Nadie esperaba en el mundo cultural que con la llegada de la izquierda al poder continuaran estancados los presupuestos públicos para el arte. El primer golpe vino en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del 2019, en el que se propuso un recorte al sector por alrededor de mil millones de pesos, un monto menor al del último año del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.
Se pensaron 12 mil 394 millones de pesos, equivalente al .21 por ciento del total del PEF, es decir, el presupuesto más bajo en los últimos tres sexenios, pues con Felipe Calderón se registró .33 por ciento y con Peña un 32 por ciento. Aunque se hicieron cambios, lo alarmante estuvo en lo inercial de la propuesta que sólo fue una continuidad del poco apoyo que ha existido en este renglón durante los últimos sexenios.
En el PEF de 2020 hubo un crecimiento mínimo, apegado apenas al 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto, con 13 mil 367 millones 480 mil 531 pesos asignados por el Congreso de la Unión, de mayoría morenista.
En los primeros años de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la cultura no se ha visto un eje primordial en el desarrollo del país, como pregonó el jefe de la llamada Cuarta Transformación. No hay dinero, dicen, y lo que hay se ha destinado al ejercicio del populismo disfrazado de desarrollo social. No hay cabida para imaginarse un aumento sustancial y queda claro cuáles son las prioridades del Ejecutivo federal.
En palabras de Paco Ignacio Taibo II, titular del Fondo de Cultura Económico (FCE), se trata de puñaladas, “pero también tienes que entender que son tiempos muy jodidos, que hay que destinar la mayor cantidad de dinero a salud, por un lado, y a una reconstrucción bajo la lógica de ‘primero los pobres’ y a programas sociales. En ese sentido pues puedes llorar, pero también tienes que ser consciente de que tienes que ajustarte”.
En agosto pasado Taibo advirtió que si no había una inyección económica a Cultura, el FCE podría caer en una crisis ‘peligrosísima’.
La noche del 29 de septiembre, hace unas horas, diputados de Morena asestaron un golpe al cine nacional y otros sectores al aprobar por mayoría la extinción de 109 fideicomisos, a fin de lograr una bolsa de 68 mil 478 millones de pesos.
Entre los fideicomisos que desaparecieron está el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine) que funciona como apoyo para la producción, postproducción, distribución y exhibición de largometrajes(de 75 minutos o más) de ficción y/o animación mediante la inversión de capital de riesgo y/o la prestación de créditos. Contaba con 224.2 millones de pesos.
Ya se veía venir el golpe, el pasado 21 de mayo los diputados de Morena presentaron un proyecto de ley que propone reformar y derogar diversas disposiciones de la Ley Federal de Cinematografía (artículos 33 al 38); ante esto varios reconocidos cineastas, entre ellos Guillermo del Toro, alzaron la voz y se reunieron con legisladores para tratar de remediar la situación.
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, afirmó unos días después que el Fidecine no desaparecería, pero sólo pasaron cuatro meses para que la Cuarta Transformación incumpliera con su palabra y lo aniquilara.