UNA R PUEDE SALVAR GATOS
Alfileres imaginarios se clavan en mis piernas desnudas.
Nadie debe estar a la altura de Nadie.
Vos mides lo que el mundo en las manos de un niño ciego.
La belleza es el final/ comienzo de una era que silencia/ grita palabras.
Se engendró la poesía en el corazón de un gato muerto.
Eres el robot más sensible que mi carne quemada ha conocido.
Me sangran las manos/ miles de agujeritos en mis palmas.
Haré un guiso con tus partes de lata,
se derretirá el corazón que no tienes.
Ven a la primera/última cena, come conmigo las vísceras de tu existencia.
Caerá el techo y partirá tu cráneo/ expuesto tu cerebro,
empezaré el meticuloso proceso de meterme ahí.
Memoriza mis ojos que no son grises.
Con tus manos de alquitrán
acaricia mi espalda de gato manso
y golpea suavecito mis omoplatos.
La ventana sin cortina es un generador de histeria
para un gato que no atusa sus bigotes, todavía.
0H00
¿De quién es la voz que me habla desde el lavabo?
¿Es una hormiga oxidada que se quedó atrapada
en la viscosidad del ducto?
Un sueño colgado en un armador sin forma de armador
Las venas de mis manos despedazadas:
soy la hormiga que habla desde el lavabo
//
Soy el misterio que me observa con sus ojos grandes en la oscuridad.
Soy el miedo a las puertas siempre cerradas
No quiero abrir la puerta, no quiero abrir la puerta,
no quiero saber quién está del otro lado.
Al niño que baila sin pies también le asustan
los niños que bailan sin saber que no tienen pies.
A la hormiga que susurra en el lavabo también le asustan
los encierros que se escuchan desde todos los lavabos.
//
Bailo con el grito reprimido porque el sueño quiso no poder más.
Soy el gris espanto que mira a través del umbral.
Me observa… Me observa.
Y no me quedo callada.
Y no me escondo.
Y no enciendo la luz.
Y no cierro los ojos.
Y los ojos no me cierran.
Y la luz no amortigua.
Y el quedarme quieta
no me hace sentir las manos tibias
de ningún alguien que sí existe.
****
Todos los días son una despedida, quise decir.
Todas las noches me encuentro en la encrucijada
de descubrir mi pecho expuesto. Cuando al
fin tuve conciencia del poder de mis caderas las
sombras envolvieron mis manos, degusté del piso
las sobras de la muerte, me ofrecí en una mesa y
el sacrificio no fue suficiente. Mi madre me decía
que es mejor ‘no hablar de ciertas cosas’ pero yo
nací gritando, y ese grito se convirtió en la palabra
que nunca pude guardar. Fingí no escuchar tras la
puerta, fingí no llorar cuando el voltearse significó
más dolor. He mordido mis labios esperando
que la sangre me recuerde la vida. La certeza de
encontrarme una mañana al lado de un cadáver
sin poder escapar de su abrazo frío.
Devuélveme al mar de donde me recogiste,
esta vez limpia, esta vez ya sin cicatrices. Diré: he
vuelto a ti, agua, para llenar mis pulmones, para
desvanecer el humo.
****
Formé con las piezas rotas de mi alma un corazón, se lo entregué, con sinceridad, sin miedo porque para amar se debe ser valiente. Se lo di para que lo guardara donde quisiera, para que cuando su corazón se sienta triste, tome el mío que está disponible para ser motor, arranque, sueño, apoyo, respiración.
Siempre supe que me estaba lanzando a un abismo, y disfruté cada instante de la caída, que me abrazaba con fuerza, pero el golpe directo al piso me destruyó entera, volví a quebrarme, volvió a romperse el anhelo. Sentí que mis sesos se dispersaban en el piso y no dejaban de latir pensamientos que me seguían doliendo. Sentí la sangre dispersarse, secarse y admiré aquella obra maestra.
Lamí mis heridas, como tal gato que se acicala el dolor, me abracé a mí misma, me contuve, recogí mis sesos, mi sangre, mi alma rota y me dije a mí misma, soy un lego, y mis piezas volverán a ser poema.
****
No quise despedirme de ti con tu mirada en el vacío, te dije esta tarde en la que el frío desquebrajaba mis armaduras, que el amor es la contemplación de la belleza, de todo lo cotidiano que se observa desde los ojos de quien ama. Contemplar tu rostro y sentir tu respiración, acariciar tu piel suavemente sin mayor deseo que el de sentirte cerca. Sí, te dije que quisiera poder seguir mirándote ser tú cuando estás conmigo. Yo que había ocultado mi sinceridad por tanto tiempo, me vi desnuda frente a ti sin temor de lo que encuentres. Me dispuse con miedo a entregar lo poco que aún me queda, el tiempo que es vacío temprano, las mañanas en las que desayuno y pienso si tú ya habrás desayunado, esas cosas tan simples, tan sin magia aparente. Esas cosas que solo el amor puede profanar y hacerlas divinas, casi celestiales, hermosas.
No quise despedirme de ti con la certeza de que el adiós es todo lo que nos queda. Pintarte claveles, pintarte arcoíris, pintarte mis deseos en una acuarela desteñida y frágil, como yo. Que la debilidad es notoria, que no poder decir lo que siento a viva voz, también me consume. Esta vida que parece un piano de teclado fuerte y duro, esta ausencia que parece el sonido de las aves cuando descubren que se han robado su nido, que alguien destrozó su hogar. La maldición de saberse expuesto ante el desierto de la tristeza, de recoger la arena y ponérsela en los ojos, para no mirar de nuevo el encanto oculto del oasis que ya no existe.
————————
Pamela Cuenca (Loja- Ecuador, 1996). Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade, 2017.
Autora de: Los Cubos que me habitan (U. Cuenca, 2018) y Piriápolis: Una muerte azul (CCE-Loja, 2019)
Ha publicado las plaquetas: Ensayo de realidad virtual para un gato que despierta (Loja, 2017), Despersonalización de una máquina: futuro no inmediato (Ambato- Loja, 2017), El descanso de la nube roja (Loja, 2018). Algunos de sus poemas aparecen en: Antología Alma Adentro Mujeres Ecuatorianas Premiadas (Editorial El Conejo, 2018), Alas Púrpuras: Antología de resistencia y libertad (El Ángel Editor, 2018), Antología El vuelo más largo (Ángeles de papel Editores, Lima, 2020) y, en espacios tanto impresos como digitales dentro y fuera del país.
Ha sido reconocida por la Casa de la Cultura Núcleo de Loja y el Ilustre Municipio de Loja por su destacada trayectoria literaria. Ha sido invitada a diferentes encuentros y Festivales Nacionales e Internacionales. Directora y fundadora del I Festival de Poesía De Lirios Ambato 2017.
Es un gato que escribe.