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Navegar un río de voces: diálogos con Aleyda Quevedo

Navegar un río de palabras:Un acercamiento a las entrevistas y ensayos de Aleyda Quevedo Rojas Aleyda Quevedo (Quito 1972) es una de las voces más importantes de la lírica ecuatoriana, con una producción poética sostenida durante más de veinticinco años, ha sabido transmitir de forma luminosa sus inquietudes y hallazgos sobre el cuerpo, la sexualidad, […]

Sobre su libro más reciente “En el río del lenguaje”

Por Alexis Zaldumbide Manosalvas / 10 de mayo de 2025

Navegar un río de palabras:
Un acercamiento a las entrevistas y ensayos de Aleyda Quevedo Rojas

Aleyda Quevedo (Quito 1972) es una de las voces más importantes de la lírica ecuatoriana, con una producción poética sostenida durante más de veinticinco años, ha sabido transmitir de forma luminosa sus inquietudes y hallazgos sobre el cuerpo, la sexualidad, el amor y el misticismo; trascendiendo las imágenes de la mera corporalidad por el paroxismo de lo que es a la vez sagrado y profano.  A decir de Rafael Courtoisie, poeta y narrador uruguayo: “no puede concebirse una erótica tan nítida, tan removedora, tan exacta, tan revulsiva, franca y hermosamente cruda como la que logra Quevedo Rojas”.

En su libro más reciente, titulado: “En el río del lenguaje”, Aleyda Quevedo  nos presenta otra faceta de su escritura; a través del ensayo y la entrevista a profundidad intenta  desentrañar el oficio literario y promover la lectura como una forma de entender la vida, empleando estos géneros para indagar en los límites de la poesía y la narración, en las implicaciones temporales y en lo relativo a los sentimientos morales y los estados del alma, buscando escudriñar en lo simbólico y  lo político que existe tanto en el lenguaje como en la vida de los escritores.

Esta es una propuesta para cultivar el amor a las letras y los valores intelectuales, necesarios para el desarrollo integral de nuestra sociedad, que transmite ideas claras sobre el lenguaje, con el fin de construir un campo propicio para la reflexión y el desarrollo de la experiencia humana,  trayendo a la conversación cotidiana a nombres importantes de la literatura, bajo otra perspectiva y tamiz aproximativo.

Aleyda Quevedo y Alexis Zaldumbide Manosalvas

“En el río del lenguaje” presenta el trabajo de nueve importantes escritores iberoamericanos, cuatro que son abordados a través del ensayo literario y cinco utilizando la entrevista como vehículo de acercamiento; esta selección corresponde a los gustos e intereses particulares de la autora, lo que promueve una lista de recomendados en la que prima la sensibilidad y el humanismo, con un entusiasmo generoso por descubrir un universo vital y totalmente contemporáneo.  

En esta nueva publicación podemos dar cuenta de un conocimiento erudito que está puesto al servicio de la propia literatura, es notable también la destreza con la que se divulga este conocimiento, por la claridad de la escritura, el contenido entretenido y profundo que se expone, que puede propiciar la reflexión exhaustiva, la crítica precisa e incluso el desarrollo de un compromiso social y a una visión de la militancia de ideas y pensamientos.

En lo que corresponde al libro en sí, podemos señalar que dentro del conjunto de ensayos hay un cuidado equilibrio que refleja una intención política e intelectual a la que me referiré más adelante. El libro abre con una exposición sobre la brevísima obra de Lydia Dávila, una poeta poco difundida, cuya vida es un enigma, más allá del fantástico libro “Labios en llamas”, publicado en 1935, no se sabe nada más acerca de ella, una escritora adelantada a su época, que plantea temas que no han perdido vigencia y que hoy son más pertinentes que nunca; el abordaje que se hace de esta autora es vitalista, respetuoso y muy inteligente, al posicionar la poesía en relación con el tiempo en que aparece.

El segundo ensayo se centra en la obra de Mary Corylé, escritora cuencana que comparte con Dávila ciertas temáticas y posturas rupturistas, que infelizmente ha sido relegada por el canon nacional. En este ensayo destaca la aguda lectura contextual sobre las condiciones sociales del país en relación a la potente poesía de María Ramona Cordero y León, conocida en el ámbito literario como Mary Corylé.

