Seguro conoces a más de uno, son personas dispuestas a hablar de la literatura creyéndose más que los demás, algunos se van al extremo de decir que los lectores son más inteligentes o hasta mejores personas que el resto de la población, incluso hay otros que eligen a sus parejas sólo porque les gusta leer.
Si tienes alguna de esas características eres un snob o esnob literario. El término snob es un anglicismo usado en otros contextos como el individuo que imita o copia la conducta de individuos que pertenecen a una clase social alta y que suelen tratar de mala manera a las clases que consideran inferiores, el individuo esnob demuestra más de lo que es y es un ostentoso con la idea de igualarse a personas de una clase social alta.
El origen de la palabra snob viene de la contracción del término sine nobilitate debido a que en Inglaterra las listas de vecinos indicaban el nombre, oficio y rango de la persona y, es por ello que los burgueses se identificaban con la abreviatura “s.nob” que quiere decir “sin nobleza”.
Así pues, un snob literario es alguien que exagera su posición como lector y su amor por las letras.
A continuación te presentamos algunos puntos con los que quizá te reflejes o te hagan recordar a alguien que actúe de esta forma.
1-Suelen caminar con un libro en la mano o siempre tienen uno en su lugar de trabajo, un libro que parece en el que nunca avanzan en la lectura, pues siempre tienen los separadores en la misma página.
2- Aseguran por todos los dioses del Universo que únicamente hay una manera de leer, que es la suya. Suelen decir en reuniones que disfrutan de la lectura por las noches, que leen una, dos o tres horas antes de irse a dormir, pero también cuando van al baño, y durante el desayuno y si puede, también a la hora de la comida o la cena. Han sido visto también leyendo mientras pasean a sus perros.
3- Esto es algo muy característico. Los libros que leen son los mejores. No hay otros, los demás son para gente que no sabe apreciar la “buena” literatura. Ven con desprecio y por encima del hombro a quienes se atreven a navegar en otras obras que no son las que ellos leen.
4-Consideran lectores sólo a los que leen un libro cada siete días (aunque ellos lean uno cada mes). Los demás están fuera de su círculo y se convierten en personajes odiados y malintencionados, los ven como conspiradores.
5- Se forman una opinión de los libros que leen, leyendo otras opiniones. Pasan horas desvalándose en busca de las críticas hechas al libro que tienen en el buró, obra de la que ya se han hecho adictos, no a la lectura, sino al olor del papel mezclado con el de la tinta.
6- Dicen, juran y perjuran que no leen best sellers, y cuando lo hacen y les gusta uno, se llevarán el secreto hasta la tumba. En público únicamente hablarán de lecturas que consideran “serias”.
7-Les gusta leer en público libros de Cortázar, Bukowski y a veces de James Joyce
8- Aparentan que para ellos no hay ninguna otra herramienta para divertirse. Pobres de aquellos que hablen en una reunión de Netflix, porque seguro dirán que no tienen televisión en casa porque eso les quita tiempo para leer.
9- Cuando conocen a una persona con la que intentan salir, una de las primeras preguntas es si les gusta leer. El tiempo que pasa para que les respondan es como un viaje por un hoyo negro, en ese breve lapso les duele el estómago, padecen migraña, ven toda su vida en unos segundos y piensan que siempre les dirá que sí, si las respuesta es negativa, se sumirán en una profunda depresión.
10- Publican en su perfil de Facebook críticas (muy malas) de los libros que leen o que dicen que acaban de leer (pero no leen). También hacen publicaciones con portadas de libros con frases como “Leer es lo mejor que uno puede hacer”.