Termómetro
El niño tiene en su mano una brújula que no funciona
con ella juega a buscar caracoles en la casa
El enfermo tiene en su boca un termómetro que no funciona
con él intenta medir la temperatura exacta de su miedo.
Quirófano
Creo que soy un muro al que le trazan un agujero para que salga la luz
Quién lo creería
También soy una cruz en el quirófano
Lo sé:
Este lugar es brutal
No escucho la sangre que se pega a la herida de los cuchillos
El cuerpo es un pez con los ojos congelados que aún tienen el salto del agua
Estaré en este hospital hasta que las aletas revienten el hielo
Lo sé:
Los hospitales son neveras llenas de desinfectantes que buscan la blancura que no existe
No le pongan gasas a mi temblor
Escuchen los glaciales que bajan por mis piernas
Mis piernas que ahora son dos hipocampos muertos en la orilla
Mi carne está agujerada
Me amarran como un animal rabioso
Y todo mi cuerpo convulsiona
Dicen que me calme
Y siento que un cielo de pólvora va a explotarme por dentro
Han atado mis brazos
Han partido mi vientre
Quién lo creería
En la luz de este quirófano
veo el bisturí con el que abrirán mi destino.
Esterilización
El niño busca la cicatriz por donde sacaron su cabeza
Cuando la encuentra
dibuja la cicatriz con un lapicero rojo en la pared
La madre
más tarde
sin saberlo
tendrá que limpiar su propia herida.
La noche que vigila a los perros
La abuela escucha el brillo de la leche cuando hierve
Ella tiende el agua en las cuerdas del patio
tiende la noche en las cuerdas del patio
La llevo de la mano hacia la tumba de su hijo
Ella me envía a buscar agua al pozo del cementerio
Agua
para las flores
Agua
para la niebla
Agua
para el hijo muerto
Aquí traigo el agua, abuela
Aquí tus zapatos
Aquí traigo tus ojos
Yo los encontré
Hay demasiado frío, abuela
Hay demasiado
infierno en los hospitales
Hay demasiadas
flores en los cementerios
Sé que buscas la luz en las manos de la gente
Sé que buscas la lluvia en las manos de la gente
Han abierto las puertas a los perros, abuela
pero nadie viene abrir la tumba de tu hijo
Nadie viene a abrir tus ojos
Hay huertos de nieve, abuela
La gente sumerge la cara en montañas de hielo
Hay gente que ve la oscuridad a través de los cristales
Vamos a encender faroles en la orilla de la casa
Veamos cómo se hace la mañana en el ojo del fuego
Yo quiero ver, abuela
Mira que ya traje las flores
Mira que ya recogí el agua
Ya imaginé que era un caballo entrando por la puerta del cementerio
Ya tengo la noche vigilando a los perros para que no salten la verja
No la saltarán
No vendrán a lamer tus pies bajo la mecedora, abuela
Se acercan las mujeres que rezan en voz alta por las calles
Se acercan las mujeres que rezan en voz alta por las calles
Traen cruces en los pechos
Oraciones del rosario en los pechos
Veo pañuelos blancos
Muchos pañuelos blancos como si nacieran de sus bocas
Podrían también ser tigres blancos, abuela
Créeme
Quizás los tigres y las mujeres no existen
Quizás los tigres tienen una procesión en otro lugar
y lo sabes
Porque hay una procesión para los ciegos, dices
Pero no estás ciega, abuela
No te miento
Créeme
Solo tienes la luz enjaulada
Y nadie vino a abrir la puerta
Y nadie vino a abrir la puerta
Solo tienes la luz enjaulada
Y la luz se te rompió en los ojos.
Fadir Delgado Acosta: Escritora colombiana, residenciada en Costa Rica. Magister en creación literaria Premio Nacional de Poesía de Colombia, 2023, otorgado por el Ministerio de Cultura de este país. Premio Internacional de poesía Tiflos de España 2020. Premio de Poesía Universidad Nacional de Costa Rica, 2021. Premio Distrital de poesía de Barranquilla, 2017. Premio Distrital de Cuento de Barranquilla, 2018. Mención especial del Premio Internacional de poesía de Puerto Rico, 2020. Finalista del VII Premio Internacional de Poesía Jovellanos de España, 2020. Primera Mención del Premio Tomás Vargas Osorio de Colombia, 2020. Fue finalista del Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe de España, 2022, y del Juan Ramón Jiménez de Coral Gables, 2022 de EE. UU, entre otros reconocimientos. Algunos de sus libros publicados son: El último gesto del pez, No es el agua que hierve, Escritura del precipicio (Colombia) Lo que diga está lleno de polvo (Ecuador), Amenaza de aborto (Puerto Rico), Sangre seca en el espejo (Costa Rica), La tierra que se tragó el cuerpo, Temperatura exacta del miedo (España).