvo en la cima con ‘Memorias del subsuelo’, ‘El jugador’ y, finalmente, ‘Crimen y Castigo’, considerada una de las novelas más internacionales e influyentes de la literatura rusa.
4.- Su epilepsia… en sus personajes
Desde Murin y Ordínov (La patrona, 1847) hasta Smerdiákov (Los hermanos Karamazov, 1879-1880), Dostoievski atribuyó epilepsia a seis personajes a lo largo de su obra. La idea (vertebradora en su literatura) de que un instante de felicidad puede valer por una vida nace probablemente del aura epiléptica con que se iniciaban los ataques
5.- Adicto al juego
El escritor ruso Fiódor Dostoievski descubrió en los balnearios europeos el placer de la ruleta. El juego le atrapó y con esta obsesión recorrió las ciudades termales preso de su adicción, un vicio que le llevó a la ruina y que él reflejó en su novela ‘El jugador’.