LILIANA PONCE
1
Un viento despedaza cortezas arranca con azotes paredes
reseca la tierra eleva manchas de arena
un viento de fuego
que hace volar pájaros muertos esferas de carroña
huesos de plata
en un zumbido nocturno
la aridez lleva un lazo en las piernas
se arrastra por los médanos
descuelga girones
una mano hunde los dedos en el pozo
2
Un hombre ha sido muerto.
Fue cuando dejó de oír ambiguamente.
Un hombre ha sido muerto
—quien sabía que alguien dibujaba el círculo.
Hasta aquí
desde la cuerda que arrastraba habitaciones vacías.
El suelo ha desparecido.
El cielo ha desaparecido.
3
Cuando despierto la nueva noche me levanta y arrastra
más lejos de todo, salto
yo soy una estación
solamente
4
Un vaho de leche cubre el ámbito de la noche
—mientras dormimos
al pie de las piedras se elevan paredes
nocturnas
pasillos de aceite negro
olas de vapor que sobrenadan en los
bordes del agua
la muchedumbre se pierde en las habitaciones desconocidas
o resuenan voces como el roce de espigas secas
—palabras incomprensibles
la muerte a través de los vidrios empañados
—no estuve siempre solo
reconocimiento y costumbre:
miradas en la borra, cuerpos que se desvisten en la penumbra
—no estuve siempre solo
alrededor del bosque los amantes se atan con las redes de los limbos
De: Trama continua.

Liliana Ponce (CABA, 1950). Poeta, investigadora, docente, correctora, redactora. Egresa de Letras (UBA). Se vinculó con los grupos en torno a las revistas “Último Reino” y “La Danza del Ratón”, y más tarde con quienes colaboraron en la redacción de la revista “tsé-tsé”. Participó de numerosos encuentros poéticos en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y Uruguay. Es estudiosa de la escritura, la literatura y las religiones de Japón. Publicó los libros de poesía: Trama continua (1976; Primer Premio Fondo Nacional de las Artes), Composición (1984), Teoría de la voz y el sueño (2001), entre otros títulos. Una antología de su obra fue publicada en Colombia en 2020 y, también en Argentina, “Poesía Reunida” (1976-2022). “Boomerang Naturae” (emecé, 2025).
***
LUIS O. TEDESCO
XIII
Un añadido de rencor un soplo
de daño terrenal sobre su archivo
tristeza de los huesos
sin completú de mando en la maniobra
así escribiría
no miento si le digo
despojado sindiós en los detalles
línea en el papel grieta de brumarse
XIV
La línea
cuando piensa
arde en el abstracto
no está consolidada
no es fósil exquisito
prendido en el cansancio del poema
no vale como axioma
ni es
rumor que sacraliza pestilencias
vale por la ceguera de su trazo
vale por lo imprevisto de su nada
vale por el dolor de su aleluya
XV
Como el ciempiés como el erizo
en el diseño mascan el foyaje
ojos tensos antenas temerarias
mandíbulas que instilan su entusiasmo
así desvive su bichaje el verso
más humana que la sangre
la tinta reconoce la lujuria
rasga donde su trazo la consume
así discurre en ciénaga lo escrito
y es voz su levedá /
desaparece
De: “El SIN… DE MI APARENTE” (Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, CABA, 2017).
L
Qué sucubás, gilito malpreñado,
sin tientos metafísico interrupto,
greñan tu siesta tiernos malabares
de la morsa febril que te navega
y vos en vilo tu cerril profundo
dándole cuerda al chupe espirituoso.
Qué te picó, qué mañas del cerebro
te dieron del confín tu cantinela
de sombra pa´vagar en el Oscuro,
Escítico frío de tu pulpa seca.
LI
Resisto, me acomodo, soy ropaje
flotando en el pavor del esqueleto,
seré sed que no combate, conjura
del cansancio, manotón del cerebro
tras el casto desdén significante.
En el tibio escozor de tus versitos
seré su endecasílabo, patán,
pa´que juntos mi naides empapele
la murga genuflexa del sentido.
LII
Me hablo, me escribo, soy mi fatigado
recuerdo de otra imagen, desamparo
de quién yo en los dominios del pasado.
No te clausures, no dejes tendido
tu brocal de molduras, su desangre,
ese vértigo de la yama nubla
que tempesta candor al pensamiento,
sos el no yo, el no de dios, el vacío
de nuestro pozo inerte sublevado.
De: “AGUA NEGRA LA NOCHE. Diario humanr
del endecasílabo” (Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, 2023).