La segunda parte de este bloque está dedicada a los análisis de la obra de Jorge Carrera Andrade y de César Dávila Andrade; meritoriamente considerados los dos más grandes poetas ecuatorianos. Es interesante que el estudio de la prolífica obra de estos baluartes de la literatura ecuatoriana, esté centrado en el interés que ambos tenían por el orientalismo, en el caso de Carrera Andrade su cercanía a la literatura japonesa que se realiza a partir de la concepción de sus famosos microgramas, que en estética y contenido tienen una mirada naturalista, espiritual y reflexiva que linda con las enseñanzas taoístas; en cuanto a César Dávila Andrade el ensayo muestra su profunda vocación mística, esa propensión a mirar la poesía atravesada por el hermetismo, la práctica del budismo zen e incluso del conocimiento mágico.

La intención política a la que hacía referencia antes, es que si bien el libro evidencia el ninguneo histórico que ha ocurrido con la poesía escrita por mujeres, especialmente la producida antes de los años sesentas del siglo pasado, denunciando el machismo existente en nuestro entorno cultural y en la construcción y divulgación del canon ecuatoriano, no demerita o desprecia el trabajo de los hombres en el ámbito de la poesía, reconoce y reivindica el valor cultural y literario de la obra de los grandes referentes nacionales. Lo cual plantea una madurez y una claridad ideológica, que si bien responde a una valiosa lectura del feminismo no se ensaña con la literatura masculina.

En lo referente a las entrevistas, que constituyen la segunda parte de este libro, todas ellas están acompañadas por un texto introductorio que nos permite entender las circunstancias emocionales y temporales en las que se produce este contacto con los escritores seleccionados. Además, cada entrevista consta de una muestra breve de poemas que permite al lector acercarse a la producción literaria de estas cinco importantes voces hispanoamericanas. El ejercicio en conjunto constituye un bello fresco que ayuda a entender las múltiples condiciones que existen a la hora de ejercer la lírica como medio de expresión y opción de vida, que en muchos casos son subjetivas y emocionales, pero en otros tienen que ver con características políticas, sociales y simbólicas.

Los entrevistados son: La cubana, Reina María Rodríguez, el argentino, Edgardo Dobry, la española Yolanda Castaño, el uruguayo, Rafael Courtoisie y cierra espléndidamente este conjunto con la ecuatoriana Sara Vanegas Coveña

En estos textos encontramos retratadas geografías muy distintas, una vocación que incluso podríamos llamar transfronteriza, porque la variedad de lugares de los que provienen los entrevistados, perfila el texto en carácter y forma hacia el universalismo. Sin embargo, lo realmente interesante es que pronto comprendemos, que aunque cada autor responde a un tiempo y a un país determinado, los temas indiscutiblemente recaen en la expresión de su humanidad, unívocamente todos retratan una condición que nos atraviesa por igual, sin importar la bandera o la generación a la que pertenezcan, pues los dolores, las búsquedas, las pasiones son semejantes y nos asemejan; en algún lugar del mundo, en un tiempo remoto o en un futuro distante, alguien va a experimentar la vida con similar complejidad y regocijo que el mío; esa sensación de natural conexión es la que recoge este libro y es característica intrínseca de la poesía, propiedad exclusiva y excluyente de los seres humanos, capital fundamental que no debemos perder.

En el prólogo que hace Leonardo Valencia, menciona que una de las consideraciones que hay que tener en cuenta cuando se lee “En el río del lenguaje”, es que no se trata de un libro inmóvil, y hay un gran acierto en esta observación, porque al finalizar su lectura, uno siente que está recién al inicio  un viaje que no tiene puerto o destino aparente. La poesía es una extraña patria ubicua, de ahí que surge la posibilidad de que en el lector se produzca un profundo deseo aventurero tras estas apasionantes lecturas, de seguir recorriendo ese río de lenguaje, palabras e ideas, hasta que se agote su caudal o llegue el final de los tiempos.

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