La memoria cultural de Ciudad Juárez recupera un fragmento invaluable de su historia. El Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez (pacult) logró restaurar el audio original de una emisión del programa radiofónico El barco de la Ilusión, protagonizado por Germán Valdés “Tin Tan”, cuando aún era un joven comediante en formación.
El hallazgo proviene de un disco de acetato exhibido en la Sala de Arte Germán Valdés Tin Tan. Aunque una de sus caras fue inutilizada debido a que quien lo donó colocó pegamento sobre la superficie, la otra pudo ser restaurada en su totalidad. La grabación, de 8 minutos y 30 segundos, vuelve a poner en circulación una de las primeras muestras del talento del artista, fechada en 1942.
En aquel entonces, Tin Tan daba vida al marinero “Tobías” dentro de la XEJ Radio, bajo la conducción de Don Pedro Meneses Hoyos, propietario de la emisora y figura central del programa. Con su característico humor, el joven Valdés ya comenzaba a perfilar el carisma que lo llevaría a convertirse en una leyenda del cine nacional.
Antonio Ramos, encargado de la Sala de Arte, calificó el rescate como una “joya invaluable”, pues permite redescubrir los inicios del actor en la frontera, un lugar que fue decisivo para su carrera. Germán Cipriano Teodoro Gómez-Valdés y Castillo, nacido en 1915 en la Ciudad de México, encontró en Juárez el espacio que lo catapultó hacia la fama y que lo marcaría como figura fundamental de la cultura popular.
La recuperación no solo preserva la voz de Tin Tan en sus primeros años, también ofrece al público una experiencia sensorial: revivir la atmósfera de la radio juarense de los cuarenta, cuando la frontera era un hervidero de creatividad y nuevas propuestas artísticas.
Quienes visiten la Sala de Arte Germán Valdés Tin Tan podrán escuchar la grabación y ser parte de este viaje en el tiempo, donde la picardía y frescura del “Pachuco de México” vuelven a cobrar vida.
Como diría su personaje Tobías, aquel marinero entrañable de El barco de la Ilusión: “Que le digan a las muchachas que se vayan acercando, que ya llegó su divino rorro”.