Luis O. Tedesco (CABA, 1941). Poeta. Editor de larga trayectoria. En el 2005, el Fondo Nacional de las Artes publicó su “Antología Poética”. Recibió el Premio Domingo F. Sarmiento, otorgado por el Senado de la Nación por su trayectoria literaria (2008). En el 2014, la Biblioteca Nacional lo distinguió con su “Premio Rosa de Cobre”. Ha publicado los siguientes libros de poesía: “Los objetos del miedo” (1970), “Cuerpo” (1975), “Paisajes” (1980), “Reino Sentimental” (1985), “Vida Privada” (1995), “La danza de mi mente” (1998), “En la maleza” (2000), “Aquel corazón descamisado” (2002), entre una larga lista de títulos. Invitado a numerosos festivales y ciclos de lectura.
VIRGINIA CARAMÉS
Variaciones Storni
II
Dónde, cuando la carne
de los hombres sin arraigo,
correré puños en alto
Debo
con los dedos
Debo
separar los párpados
hasta que las raíces lleguen
del cielo a la casa
Con los dedos
Con sus uñas que crecen
que crecen
Cuando el universo se desmembra
-o no se desmembra-
mis ojos estarán rojos
Mis ojos que ceden
No te duermas,
cuéntame los cabellos.
III
Por el llano buscaré tu agua
La que hace canales
la que desparrama
Tu agua con limos
Tu agua de cosas estúpidas
La de la punta de tu pluma
para armar tu cuerpo
tu lengua
tu vida
Agua para apagar tu hoguera
Voy a juntar agua
para que la casa humana,
esa,
pueda rozar la fracción de cielo
IV
Que si triste
Que recta la calle
repta
por la gris
calle
igual a calle
igual
a calle
así mi alma
lenta
de su gris ahora
se decora
Que si untada de río
en sombras
en la calle
igual y gris
igual y bruma
de la calle en sombras
untada de río en sombras
Ya no respondo
ya gris
y en sombras
yazgo no enterrada
Cibeles
Pudiendo convertir todo
Elegir todo ¿Por qué no otra especie?
Caballo… Toro…
En vez de generar el daño
De guiar su mano hacia el afilado destino
Él, el sujeto del daño
que se vuelve nada
simulando nada
“Que los dioses detengan mi mano
que hagan mi mano errática
Que los dioses hagan que llegue, mi mano
confundida, al pecho.
Que los dioses empujen mi mano errada
Que la estampida de pájaros, que por el grito,
que por el golpe, que por la sangre, huyeron, vuelvan viento que borre.”
“Azota a los leones de mi carro”
¡Arre! podría decir que dice
El acero que no se detuvo
El afán de yerro
El acierto
¡Que sean caballos! Que sea hombre completo
Danza al ritmo de la Diosa
Danza con funestos acordes
El brillo,
el acero que lo espeja
que no se reconoce en aquello que lo espeja
Cierro la boca ardiente
(tengo aún la llave)
Todo alrededor solloza
El insoportable presagio torna en vuelo de pájaros
Las luces como perros
ya saben su destino
Él, el verdugo elegido
Él, el acero inclaudicable
Él, ejecutor y víctima
Ya saben su destino, miran
de reojo, los dioses, por los resquicios
de las luces como perros
Debe ser él el verdugo, no un perro enardecido,
él.
El acero preciso emergerá intacto
El filo liso y sin queja
Las luces gruñendo como perros
El filo, liso, emergerá con la mácula evidente
Dejará rodar la gema,
el centro estricto,
lo imborrable.
Quedó en la tierra la jauría que se fue apagando
Quedó en la tierra,
en los fogonazos últimos
que irán secando
la baba sagrada.
La Diosa vencedora
no quiere ver la carne cercenada, no quiere
ver la estúpida venganza
no quiere ver sobre la tierra (no debe)
¿Recogerá la Diosa, la daga?
Él es ya agua mansa
¡Anda, Atis, sube al carro, azota a los leones!

Virginia Caramés (La Plata, 1963). Vive en CABA. Publicó la novela “Las cuerdas de Jacobo” (GG editora, 2021). Publicó varios títulos en poesía, entre otros: “Aves, moscas y otras máquinas” (Barnacle, 2023). Tiene en proceso de edición la novela “Elisa Brulet-suite de sus cosas diversas y emparentadas”. También se desempeña en las artes visuales: escultura (monumento a Pappo, trabajos de talla de piedra, arcilla, orfebrería, joyería, escenografía, trabajos de arte textil, participó en muestras colectivas de escultura y fue ayudante en el curso de extensión universitaria en la Posgrado de arte E. de la Cárcova. Coordina el ciclo de poesía ¨El Aparejo¨ en el que participan poetas contemporáneos argentinos.