No presentación
Yo no soy la editora Blake, Patricia, que en 1970 reunió poemas de Maiakovsky en Nueva York. The bedbug, selected poetry no es el título que he dado alguna vez a algo.
Yo no soy la aprendiz copywriter que trabajando en Vogue conoció a Camus y se enamoró. Los escritores ya no me gustan desde que decidí que no me convienen. No soy la mujer de Albert Camus, ni la de ningún otro. Las cartas de amor más recientes las recibí por correo electrónico la primera década del siglo XXI. No era yo la que recibió las cartas de algún Premio Nobel existencialista. No fui la cuarta mujer, la americana amante de alguien famoso. Ningún escritor brillante recibió conmigo la noticia de su premio ni me confesó sentirse sofocado por la fama.
Yo no soy Patricia Brake tampoco. No soy actriz ni mi apellido tiene ninguna R. Desde hace tiempo evito esa letra mayúscula en documentos formales. No soy inglesa ni soy rubia, ni morí lamentablemente a los 79 años. No soy la que hizo el personaje de Ingrid Fletcher ni participé en telenovelas británicas. Mi primera experiencia actoral no fue en la Royal Shakespeare Company. Mi nacimiento no fue en junio 25 de 1942 ni fui felizmente casada con Michael Kennedy.
Yo no vivo en la Ciudad de México ni soy parte de un comité de vecinos. No me manden minutas para firmar acuerdos. Mi naturaleza es no estar de acuerdo con los papeles membretados desde hace tiempo: firmé demasiados. No me pidan opinión ni firmar al calce y convertir en PDF.
Yo no soy la especialista clínica, enfermera consultante que publicó en 1977 en el Journal of Nursing Administration. Yo no publiqué en la editorial Books Abroad.
Yo no edité junto con Max Hayward el libro de poesía Antiworlds and the fifth ace de ningún Andrei Voznesensky, en ningún Garden City, Nueva York, de ningún 1967. Yo no sé nada de las voces disonantes de la literatura soviética.
No soy. Periodista norteamericana. No soy crítica ni del espejo ni de las palabras. No nací para poner diminutivos a las cosas. El patrimonio neto de la actriz Patricia Blake es de 1.4 millones. Su salario, con quién está casada, quién es su esposo y su familia, todo está ahí. Tal vez la recuerdes por Daphne´s Cartoon Castle.
Tampoco Patricia Blair, Patricia Brian, tampoco prometida de Daniel Boone ni promesa de nada. Nada de database de popular people.
El dominio patriciablake.com está en venta.
Hoy, 25 de julio de 2024 cuesta 479 dólares.
Y no voy a comprarlo.
El jinete eléctrico
1
Un cañón remoto donde deambulan manadas de caballos salvajes
no es el escenario de una memoria que se tenga antes de morir.
Los caballos no galopan en los ojos de los moribundos,
aunque la muerte venga millas atrás con su ritmo invisible.
Rising Star lo sabía, pero estaba herido, como estamos los animales
y las personas de visión borrosa.
2
Sonny Steele, excampeón de rodeo, tenía docenas de bombillas
enredadas en las memorias fílmicas. Así montó a Rising Star.
No hay suficientes luces en el cuerpo de los vaqueros en Las Vegas.
—Ni en esta noche, observó Hallie.
4
Rising Star nació sin nombre, como todos los animales, las personas y las cosas.
“Sonny” realmente se llama Norman.
“Hallie” realmente se llama Alice.
3
Hallie Martin, reportera de televisión, siguió las huellas
en el desierto incondicional de las noticias exclusivas.
El caballo millonario alcanzó altas velocidades.
5
Nadie recuerda el último día de filmación de The Electric Horseman,
37 años después de la casa de North Wildwood
la memoria es una pantalla que enciende apaga enc ie nde apaga.
La melena rubia da superpoderes sólo en piel joven y famosa.
Sobre el sofá eres una Karen más
que hojea álbumes perpetuos.
Melena rubia en western
Es 1979. La que muere tres décadas después todavía no existe.
Nadie quiere ser Patricia Blair, nacida Patsy Lou Blake,
más conocida como Patricia Blake.
Enero de 1960
El coche que le quitó la vida y el amor a Camus
era un Facel Vega 3B, motor Chrysler de 8 cilindros en V
de 4,500 cc y hasta 360 caballos.
Antes de morir podía alcanzar los 250 km por hora.
Después de morir las velocidades son incalculables.
Forget me not
En el ensayo de A Midsummer Night’s Dream, Peter Hall aplaude desde la sala vacía, la noche antes del estreno. La rubia Hermia suspira. Carga su vestuario y sabe que Patricia rubia-inglesa-actriz entró a las grandes ligas.
1976 tiene algo de Forget me not entre meses y escenas, en su memoria.
1976 es Forget me not para ella.
En orden se diluyen: los árboles, Hermia, su cuerpo.
Demetrio y Helena siguen en el camerino.
Patricia Brake* se desmaquilla.
Debajo de la falda guarda el líquido que el rey le pidió a Puck.
Si pudiera multiplicarlo lo haría llover sobre el bosque de las butacas.
*Brake tiene registros también como Brake, Break, Braik y los plurales Breaks y Braiks, en inglés antiguo. Antes del siglo VII los Brake se denominaban como tal por vivir en un terreno recién cultivado, bordeado con cercas protectoras o bosques.
Paty Blake. Poeta y terapeuta gestalt. Vive en Tijuana. Autora de Ciudad A (Tierra Adentro), Amanecer de viaje (Cecut), El árbol (Existir) y Los puntos son ciudades (Indómita). Obtuvo la beca del Fonca en Jóvenes Creadores (Poesía) y del Foeca BC (Periodismo cultural).
Poemas suyos se incluyen en las antologías: Nuevas poetas mexicanas (Orfila), Tan lejos de dios. Poesía mexicana en la frontera norte (UNAM-Baile del Sol) y Un orbe más ancho. 40 poetas jóvenes, (UNAM), El incendio que habitan. Antología de escritoras de Baja California (Pinos Alados), San Diego Poetry Annual (San Diego Entertainment and Arts Guild).
Fue reportera y gestora cultural. Actualmente realiza acompañamiento de escritura terapéutica y creativa a través de talleres y asesorías individuales.