Ciudad Negra. Antología de poetas de Ciudad Juárez (1980-2013) es una compilación publicada en 2018 por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en colaboración con Bonobos Editores. La selección estuvo a cargo del poeta Jorge Humberto Chávez, quien reunió textos de autores nacidos o radicados en esta frontera que comenzaron a publicar a partir de 1980.
Entre los poetas incluidos destacan Jesús Gardea, Ricardo Morales Lares, José Manuel García-García, Miguel Ángel Chávez Díaz de León y Edgar Rincón Luna.
En el prólogo, Chávez identifica como momento fundacional de la poesía juarense contemporánea la creación del Taller Literario del Museo de Arte del INBA en 1980. No obstante, advierte que ya desde la década de 1970 —cuando la avenida Juárez aún conservaba su esplendor— surgían indicios de la necesidad de una literatura forjada con los elementos propios de la frontera.
Estas primeras señales, explica, se encuentran en autores como Ricardo Aguilar Melantzón y Enrique Cortázar, así como en voces locales como Rafael Murillo y Juan Escárcega, quienes escribían desde y para la ciudad.
La primera etapa del taller estuvo a cargo del escritor David Ojeda y se desarrolló en el área del Pronaf. Según Chávez, este espacio propició el surgimiento de una escritura profesional bajo tres ejes: la construcción de voces poéticas diversas, una lectura analítica constante, y el ejercicio de una crítica implacable que derivó en una autocrítica rigurosa.
Los poetas fundadores fueron Miguel Ángel Chávez Díaz de León, Ricardo Morales Lares y la narradora Rosario Sanmiguel. Posteriormente se integraron Jorge Humberto Chávez, Alonso Lastra, José Joaquín Cosío, José Manuel García-García y el narrador Willivaldo Delgadillo.
Uno de los hitos del periodo fue la publicación en 1988 de Este lugar sin sur, de Miguel Ángel Chávez, editado por Joan Boldó i Climent. Este libro, según Chávez, marcó un parteaguas: una poesía de la frontera con lenguaje coloquial, cercano al aforismo y despojado de referentes literarios evidentes. En 1990, Joaquín Cosío publicó Conversando con la voz, obra que influiría en poetas de la siguiente generación como Édgar Rincón Luna y César Silva Márquez. A ellos se sumaron Dolores Dorantes y Agustín García Delgado, conformando la segunda generación del taller.
Posteriormente se incorporaron autores con vínculos académicos en Texas, como Juan Armando Rojas, autor de Lluvia de lunas (FETA, 1999), y el periodista y poeta José Pérez Espino, quien publicó el inclasificable Neoberlín, su único libro.
El título del libro proviene de un verso de Efraín Huerta, que, según Chávez, sintetiza la esencia de Juárez:
Ciudad negra o colérica o mansa o cruel
o fastidiosa nada más: sencillamente tibia.
Pero valiente y vigorosa porque en sus calles
viven los días rojos y azules.
Sin embargo, Ciudad Negra deja fuera a la tercera generación del taller, coordinada por José Manuel García-García. Voces como Mauricio Rodríguez y Jorge López Landó, y otros autores, no aparecen en la antología, a pesar de haber publicado varios poemarios y una novela, e incluso haber participado en festivales y antologías internacionales antes de 2018.
Chávez menciona brevemente a “La esta” (el nombre correcto del colectivo literario es Laesta), que funcionó hasta 2004 con un enfoque en la publicación local. De este grupo, destaca nuevamente a García-García, autor de Guardamemorias (UACh, 2005).
Este “olvido” limita el alcance de la antología, aunque no le resta valor como una puerta de entrada al periodo más fértil del taller del INBA. Cabe señalar que el título no advierte que la selección se circunscribe a una etapa específica del taller, lo que puede inducir a interpretaciones incompletas o malintencionadas.
Pese a ello, Jorge Humberto Chávez, uno de los poetas juarenses de mayor relevancia en la historia de la literatura fronteriza, constituyó con Ciudad Negra una aportación significativa a la memoria literaria de Ciudad Juárez y da cuenta del surgimiento de una poética propia, forjada desde el margen y con voz propia.