A 179 años del estallido de la Guerra México-Estados Unidos, los ecos del pasado vuelven a resonar con fuerza en el presente. A la entrada del Bosque de Chapultepec, el monumento a los Niños Héroes —seis jóvenes cadetes que murieron defendiendo la capital— se ha convertido en símbolo no solo del patriotismo histórico, sino también del renovado fervor nacionalista frente a una nueva etapa de tensión con el gobierno estadounidense encabezado por Donald Trump, de acuerdo con diario estadounidense Los Angeles Times.
Mientras miles de familias aprovechan el periodo vacacional para visitar el emblemático sitio, el recuerdo de los conflictos del siglo XIX se entrelaza con los actuales desafíos políticos y económicos. Las palabras del ingeniero químico Félix de la Rosa lo resumen con claridad: “Como mexicanos, tenemos que unirnos para esta nueva batalla —que es una guerra comercial”.
El medio destaca que, aunque en Estados Unidos la guerra de 1846 ocupa un lugar marginal en la memoria colectiva, en México sigue siendo un punto de referencia crucial para entender la identidad nacional y la relación con el vecino del norte. Tras aquella derrota, México perdió más de la mitad de su territorio, un agravio histórico que sigue pesando.
Hoy, los ataques verbales de Trump, añade el reportaje, sus amenazas de imponer aranceles y hasta la posibilidad de incursiones con drones en territorio mexicano, han reactivado el sentimiento nacionalista. La presidenta Claudia Sheinbaum ha sabido canalizar este sentimiento, navegando con cautela entre la diplomacia y la firmeza. Por un lado, ha colaborado con Washington en temas como migración y seguridad; por otro, ha defendido con fuerza la soberanía nacional, incluso promoviendo medidas como la prohibición de maíz transgénico y exigiendo el retiro de anuncios estadounidenses considerados discriminatorios.
Los Angeles Times añade que Sheinbaum ha logrado mantener una aprobación cercana al 80 por ciento, una cifra excepcional a nivel global. Su discurso reiterado en defensa de la “soberanía” ha calado hondo en la población. En recientes actos públicos, ha hecho uso de la historia como herramienta de cohesión, conmemorando eventos como la ocupación de Veracruz en 1914 o evocando a Benito Juárez frente a lo que describe como traiciones contemporáneas.
El nacionalismo también se ha reflejado en la vida cotidiana y en las redes sociales. Usuarios en TikTok promueven boicots a productos estadounidenses, y marcas nacionales se envuelven en los colores patrios. El lema “Hecho en México” ha sido relanzado como símbolo de resistencia económica.
El medio estadounidense hizo varias entrevistas a ciudadanos que resaltaron el orgullo y fervor nacionalista.
“Aunque la relación bilateral sigue marcada por fuertes vínculos comerciales, culturales y familiares, persiste una corriente subterránea de desconfianza. Para el historiador Alejandro Rosas, esa visión de Estados Unidos como el “villano” de la historia mexicana ha sido cultivada durante décadas, especialmente por gobiernos como el del PRI, que utilizaron el nacionalismo como herramienta de cohesión interna”, recuerda el reportaje.
El sentimiento mayoritario, recalca Los Angeles Times, que se percibe es de orgullo, unidad y una firme decisión de defender la dignidad nacional. Como expresó De la Rosa: “Debemos actuar con valor y dignidad. Los Niños Héroes nos enseñan que vale la pena luchar, incluso contra un enemigo más fuerte”.
Así, en plena primavera mexicana, la memoria del pasado sirve para iluminar los desafíos del presente.