Ricardo Vigueras, escritor español y doctor en Filología Clásica por la Universidad de Murcia, ha sido acogido con calidez por la comunidad juarense gracias a su destacado trabajo literario y académico. Desde 1997, es profesor en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y su obra ha cosechado reconocimientos como el premio Sor Juana Inés de la Cruz (México) por el libro de cuentos A vuelta de rueda tras la muerte y el VIII Premio Tristana (España) por la novela No habrá Dios cuando despertemos.
El autor charló con Poetripiados acerca de su último libro de cuentos, Un perro muerto en la orilla del camino (2023). En esta obra introduce el tema de los conductores de plataformas “con ironía y humor, mucho humor y sarcasmo”. Se trata, explica Vigueras, de la segunda parte de una trilogía sobre la vida en Ciudad Juárez y la violencia: “La primera parte, A vuelta de rueda tras la muerte, la escribí a partir de los años de la violencia extrema, entre 2007 y 2011. Aquí reúno a los mismos personajes, y algunos nuevos, y veo qué ha sido de sus vidas desde entonces y las prolongo mientras cuento la vida de la ciudad y sus dinámicas”.
Sobre la diferencia de esta obra a las anteriores, asegura que depende de qué libro se trate habrá más similitudes o diferencias.
“En este caso concreto, el título es político y tiene que ver con el estado de las democracias occidentales, que es lamentable. En los años que invertí en escribirlo, el tiempo me ha dado por desgracia la razón”, agrega el escritor hispanomexicano, autor también de libros teóricos como Aquí es frontera de lobos (Salamanca, 2020) sobre literatura de la frontera México/Estados Unidos.
Ciudad Juárez tiene una serie de submundos delincuenciales relacionados con el narcotráfico, el tráfico de migrantes y la delincuencia común. ¿Se refleja todo esto de alguna forma en Un perro muerto en la orilla del camino?
“Completamente. Yo escribo en los márgenes de la novela negra, intentando deshacer las costuras genéricas. Sin embargo, también hay un cuento sobre la nostalgia por la Edad de Oro, donde aparece John Wayne, otro sobre cómo afectó a la ciudad la visita del papa Francisco, y otro sobre la maquila con un humor muy ácido”.
Llaman la atención esas jaurías de perros salvajes que imponen justicia donde la ley no alcanza. ¿Puedes explicarnos qué representan estas imágenes para nuestra ciudad?
“Ese cuento, “Sin amo ni ley”, lo escribí cruzando dos noticias de los diarios locales: las jaurías de perros salvajes que vagan en los extrarradios y ya no respetan a las personas, por una parte, por otra el tema del abuso sexual infantil y los depredadores de niños. El resultado es que a veces los perros salvajes son más compasivos que los hombres”.
Vigueras es claro al definir que escribe en los márgenes de la novela negra, intentando deshacer las costuras genéricas.
“En esta trilogía de los taxistas y la muerte no uso policías, ni detectives ni periodistas. Yo escribo sobre la somatización de la violencia, cómo la hemos vuelto una segunda piel y vivimos con ella como si fuera una especie de pijama. Sin embargo, hay violencia, pero también hay humor, pasión, ternura…”, especifica el novelista, que ha escrito más de un centenar de artículos de opinión y ensayo en revistas de España, Estados Unidos, México, Chile y otros países.
¿En qué estado se encuentra la literatura negra en el país?
“Excelente. Ahora hay muchos autores en México, hay colecciones especializadas, y hasta se está acabando de redactar un diccionario de la novela negra mexicana. En México, escribir sobre la violencia es hacer costumbrismo. Faltan lectores porque falta educación lectora, y es un problema para la industria editorial en México”
¿Cuáles son las diferencias más notables en la producción de este género entre los autores del norte de México y los del centro y sur del país?
“Sólo climáticas o folklóricas, aunque debo decir que en el norte el peso de la relación con Estados Unidos es importante, es una literatura más binacional o internacional. El estilo es muy parecido: rudo y conciso, con pocas florituras estilísticas y un gran espíritu de crítica social”
Las mujeres, como dicen en México, “la están rompiendo” en el género y han capturado la atención de los lectores. ¿Quiénes te parecen las autoras más destacadas y por qué crees que están contribuyendo a enriquecer la literatura negra?
“Hoy, ellas destacan en todas partes. Las mujeres tienen un sentido muy personal de la justicia social que las afecta a ellas, no siempre vinculado con un feminismo militante, aunque a veces sí. La mujer tiene una dimensión de la vida humana que va más allá de la vida particular que termina, la mujer hace nacer a las personas y las entierra, domina el curso completo. En el estado tenemos a Salud Ochoa o a Elpidia García, pero también podría citar del resto del país a Iris García Cuevas, Orfa Alarcón, Ivonne Reyes Chiquete, y otras”.
El libro de Ricardo Vigueras puede adquirirse en librerías Gandhi, Amazon, Gonvill, tanto en papel como en ebook, y con él “a precio de amigo y dedicatoria”.