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Una oreja libre para que puedas escuchar tu locura

Si lo piensas mucho, lo complicas mucho Pensar demasiado complejiza las cosas,y las personas demasiado complejasviven en vasos de cristalpara revictimizarsey que todo el mundo pueda vercómo sufrey se ahogacon su frustración. Yo soy una persona que se complejiza demasiadoy todo el tiempo estoy pensando y dando vueltasaun hamster gordo, gordoque ya no cabe en […]

Porque ahora me pasa todo, / y ya no quiero correr tan aprisa

Por Patricia Huerta / 24 de mayo de 2025

Si lo piensas mucho, lo complicas mucho

Pensar demasiado complejiza las cosas,
y las personas demasiado complejas
viven en vasos de cristal
para revictimizarse
y que todo el mundo pueda ver
cómo sufre
y se ahoga
con su frustración.

Yo soy una persona que se complejiza demasiado
y todo el tiempo estoy pensando y dando vueltas
aun hamster gordo, gordo
que ya no cabe en su rueda
y se cae junto conmigo.

Y me quedo pensando: pobre hamster.

Tan sencilla que sería la vida si mejor salieras de la rueda
y le dieras vueltas al mundo, que nunca acabarías.  

Mi rival más real

Hoy me toco correr
contra mi rival

Gustavito
11 años

Corre porque su mamá lo manda para agotar su hype de energia

Su zona de descanso es mi zona rápida
y su pre-entreno fueron unos chetos

Esos jovenes y sus rodillas nuevas.

Mi otro rival
una señora de 70 con mayones fosfo
que me pasa en todas las vueltas
y va sin audifonos,
ni hidratación.

Y por ahí viene un perrito asmático,
me pasa,
y una niña pequeña que corre por diversión,
me pasa,
y mi yo de 18 años forzada, desvelada y tomada,
me pasa.

Porque ahora me pasa todo,
y ya no quiero correr tan aprisa,
quiero disfrutar
sentir el viento en mi cara,
la sal en mis labios,
que mi cuerpo me lleve a lugares
donde antes no había llegado.

Y ahora corro sin medir el tiempo,
porque el tiempo de todas maneras pasa,
como Gustavito,
la señora fosfo,
la niña pequeña
y el perrito asmático.
 


Lista de objetos que nos hacen decir “¿por qué?”

Conejito comiendo en el metro una maruchan
Perrito en patineta con cohete en el culo.
Donitas boxeadoras.
Un pokemón con un boing de mango en un puesto de tacos
Burrito sosteniendo una cobija de trigre
Robert Pattinson con delineador corrido en los ojos.
Papada con la leyenda “Preciosa”
Camíon de la Banda el limón, sin el color limón 


Outfit para darle miedo al gobierno

Benditos sean los locos que nos permiten realizar nuestra locura
El Penumbras

Primero que nada, querida,
necesitas unos rizos cafés y desobedientes
que puedan albergar los huevos
de la gran señora extraterrestre.
Segundo, busca en el cajón de la abuela
una chaqueta morada
y agrégale unas tiras verdes
como las tres tetas mordidas de tu madre.
Ve por el labial pitufresa de tu exnovia, Eva,
haz una marca
en el último lugar donde te dió un beso.
No se lo digas a nadie.
Necesitas una oreja libre
para que puedas escuchar tu locura,
en la otra ponte un gancho
con plata de marte,
por si aparecen los vampiros satánicos de la noche.
En tu cuello deja señales de tu origen,
cada cuenta del collar representa las veces que haz creado
una especie humana con los monos.
Ponle un triángulo,
para señalar los lunares
de tu cara y de tus brazos.
Los anillos conectan los dedos al cerebro,
cuidado, tienen vida propia,
son la primera potencia de inteligencia alienígena.
Ahora sí, anda a luz y anda a pilas.
Eres una gran potencia de inteligencia de arte
y de cultura, que se enteren los gobiernos.
 


Un, dos, tres por los vatos mecos

Si te gusta un vato meco,
escribe con tinta roja su nombre
piensa “que me hable”
seis veces
su nombre completo
ponlo debajo de tu almohada.

Después toma el papel,
ve al último rincón donde llega el agua,
no te ahogues,
tira el papel,
di su nombre.

No va a pasar nada,
pero te sentirás chivirika.

Poema triste en dos versos

Escondí una galleta,
no recuerdo dónde.

 
Hay instantes que me gustaría pudieran durar un poco más

Los besos de una cita,
el trato de novios sin ser novios,
ver despegar un avión,
el agua caliente cuando me voy a bañar,
mi primera perla negra.

Hay cosas para creer
que la vida es color de rosa
por ejemplo, mi perrito
cuando orina en el patio y no en la cocina,
también cuando abro las puertas del mueble
y hay más papel de baño.

Hay cosas más ricas que un besito,
si no me crees,
toma una siesta cansado
y despierta con la cobija de tu sobrino.

***

Patricia Huerta (Morelia, Michoacán, 1998). Más allá de la poesía, crea experiencias de marca y campañas de publicidad. Ha dirigido clubes de lectura para adolescentes y adultos, y su fascinación por la literatura se centra en aquella que es cercana, cotidiana y que genera una sensación de extrañeza. Su primer poemario, Mermaid Blue (2021), fue publicado por Grafógrafxs, y sus poemas también pueden encontrarse en diversas antologías

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