Ese extraño edificio afrancesado, erigido en medio de la nada, sobre la avenida Francisco Villa y Vicente Guerrero, protegido por una sencilla reja negra, es nada menos que la Garita de metales. Como su nombre lo indica, funcionaba para inspeccionar y clasificar los metales que entraban y salían del país a través del ferrocarril.
El lugar comenzó a operar entre los años 1884 y 1889, pero el edificio, como lo conocemos hoy, parece haber sido construido en la década de 1920, según registros fotográficos de la ciudad. Se atribuye al ingeniero Manuel Cardona y al contratista Abel Guadarrama. Otras fuentes, sin embargo, lo datan de los años del porfiriato, precisamente por su fachada afrancesada.

Este punto, incluso fuera de la estación de trenes, fue estratégico, ya que gran parte del contrabando de oro y plata en aquellos años se realizaba escondido entre los vagones. Solían llenar el fondo con metales preciosos y cubrirlo con escombros u otros materiales de menor valor.
En distintos episodios de la historia, la economía de México dependió en gran medida de este edificio, ya que aquí se registraba buena parte del oro del país, así como otros metales que representaban ingresos importantes para las arcas del gobierno.

Por ejemplo, todo el metal proveniente de las minas de Durango, Zacatecas y del propio estado de Chihuahua era transportado en ferrocarril rumbo a Estados Unidos, para ser fundido principalmente en las instalaciones de ASARCO.

Especialistas en metales inspeccionaban y analizaban con químicos la veracidad de los registros declarados en los vagones. De estos estudios dependía, en gran medida, la determinación de los impuestos que se cobrarían por las exportaciones diarias.

De hecho, el polígono de la Aduana y la Garita de metales tenía más relevancia y seguridad que la propia presidencia municipal de Ciudad Juárez.

El 19 de marzo de 2010, sufrió un incendio que dañó severamente su fachada. Se presume que grupos delictivos estuvieron detrás del siniestro. Años después, el edificio fue restaurado con fondos estatales y del Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez.

En 2015 se anunció que la garita sería acondicionada para albergar la primera fonoteca del estado. Durante un tiempo funcionó como centro de información de la Secretaría de Comercio y Turismo de Chihuahua. Hoy en día permanece cerrada al público.

Actualmente, existe una polémica por la construcción de un paso elevado sobre la Vicente Guerrero, con el objetivo de liberar el tráfico ocasionado por el ferrocarril. Activistas aseguran que dicha infraestructura reducirá la visibilidad de la Garita de metales y del monumento a Vicente Guerrero, ubicado justo a un lado, depreciando aún más esa intersección en el corazón de la ciudad.