La pandemia seguía haciendo estragos, mientras nos llegaban noticias de que científicos de varios laboratorios transnacionales ya trabajaban en una vacuna contra el mortal bicho.
Mi esposa y mi hija decidieron no volver a casa después de haberse contagiado y salido adelante, todo con tal de no arriesgarme. Ya no estaba confinado en mi recámara, pero seguía aislado en toda la casa… Salir a regar mis cuatro árboles frutales era la única actividad que realizaba al aire libre… y solo salía al patio.
Durante la pandemia, salir a regar mis árboles y tomar el sol se convirtió en mi terapia de escape; era lo que me ayudaba a no volverme loco.
Cuidar mis jardines —el del frente y el del patio— siempre me ha gustado, pero en especial desde hace quince años, cuando comencé a trabajar desde casa para una gran firma editorial transnacional. Mi trabajo consiste en leer manuscritos de novelas que escritores de toda habla hispana envían a esa editorial, para evaluar si pueden ser publicadas. Es decir, me pagan por leer historias y escribir dictámenes sobre las obras (leídas) que aún no ven la luz.
Soy una especie de filtro editorial y solo trabajo con manuscritos del género negro; leo originales de historias sobre detectives, narcotráfico nacional e internacional o tramas centradas en el ámbito policiaco.
Mi trabajo, en resumen, es ser “un ratón de biblioteca”; recibo una paga por leer novelas que tal vez nunca se publiquen… y otras que sí. Oficialmente soy un “dictaminador”. Podría parecer un trabajo sencillo y aburrido, pero no lo es. A mí, como escritor y periodista, me fascina.
Además, me pagan bien por leer, y todo lo realizo en línea, lo que me permite trabajar desde casa o desde cualquier lugar con conexión a internet.
Gracias a eso, he podido viajar mucho, sobre todo por todo México. Pero la pandemia y algunos problemas de salud me obligaron a cambiar mi modo de vida nómada.
Así que, atrapado en casa —por las restricciones del COVID y mi propia vulnerabilidad—, las salidas al patio se convirtieron en verdaderos viajes. Especialmente, en viajes de aventura… desde que conocí a mi joven y bella vecina.