Ahora que terminó la guerra
Ahora que terminó la guerra,
el cuerpo que perdí,
mi cabeza, mis dedos, mis brazos,
vuelve a estar disponible,
como si acabara de regresar a su lugar.
Ahora que terminó la guerra,
miro al cielo,
y extraño los pájaros y nubes.
Nada de aviones.
Ahora que terminó la guerra,
la escoba barre polvo, trozos de vidrio,
tornillos de puertas rotas.
Barre las piedras derrumbadas de las paredes,
fragmentos de tazas de té doradas,
el marco de fotos familiares.
Juguetes para niños, platos playos,
lo acumulo todo aquí en mi corazón.
Ahora que terminó la guerra,
mi madre viene a disculparse,
dice: ya no hay lugar para recibirles.
El cementerio se llenó, por fin.
Ahora que terminó la guerra,
pongo mis manos sobre mi cabeza y corro,
no hay sol ni lluvia, no hay prisa.
Me acostumbré a proteger mi cabeza.
Ahora que terminó la guerra,
me hago de mucho, mucho pan,
un pan para cada amigo.
Y voy al cementerio.
Ahora que terminó la guerra,
pienso en dormir.
Mis amigos viajeros
regresan todos
para pasar la noche juntos.
En soledad, bebo té.
Ahora que terminó la guerra,
apago el teléfono y duermo.
Otra guerra comienza en pesadillas.
***
En el pasado, los poetas
En el pasado, los poetas tenían un sexto dedo en cada mano, para que la mano pudiera soportar el dolor de escribir. Tenían tres sentidos adicionales: leer lo invisible, comprender el lenguaje de las abejas y los árboles y curar a los amantes. No tenían nada en lugar del corazón, para poder pasar por el dolor de la vida hasta el final sin una muerte prematura.
***
Cómo pudieron
¡Cómo pudieron vivir sin electricidad! ¡Cómo soportaron los tanques pasando sobre sus cuerpos, los bombardeos desde aviones y el derrumbe de edificios sobre sus cabezas! ¡Cómo pudieron atravesar la guerra, la sed, el hambre y la muerte! ¿Cómo soportaron el desplazamiento y la estancia en tiendas de campaña, el invierno y el verano? ¿Cómo cocinaron todo con leña, e incluso hicieron dulces y pasteles para que los niños aprendieran a venderlos, no a comérselos? ¿Un par de zapatos y un sólo vestido? ¿Cómo caminaron por calles cuya tierra estaba embarrada con aguas residuales y no les daba asco! ¡Cómo iban en carros tirados por burros y no se quejaban, cómo los conductores mezclaban diésel con aceite para ahorrar combustible! ¡Cómo fue que regresaron a sus hogares destruidos, los rodearon de nailon y vivieron en ellos! ¡Cómo enterraron a los niños, dieron a luz a niños y continuaron con sus vidas! ¡Cómo no fueron derrotados! ¡Cómo no se rompieron! ¡Cómo entonces agradecieron a Dios por el desastre!
—————-
Textos de la antología Un sexto dedo en cada mano
Nasser Rabah es un poeta y novelista de Gaza. Ha publicado cinco colecciones de poesía y dos novelas. En inglés, su obra ha aparecido en publicaciones como The New Yorker, Words Without Borders, Literary Hub, ArabLit, Michigan Quarterly Review, O Bod y Poetry International. Una nueva colección de su poesía seleccionada se publicará en traducción al inglés con City Lights Publishers en la primavera de 2025, junto con dos colecciones en español. Es becario Jean-Jacques Rousseau 2024 en la Akademie Schloss Solitude, Alemania.