Escribir novela y guion no es un asunto sencillo. No todos los guionistas son capaces de escribir una novela y viceversa. A pesar de que para ambos oficios se debe ser un gran contador de historias, cada uno tiene sus peculiaridades como los diálogos, el ritmo de la narración, etcétera..
No obstante, hay algunos ejemplos que han saltado de la novela al guion o de la pantalla a las páginas de los libros.
Los novelistas y cuentistas Ray Bradbury, Richard Matheson y Harlan Elison escribieron para “The Alfred Hitchcock Hour” y “The twilight Zone”; Sue Crafton adaptó guiones de Agatha Christie, Neil Gaiman es reconocido por sus novelas y sus adaptaciones cinematográficas como “American Gods”. En Latinoamérica están Guillermo Arriaga, Eduardo Sacheri, Norma Lazo y Sandra Becerril. Todos ellos han ido de un lado a otro teniendo éxito en ambos géneros.
Es precisamente uno de ellos, quien me recomendó leer “Regreso a Aztlán”. Sandra Becerril llegó una tarde con esta novela del cineasta de Henry Bedwell y dijo que tenía que leerla porque me haría preguntarme si lo que narra en ese libro, era verdad. Sobre todo, hubo algo que me llamó la atención de sus palabras: que creía en él. Y, en definitiva, si una autora con ese renombre cree en alguien, debe ser por algo.
Henry Bedwell es el responsable del remake de “Más negro que la noche”, de las películas “Forward” y de “Karem, la posesión”, actualmente en cartelera. Entonces, ¿qué hacía un cineasta que se dedica al terror escribiendo una nueva versión de la conquista?
“Regreso a Aztlán”, me sorprendió. Es la primera novela (al menos publicada) del autor novel que nos lleva de la mano hasta aquellos tiempos en donde combina la fantasía, lo histórico y el drama con personajes entrañables.
Para Henry, al estar acostumbrado al escribir guiones, lo más complicado fue la estructura de novela, un reto para él.
“Regreso a Aztlán” tiene elementos históricos, pero también de fantasía que están mezclados a partir de la historia que hemos aprendido, que están a la vista y al alcance de todos. Por otro lado, tiene el “qué hubiera pasado sí…” Usa la fantasía para narrar eventos que eleva la historia a un nivel diferente.
Xitlali es la protagonista, es fuerte, valiente y la que es capaz de despertar a una Diosa dormida con la intención de salvar a su pueblo. Un culto a la existencia femenina que sostiene la historia de principio a fin.
Claro, que la novela es muy cinematográfica. Es muy visual al grado de poder “ver” las escenas, la acción, los rostros, incluso las voces, lo cual la hace muy ágil. Es una lectura rica en imágenes.
“Regreso a Aztlán”, tiene tintes de investigación y notas de nuestra cultura e historia donde fácilmente podríamos perdernos entre las situaciones y personajes, sin embargo, con la narración de sus Dioses y héroes Bedwell logra momentos y puntos de giro que nos mantienen afianzados a su punto de partida: volver a ese lugar mágico de donde provenimos.
“La fantasía que vive dentro de todos nosotros…” es la base de su novela. Es una nueva oportunidad para ver la historia con otros ojos.
“Regreso a Aztlán” demuestra que, siendo un buen narrador, se puede incursionar en la novela, en el guion, en otros géneros de la narrativa. Contar historias siempre será otra forma de ver al mundo que nos rodea.